viernes, julio 02, 2010

Provocación, el intento de fincar nuevos cargos: campesinos


Javier Salinas, corresponsal
Periódico La Jornada

San Salvador Atenco, Méx., 1º de julio. Pobladores de San Salvador Atenco y simpatizantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), que esperaron a sus dirigentes, Ignacio del Valle, Felipe Álvarez y Héctor Galindo, durante más de 30 horas en la explanada principal de ese municipio, recibieron anoche con indignación la noticia de que ninguno de los tres sería liberado, por existir otros procesos en su contra, además del que se les siguió por secuestro equiparado.

Los atenquenses calificaron como “una provocación” el fincarles nuevos procesos a sus líderes. Advirtieron que llevarán su resistencia hasta las últimas consecuencias, hasta ver en libertad a todos sus compañeros.

Las últimas horas en Atenco fueron de contrastes. Durante la noche del miércoles y la madrugada del jueves, cientos de pobladores se reunieron en la explanada del poblado, donde se instaló un templete y un equipo de sonido, y en una enorme manta se leía: “Bienvenidos, compañeros, a su pueblo”.

Acompañados por representantes de diversas organizaciones sociales, los lugareños realizaron un mitin en espera de sus dirigentes. Sólo en la madrugada, dos de los nueve reos que salieron del penal Molino de Flores acudieron a Atenco, y fueron recibidos entre algarabía y consignas. Sólo faltaban Ignacio del Valle, Felipe Álvarez y Héctor Galindo. La espera fue larga y no llegaban.

Ya por la mañana de este jueves, la mayoría de pobladores, que habían dormido poco, aún emitían consignas. Al filo de las 12:30 horas, una comisión de 30 miembros del FPDT partió a bordo de varios vehículos con rumbo al penal del Altiplano, para apoyar a sus compañeros.

Los pronunciamientos en la explanada de San Salvador Atenco se hicieron más fuertes a lo largo del día, e incluso se responsabilizó al gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, de pretender mantener presos a los activistas.

Cuando se difundió que ninguno de los tres dirigentes saldría libre, la indignación fue evidente entre los pobladores. Comenzaron las reuniones para definir un plan de acción y responder a las estrategias de los gobiernos federal y estatal. “No es posible que esto suceda; el gobierno quiere acabarnos a toda costa, pero ahora le decimos que eso no ocurrirá y que, por el contrario, seguiremos luchando”, dijeron.