La victoria es la diferencia entre el esplendor de un pueblo o su tiranía. Así nos los enseñó nuestro abuelo, nos dijo que no basta querer cambiar nuestra realidad sino qué hay que construir cada paso para lograrlo. Él sabía lo que decía, porque en ese entonces, un gobernante tirano lo exilió de estas tierras, quería exterminarlo, así que vivió perseguido en la primera etapa de su vida. Cuando llegó el día, lo confrontó con decisión e inteligencia hasta lograr la victoria. Desde ese entonces, cambió la realidad de su tiempo, de perseguido pasó a convertirse en el Rey Poeta Nezahualcóyotl.
Tal vez por eso algunos no lo comprenden, pero es sencillo, en la vida también hay otra opción más allá de la derrota y la dominación, el triunfo.
Nuestra historia está llena de esos hechos pero nos cuesta verlos. Muchos quieren el triunfo final y la desaparición del oponente, pero no es así. El triunfo es la acumulación de hechos y acontecimientos que modifican el estado de ánimo de los pueblos, mediante las luchas que transforman nuestra realidad individual y colectiva, aunque en muchos casos los símbolos se convierten en las señales de este cambio.
Esto viene de lejos, nuestros abuelos Zapata y Villa nos lo enseñaron, no basta la toma del poder para cambiar nuestra realidad, lo que lo provoca es la acción del pueblo organizado, la rebelión de los dominados, partiendo del hecho de reconocernos que existimos como pueblos y que somos capaces de confrontar a los enemigos y derrotarlos.
Quizás parezca lejana nuestra historia porque estamos hablando a 200 años de la independencia y a 100 años de la revolución, pero la historia se construye con las pequeñas luchas que nos llevan a las grandes transformaciones. Por eso estamos seguros que nuestra lucha de nueve años en Atenco, también es un aporte al proceso de transformación que tanto buscamos en nuestro país.
Ya nos lo están demostrando en América Latina, se puede cambiar la realidad con la lucha del pueblo. No estamos lejos. Si México despierta, lo hará con la sabiduría ancestral de los indígenas, con las manos firmes y callosas de los campesinos, con la mirada insumisa de sus mujeres, con el puño levantado de los obreros, con el grito profundo de sus jóvenes y estudiantes y con la ternura rebelde de sus niños y niñas, si México despierta será por la acción transformadora de todos ustedes.
Nosotros estamos cansados de ser los oprimidos, de ser los dominados y explotados, nosotros somos los insumisos y rebeldes, aquellos que luchamos por un mundo mejor partiendo de nuestra propia cotidianidad, tal vez por eso luchamos aunque tenemos muchas razones.
Con el grito de “la tierra no se vende, se ama se defiende”, comenzó otra vez nuestra lucha en estas tierras, allá en el 2001, cuando Vicente Fox quería construir su aeropuerto, no fue sencillo derrotarlo, porque primero tuvimos que vencer la idea de que “no tiene sentido luchar contra el gobierno”, porque “nadie le gana”. Y sin embargo, lo logramos, ¡vencimos!
En el 2006 nuevamente se repitió ese suceso, muchos pensaron que nuestra triunfo en 2002 era pura casualidad y que por obra del destino teníamos que pagar por 112 años nuestra “indolencia”. Nosotros en el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra sabemos que la historia no es determinista, que ésta se construye y que si habíamos ganado una vez, teníamos la posibilidad de lograrlo de nuevo, y así lo hicimos ahora.
Es más fácil decirlo, pero aquí bien sabemos lo que eso significa. Si esta plaza hablara nos contaría del dolor, de la tristeza, de la desesperación y el terror que vivimos, pero también del camino que se recorre para sonreír, para tener esperanza, para llorar de alegría, para bailar por la rebeldía de vivir, por el coraje de luchar y por la humildad de triunfar.
Hermanos y hermanas, aún nos duelen nuestros muertos José Enrique Espinoza Juárez, Javier Cortes y Alexis Benhumea, nos duelen los que se fueron en el camino, nos duele “Panchito”, Francisco Altamirano, nos duelen nuestras mujeres violadas, nos duelen nuestros hombres y mujeres golpeadas, por eso, este momento de la libertad de nuestros 12 presos, es para todos ellos, porque esta es la única forma que sabemos en donde el pueblo hace justicia para el propio pueblo.
¡Alexis vive, la lucha sigue!
¡José Enrique vive, la lucha sigue!
¡Javier Cortes vive, la lucha sigue!
¡Panchito vive, la lucha sigue!
No queremos parecer triunfalistas porque nuestra lucha es una sola pero hay más, lo que hicimos fue mandar un mensaje de que “si nosotros lo hicimos por segunda vez, por qué no lo podemos hacer todos juntos”.
Que no quepa la duda, el Frente de Pueblos seguirá luchando y lo hará en dos caminos, uno de ellos, será el de la defensa de la tierra mediante el trabajo, haciéndola producir, generando proyectos alternativos, autogestivos y continuando con el proceso de autoorganización en la región.
El otro camino seguirá siendo el de la lucha, solidarizándonos con otros movimientos de México y el mundo, no importa que sean grandes o pequeños, ahí estaremos. Si en algo creemos, es que defendimos la tierra y liberamos a nuestros presos gracias a todos ustedes, por eso seguiremos luchando juntos.
Aún falta mucho qué hacer, la situación de nuestros hermanos y hermanas del Sindicato Mexicano de Electricistas nos preocupa, especialmente la salud de nuestros compañeros en huelga de hambre. Nosotros hemos pasado por lo mismo. Se nos cerraron todas las puertas pero seguimos los consejos de los abuelos. La clave es la lucha, mientras te mantengas en resistencia podrás ganar, por eso hermanos del SME, estamos convencidos de que van a triunfar y ahí estaremos todos en ese momento.
La situación es la misma en el caso de los mineros de Sombrete, de Pasta de Conchos, de Taxco y Cananea, aunque no podemos olvidar la lucha contra de la Minera San Xavier, en contra de la Presa La Parota, en San Juan Copala y en muchas partes del país.
Tampoco dejamos de ver las agresiones que siguen sufriendo nuestros hermanos y hermanas zapatistas en Chiapas. De cómo la paramilitarización como estrategia contrainsurgente se agudiza. Seguiremos luchando con el EZLN y La Otra Campaña, sepan que gracias a todos ustedes alcanzamos la libertad de los 12 presos políticos.
Aunque no cabe duda, gracias a la solidaridad nacional e internacional, al Comité Libertad y Justicia para Atenco, a la Campaña Nacional e Internacional lo hemos logrado, a todos los abogados, en particular a nuestro hermano Leonel Rivero y a Servicios Legales. Por eso debe quedar claro, que todos ustedes ya forman parte de la historia de Atenco, que los llevamos en lo más profundo de nuestro corazón y consideramos que esto es una muestra de lo que significa la dignidad humana.
Sin embargo, aún nos falta alguien, nos falta América Del Valle, vamos por ella, seguiremos luchando para que regrese con nosotros, y así será.
En Atenco sabemos qué ahora que liberamos a los presos vamos por la liberación de México, esa es la única manera que nos enseñaron nuestros abuelos Nezahualcoyotl, Zapata y Villa para alcanzar el esplendor de nuestros pueblos.
¡QUE VIVA LA LIBERACIÓN DE LOS PRESOS DE ATENCO!
¡QUE VIVA AMERICA DEL VALLE!
¡QUE VIVA EL FRENTE DE PUEBLOS EN DEFENSA DE LA TIERRA!
¡QUE VIVA ATENCO!
¡QUE VIVA MÉXICO!