Llaman a sumarse activamente a los movimientos de resistencia de electricistas y mineros
Líderes y habitantes de Atenco, durante el festejo por la libertad de detenidosFoto Jesús Villaseca
Javier Salinas y Blanche Petrich
Corresponsal y enviada
Periódico La Jornada
San Salvador Atenco, Méx, 4 de julio. Con un maratónico festival, el pueblo de Atenco y los centenares de activistas de las organizaciones que apoyaron el movimiento por la liberación de los presos políticos, celebraron este domingo el fin de un capítulo y el principio de otro que tendrá como eje la defensa de la tierra, pero también la unidad con otros procesos de resistencia.
“Porque esto –exclamó el dirigente del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) y ex preso político Ignacio del Valle– ¡está pelón!” Y se quitó el sombrero para demostrar que no sólo se refería a la delicada situación nacional, sino a la pérdida de cabello que le provocaron los rigores de los cuatro años que pasó en el penal de máxima seguridad de La Palma, en Almoloya, estado de México.
La plana mayor del (FPDT) volvió a estar junta en el auditorio ejidal Emiliano Zapata, como en los viejos tiempos; como hace nueve años, cuando se resistía contra el decreto de expropiación de las tierras. Los líderes históricos Ignacio del Valle, Felipe Álvarez, Adán Espinosa, el asesor Héctor Galindo. Estaban también la llamada “vieja guardia”, veteranos como don Odilón, Cándido, Manuel y Francisco Alarcón, el último anciano que aún conserva el legado de la lengua náhuatl. Don Pancho, que también tiene el cargo tradicional zacapoaxtla de “naco mayor”, fue presentado como responsable de la sordera de los asistentes a este tipo de asambleas, ya que es operador de los cañones de pólvora que se detonan en son de júbilo o llamado de alerta.
Y también en el templete y en el micrófono estuvo el relevo, las mujeres que mantuvieron viva la cohesión de la organización durante el periodo de prisión: Trinidad Ramírez, Martha Pérez Pineda, Catalina González, Rosa Nelly Urrutia y tantas otras.
Presentes como estuvieron estos años recientes, los miembros del Comité de Libertad y Justicia para Atenco, en voz del actor Demián Bichir, anunciaron que ahora que se logró la razón de ser del grupo, éste no se disolverá sino que continuarán exigiendo a las autoridades y movilizando a la opinión pública con dos objetivos: lograr el retiro de cargos para que América del Valle, por el momento con una petición de asilo en la embajada de Venezuela, pueda moverse en libertad y volver al pueblo sin riesgo de ser arrestada. Y lograr que los funcionarios –hasta el más alto nivel– y policías que ordenaron y participaron en las violaciones, la tortura, el asesinato de dos jóvenes y el arresto ilegal de más de 200 personas el 3 y 4 de mayo de 2006 sean sometidos a juicio penal.
Recurrirán a tribunal internacional
“Si no se consigue al amparo del sistema de procuración de justicia de México –señaló el abogado Juan de Dios Hernández Monge– vamos a recurrir a la Corte Penal Internacional. Son crímenes de lesa humanidad que no deben quedar impunes.”
La lectura del pronunciamiento central del acto corrió a cargo de Trinidad Ramírez, interrumpida constantemente por gritos del auditorio: “América –del Valle–, te queremos en la calle”. En su comunicado, el FPDT expresó que “sin querer ser triunfalistas”, con el logro de la libertad de los últimos 12 presos de Atenco “mandamos un mensaje: si nosotros lo hicimos por segunda vez, por qué no lo podemos hacer todos juntos”.
Añadió que uno de los ejes del nuevo capítulo que ahora se inicia será “participar con otros movimientos en México y en el mundo, grandes o pequeños”, en la defensa de la tierra contra cualquier proyecto de despojo y en otras causas populares.
El otro eje, en el ámbito de los pueblos semirrurales de la cuenca de Texcoco, sometidos a intensas presiones del mercado para conseguir que los propietarios ancestrales de los terrenos los vendan a Comisión Nacional del Agua o a particulares, se involucren en proyectos alternativos “continuando el proceso de autorganización en la región”.
Los pobladores de Atenco, incluidos los recién liberados recibieron mensajes de aliento del ex obispo de San Cristóbal de las Casas Samuel Ruiz, de la senadora Rosario Ibarra de Piedra y del campamento de trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas, en huelga de hambre. Del Valle pidió a las organizaciones presentes que asuman “una actitud de cercanía activa” con las luchas de los trabajadores electricistas y mineros.
Estuvieron presentes organizaciones de Oaxaca –en particular los triquis de San Juan Copala–, Puebla y Guerrero.
Destacó la participación de los padres de los cuatro mexicanos asesinados en Sucumbíos, Ecuador, en un bombardeo del ejército de Colombia; Servicios y Asesoría para la Paz; Mujeres sin Miedo, Jóvenes en Resistencia Monseñor Romero, y Comité Cerezo, entre otros.