viernes, enero 29, 2016

En Morelia, la caravana por Ayotzinapa


Ernesto Martínez y Mariana Chávez
Corresponsales
Periódico La Jornada
Viernes 29 de enero de 2016, p. 7
Cientos de estudiantes, maestros y padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala, Guerrero, llegaron ayer por la mañana al Centro Histórico de Morelia, Michoacán, como parte de la caravana nacional que realizan para exigir justicia y la presentación con vida de los jóvenes.
Melitón García, padre de uno de los alumnos desaparecidos, dijo que le gustaría que el papa Francisco hablara sobre los 43 normalistas de Ayotzinapa cuando visite Michoacán, porque las autoridades no han mostrado voluntad para resolver el caso. Es increíble que rápido detuvieron al narcotraficante Joaquín Guzmán y ha pasado más de un año de las desaparición de nuestros hijos.
Indicó que se requiere de un plan único contra la opresión y la falta de claridad de los hechos ocurridos en Guerrero, y consideró que la clave para conocer la verdad está en los elementos del Ejército Mexicano.
Los manifestantes partieron a las nueve horas de Tiripetío, entraron a Morelia por calzada La Huerta y marcharon hacia el monumento al general Lázaro Cárdenas. Después siguieron por avenida Madero hasta el palacio de gobierno, donde celebraron un mitin. Ahí convocaron a participar en el Encuentro por la indignación, que se efectuará en la ciudad de México los días 5 y 6 de febrero, en la sede del Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana.
En Querétaro, madres de los 43 normalistas marcharon por las principales calles de la capital, y al llegar a la Plaza de Armas señalaron que el gobierno federal les ha ofrecido dinero para que dejen de exigir la aparición con vida de los estudiantes.
La Caravana nacional por Ayotzinapa ha recorrido varios estados del norte del país, como Chihuahua, Coahuila, Durango y San Luis Potosí, así como del sur, como Chiapas y Oaxaca.

Reprocha la CIDH los intentos de descalificación contra el GIEI

  • Se usan esas acciones para obstaculizar la defensa de los derechos humanos, dice
  • El organismo respalda la labor absolutamente profesional de los experetos en el caso Iguala
Foto
Integrantes de la Caravana nacional por Ayotzinapa arribaron ayer a Morelia, Michoacán, donde reiteraron la exigencia de que sean presentados con vida los 43 alumnos de la Normal Rural de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala, Guerrero, desde septiembre de 2014Foto Ignacio Juárez
De la Redacción
 
Periódico La Jornada
Viernes 29 de enero de 2016, p. 7
El trabajo absolutamente profesional desempeñado por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) en el caso Iguala ha expuesto a sus integrantes a intentos de descalificación, afirmó en Washington la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y señaló que este tipo de acciones persisten en la región como estrategia para obstaculizar la defensa de los derechos humanos.
En un comunicado, la CIDH expresó su respaldo total, absoluto e incondicional a la labor realizada por los integrantes del GIEI, que desde marzo de 2015 coadyuvan con el gobierno mexicano en las investigaciones relacionadas con la desaparición de 43 alumnos de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa, Guerrero.
La CIDH renueva su confianza en las cinco personas que integran el GIEI. El conocimiento, experiencia, trayectoria profesional e integridad ética de cada uno de los miembros del grupo de expertos son ampliamente reconocidos a escala internacional y han sido reflejados en todo momento durante su labor en México, indicó.
Además, reconoció la contribución del GIEI a las investigaciones sobre los hechos ocurridos en Iguala, Guerrero, los días 26 y 27 de septiembre de 2014, pues el grupo de expertos ha realizado aportes indispensables para el avance de dichas investigaciones.
El pronunciamiento de la CIDH se da ante la serie de ataques mediáticos contra algunos de los integrantes del GIEI, particularmente contra Ángela María Buitrago y Claudia Paz y Paz, ex fiscales en Colombia y Guatemala, respectivamente.
En el pronunciamiento, el organismo destaca que los integrantes del GIEI fueron nombrados por los comisionados de la CIDH en consulta con el Estado mexicano y las organizaciones solicitantes de la medida cautelar (Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, Centro Regional de Defensa de los Derechos Humanos José María Morelos y Pavón, Red Guerrerense de Organismos Civiles de Dere-chos Humanos y Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez), como señala el acuerdo tripartito firmado en noviembre de 2014 con la finalidad de incorporar asistencia técnica internacional a la búsqueda, investigación y no repetición de los hechos.
Recordó que después de finalizar la primera etapa del mandato del GIEI, el Estado mexicano expresó públicamente: trabajar con el grupo ha sido, para nosotros, un extraordinario privilegio.

jueves, enero 28, 2016

JULIO CÉSAR MONDRAGÓN: EL ROSTRO QUE ILUMINA LA OSCURIDAD A 16 MESES DE AYOTZINAPA

BY GISELA MARTÍNEZ / CRÓNICAS / 27 ENE 2016
Marissa trata de sonreír pero no puede apagar cierta tristeza que brilla en sus ojos, sobre todo cuando se posan sobre la foto de Julio, su esposo, el normalista de la playera roja. Ella hace guardia de honor junto a un ataúd.
La escena no deja de resultar inquietante, quizá macabra, un féretro sobre Paseo de la Reforma, frente a las oficinas de la Procuraduría General de Justicia (PGR). Rodeado de flores, veladoras, fotografías, personas que se asoman, como si se tratará de un velorio, sólo que no hay cuerpo.
Desde hace 3 meses, el cuerpo de Julio yace en un congelador. La familia exige que se lo devuelvan, pero la PGR insiste: el retraso es culpa de la familia, si no hubieran solicitado la prueba de ADN ya les hubieran regresado el cuerpo, “pero es nuestro derecho, y parece que por exigirlo nos castigan” nos explica Sayuri Herrera Román, abogada de Marissa Mendoza, viuda del normalista Julio César Mondragón Fontes.
Julio César fue exhumado un 4 de noviembre de 2015 a petición de la familia, deseaban que el Equipo Argentino de Antropología Forense hiciera nuevos análisis de necropsia y de medicina y antropología forense, en un afán de corregir el trabajo de la PGR y de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guerrero –que hasta las huellas dactilares tomaron de modo incorrecto. Los análisis se realizaron en 5 días –concluyeron un 9 de noviembre de 2015- y desde entonces no se ha realizado ninguna prueba, Julio permanece solo en el refrigerador, explica la abogada.
Como de novela kafkiana, el cuerpo de Julio quedó atrapado en un laberinto burócratico: “La prueba [de ADN] ya está autorizada pero con la época decembrina, muchas de las autoridades que tenían que estar pendientes de este asunto se fueron de vacaciones sin haber dejado los documentos listos, sin importarles el tema de la revictimización de la familia. Es un caso que a cada paso las autoridades vuelven más complejo, que se enreda más, que cada vez se involucran más instancias a modo de difuminar la responsabilidad de las personas.” La voz de Sayuri tiene un matiz de consternación.
La marcha ha salido del Ángel de la Independencia, avanza rumbo al Zócalo sobre carriles centrales de Reforma. Al pasar frente a la PGR hacen alto total. En el camellón, ya esperan Marissa y familiares de Julio, llevan el féretro también. Inicia un mitin.
Marissa toma el micrófono, habla sobre la detención de 3 personas, entre ellas Mauro Tabuada, persona que la Comisión Nacional de Seguridad ubica como responsable único del homicidio de Julio. Sin embargo, Marissa explica que Tabuada fue detenido por llevar un arma en la calle, tan es así que fue consignado bajo delito de portación ilícita de arma de fuego, ella rechaza la versión del asesino solitario.
Esa es una de las razones porque se solicitó la exhumación, de acuerdo con la abogada Sayuri, conocer la verdadera causa de muerte de Julio, pues en un inicio la autoridad federal justificó que la falta de rostro de Julio era debido a la fauna del lugar. Ahora sabemos que Julio fue desollado del rostro por una persona entrenada para eso y con complicidad; los análisis que los Expertos Argentinos realizaron de cada una de las huellas de tortura que sufrió Julio demuestran que fue mucho más dura y dolorosa de lo que se ha imaginado.
Es el tío de Julio, Cuauhtémoc, quien ahora habla. Trata de conservar la calma pero poco a poco se enciende de impotencia: “Desde el 28 de septiembre de 2014 que fuimos por Julio el acta de defunción establecía como causa de muerte homicidio por arma punzocortante pero nosotros vimos como dejaron su cuerpo, fue brutalmente torturado y eso no lo decía. Pensamos que tuvimos mala suerte pero ahora sabemos que en México hay tortura, que no es un caso aislado y que el país se ha convertido en un panteón de fosas clandestinas”. Afirma que la lucha es por todos los estudiantes y por todos los jóvenes que han sido desaparecidos forzadamente.
De avanzada va una camioneta con sonido, del Sindicato de Telefonistas de México. Ahí la voz pide a la familia que se incorpore, los normalistas, quizá alguno fue compañero de salón de Julio, llevan el féretro durante toda la movilización.
En el antimonumento 43, mamás y papás desgranan uno por uno los 43 nombres. Como respuesta truena un “presentación con vida”. Cargan mantas y fotografías, fue la última parada, ya sólo se detendrán frente a la Suprema Corte de Justicia (SCJN).
El mitin es en realidad la continuación del iniciado a las 2 de la tarde, cuando entregaron un escrito solicitando a la SCJN, en su calidad de máximo tribunal del país y donde radica el Consejo de la Judicatura Federal, que exhorte a los Jueces de Distrito a que el auto de formal prisión contra los policías ministeriales sea otorgado a partir de una visión amplia, que considere el contexto, la gravedad de los hechos de Ayotzinapa y sobre todo el derecho de acceso a la justicia de las víctimas, explica en entrevista el abogado Vidulfo Rosales. En los autos de formal prisión que dictaron piden que se establezca el nivel de responsabilidad que tienen los policías ministeriales involucrados en la desaparición forzada de los 43 jóvenes y en la ejecución extrajudicial de 3 más, cuando eso debería ser motivo de análisis de la sentencia, pues el auto de formal prisión tiene un estándar probatorio menor que la sentencia, concluye Rosales.
“Sabemos que es Julio pero queremos jurídicamente soldar todas estas partes, por eso la exigencia de que se les devuelva el cuerpo pero antes que le realizan la prueba” recalca la abogada Sayuri. Para ella la retención del cuerpo es un “mensaje de impunidad y de castigo, no sólo para la familia Mondragón Mendoza sino para todas las familias que exigen justicia, de que les va a costar y de que mejor no hacerlo porque será doloroso”. Y lo señala claramente, la responsabilidad principal recae en el ejecutivo federal, Enrique Peña Nieto.
 Hay una cuenta en elrostrodejulio.org, con los donativos recibidos Marissa le compra ropa a la bebé, con esos compró el féretro para poder darle una digna sepultura a su esposo Julio.
Foto: @giseleando
Foto: @giseleando
Mientras, resuena lo dicho por el papá de José Ángel: [El 26 de septiembre de 2014] descubrimos cómo se lucha por un ser querido y ahora sabemos cómo se sufre por un ser querido pero aquí estamos, sus padres, saldremos adelante porque el corazón nuestro siente que están vivos. No nos dejen solos”. No hay que dejarles solos.
@giseleando

miércoles, enero 27, 2016

Marchan a 16 meses de Ayotzinapa; les impide policía ingresar al Zócalo (Fotos y Videos)

Los padres continúan cuestionando a gobierno federal por la falta de respuesta y de información concreta por parte de la PGR.
Marchan a 16 meses de Ayotzinapa; les impide policía ingresar al Zócalo (Fotos y Videos)
)Fotos: Cuartostcuro / @Daniel_17flores - Twitter)
Los padres de los normalistas de Ayotzinapa marcharon este martes del Ángel de la Independencia al Zócalo capitalino, a 16 meses de la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” en Guerrero.

Durante el recorrido se detuvieron en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para exigir que el Poder Judicial actúe con independencia en los amparos que promueven policías de Iguala, tras las órdenes de aprehensión por homicidio.

Al llegar al Zócalo de la ciudad de México se encontraron con un fuerte dispositivo de seguridad que les impidió ingresar a la plaza pública.

Los padres de los jóvenes desaparecidos denuncian que se cumple un mes más sin tener noticia alguna del paradero de los jóvenes, aunque hace un par de meses el Jefe del Ejecutivo, Enrique Peña Nieto, se comprometió en darle prioridad a las investigaciones; sin embargo, no hay información concreta por parte de la PGR.

Mientras avanzaba la marcha, sobre Paseo de Reforma, a la altura de la PGR se incorporaron familiares de Julio César Moreno con un ataúd con su fotografía.

De manera previa, los familiares del joven asesinado y cuyo rostro fue desollado, exigieron al gobierno federal la inmediata práctica del ADN a los restos del normalista, quien fue exhumado el pasado 4 de noviembre y que por las trabas burocráticas no se le ha dado nuevamente sepultura.

Este martes por la tarde se popularizó en redes sociales la etiqueta #Ayotzinapa16meses, donde los ciudadanos que participaron en las marchas difundieron imágenes de los pormenores de la manifestación. En otras partes del país y del mundo también se realizaron protestas por un año y cuatro meses de los hechos.

Protesta frente a la PGR por dilación en estudios a uno de los asesinados

El cuerpo de Julio César Mondragón lleva tres meses en el Semefo
Gustavo Castillo García
 
Periódico La Jornada
Miércoles 27 de enero de 2016, p. 5
Ante un féretro vacío, los familiares de Julio César Mondragón, normalista asesinado en la ciudad de Iguala el 26 de septiembre de 2014, denunciaron que por dilación de un juzgado con sede en Guerrero, desde el 9 de noviembre de 2015 no se ha realizado una prueba de ADN a los restos del estudiante.
Como parte de una protesta frente a las instalaciones de la Procuraduría General de la República (PGR), en la ciudad de México, Marisa Mendoza Cahuatzi, esposa de Julio César Mondragón, y la abogada Sayuri Herrera denunciaron que desde hace tres meses los restos del normalista permanecen dentro de la cámara frigorífica número 6 del Servicio Médico Forense Federal, sin que se le realice ningún estudio, porque el juez del caso no ha pedido colaboración a un juez capitalino. 
Denunciaron también que a 16 meses de ocurridos los hechos de Iguala la PGR sigue sin atraer este caso al fuero federal, a pesar de irregularidades que cometió la procuraduría de Guerrero. En ese contexto, los familiares señalaron que nadie sabe de la ropa que traía puesta ni tampoco de uno de los globos oculares que estaba al lado de Julio César Mondragón, y aseguraron que los objetos, además de no haber sido preservados, tampoco se les realizaron estudios periciales.
La abogada Sayuri Herrera dijo que el Ministerio Público Federal no tiene pruebas sólidas de la participación de Mauro Taboada Salgado –recientemente detenido– en este homicidio. ‘‘Lo que tiene la PGR son solamente dos líneas en la declaración ministerial de Gildardo López Astudillo, El Cabo Gil, y ni siquiera abrió una investigación para este caso.
‘‘Aunque la Comisión Nacional de Seguridad anunció que Taboada Salgado fue uno de los homicidas, en realidad lo detuvieron –y consignaron– por portación ilegal de armas de fuego, porque lo detuvieron en la calle armado, no porque lo investigaran por el homicidio de Julio César’’, señaló la abogada.
Señaló que en la investigación de la muerte de Mondragón Fontes existen muchas anomalías, como el hecho de únicamente asentar que el fallecimiento ‘‘se debió a un golpe con objeto contundente, y que la piel del rostro le fue comida por fauna nociva de la zona donde se le encontró, sin profundizar en las lesiones y fracturas que presentaba’’.
Respecto del interrogatorio al que fue sometido Mauro Taboada Salgado, comentó: ‘‘El Ministerio Público nos dijo ‘ya ven, no dice nada, así no se le puede acusar del homicidio’. El detenido solo agachaba la cabeza y a veces decía ‘de eso no sé nada’. Por eso solamente lo acusaron de portación de arma de fuego’’.

Piden familiares de los 43 al Poder Judicial actúe con imparcialidad en el caso Iguala

  • En carta a la Corte cuestionan el amparo concedido a un involucrado en los hechos
  • Preocupación de padres y madres de los normalistas desaparecidos por la actuación de jueces
Foto
Marcha de familiares y compañeros de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidosFoto Jesús Villaseca
César Arellano y José Antonio Román
 
Periódico La Jornada
Miércoles 27 de enero de 2016, p. 5
Por primera vez desde la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, ocurrida hace 16 meses, padres y madres de familia de los jóvenes involucraron a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
En una carta dirigida al presidente del máximo tribunal, Luis María Aguilar, le exigen que el Poder Judicial actúe con imparcialidad y apego a derecho, pues hace unos días se otorgó el primer amparo en favor de uno de los policías acusados de homicidio. Hay otros 14 procedimientos similares en proceso, tanto de agentes ministeriales como de civiles ligados a la delincuencia organizada.
Entregada a la oficialía de partes, en la carta –leída durante un mitin frente a la sede de la Corte– los padres y madres de familia expresaron su preocupación por la actuación de los jueces que llevan los casos. Además, solicitaron una reunión con el ministro presidente y encuentros periódicos con los jueces de distrito de Iguala que llevan los procesos de amparo contra autos de formal prisión interpuestos por policías preventivos de esa ciudad y de Cocula, Guerrero, derivados del caso Iguala.
Esta jornada global por Ayotzinapa, realizada ayer en el décimosexto mes de la desaparición de los estudiantes, tuvo como acto central una marcha que partió del Ángel de la Independencia a la Suprema Corte, acompañada por diversos colectivos y organizaciones solidarias.
A ella se sumó la protesta que frente a la Procuraduría General de la República (PGR) realizaron familiares de Julio César Mondragón Fontes, asesinado en los hechos del 26 y 27 de septiembre de 2014, cuyo rostro fue desollado, que con un ataúd vacío y una fotografía del joven normalista demandaron la práctica inmediata de la prueba de ADN a sus restos, pendientes desde hace casi tres meses.
Con el féretro, se sumaron al contingente. Aunque en esta ocasión no fue muy numeroso, no dejaron de gritar sus consignas durante las más de dos horas que duró el trayecto sobre Paseo de la Reforma, avenida Juárez, Eje Central Lázaro Cárdenas y Cinco de Mayo, hasta llegar al Zócalo capitalino.
Pase de lista
La marcha hizo dos paradas. Una frente a las instalaciones de la PGR, en Paseo de la Reforma, donde se incorporaron familiares de Julio César, y una más en el llamado antimonumento a los 43. En este último lugar realizaron el pase de lista seguido de las consignas ‘‘presentación con vida’’ y ‘‘justicia’’.
En esta ocasión no participaron en la marcha los padres y madres que se encuentran en la caravana norte, que este martes estuvo en Colima, donde realizaron diversas actividades de difusión.

martes, enero 26, 2016

Ayotzinapa es un espejo, ojalá nos atrevamos a mirarnos en él: Paula Mónaco Felipe

MEXICO CITY, MEXICO - SEPTEMBER 15: Relatives of the 43 missing students of Ayotzinapa during the one-year anniversary of the disappearance march on September 26, 2015 in Mexico city, Mexico. One year ago, 3 students were killed and 43 vanished in the town of Iguala, allegedly taken by police and then handed over to a criminal gang who burned their bodies in a garbage dump, according to a federal investigation. Families of the missing and independent investigators cast doubts on the official version. (Photo by Miguel Tovar/LatinContent/Getty Images)

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El libro se publicó a pocos días de cumplirse 16 meses de la Masacre de Iguala en dónde Daniel Solís Gallardo, Julio César Mondragón y Julio César Ramírez Nava fueron asesinados, Edgar Andrés Vargas y Aldo Gutiérrez Solano fueron gravemente heridos y 43 estudiantes de la Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa, – “cuna de la conciencia social” como reclaman sus muros – fueron secuestrados por agentes de la policía en un operativo que congregó a las tres reparticiones de la fuerza y al ejército, y desde entonces se encuentran desaparecidos.
Fue la noche trágica del 26 de Setiembre de 2014, en Iguala de la Independencia, estado de Guerrero.
Paula Mónaco fue una de las – ¿tantas? ¿pocas? – reporteras que estuvo en el entorno de las Normal desde las primeras horas en que se emitió la alerta, cuando todavía los medios comprometidos rehuían a la palabra “desaparecido” y los del mainstream ni se habían enterados, o peor, no se daban por aludidos.
Producto de esas horas compartidas, de los días y de los meses, surgió Ayotzinapa, horas eternas, un libro trazado con olfato periodístico, pero con el respeto y el rigor de un militante. Paula Mónaco es ambas cosas. Así como es Cordobesa y es Chilanga. Hizo de la Ciudad de México su casa y desde esa noche fatídica, también la encontró en los pasillos de la Normal, en las carreteras de Guerrero bajo el sol, junto a las púertas golpeadas de todas y cada una de las reparticiones estatales, exigiendo una justicia que aún no llega.
“El planteo general del libro es que sea un contrarrelato oficial.” A conciencia, toma solamente las voces de las víctimas, explica Paula y lo deja explícito también en las páginas. “No hay entrevistas aquí a funcionarios, victimarios ni representantes del Estado. Decidí sólo incluir las voces de víctimas como un intento por aportar sus testimonios a la construcción de una historia plural que las integre en lugar de silenciarlas, como suele ocurrir en las versiones oficiales”
En ese afán, el libro cuenta con una cronología de los sucedido día por día, durante el primer año en que la desaparición de los muchachos continúa. También una especie de presentación de cada uno de los 43, que fue hecha en conjunto con Ana Valentina López de Cea.
“Tratamos de integrar la información que recabamos de las entrevistas con los familiares y con la que cosechábamos de los compañeros de la Normal. Normalmente solemos ser personas diferentes en casa que afuera y la particularidad de los estudiantes de Ayotzinapa es que cambian mucho al entrar ahí, desarrollan otra parte de su personalidad. Las Normales potencian algo muy bonito en los chavos que hasta entonces tienen refrenado y es la posibilidad de pensarse a futuro, de soñar.”
¿Por qué elegir un relato cotidiano de la lucha de los padres y los compañeros como estructura del relato? “Lo cotidiano para el familiar de un desaparecido es algo aterrador. La ausencia no se siente sólo en fechas claves, como puede ser esta de los 16 meses de ausencia. El desaparecido falta todo el tiempo. Falta a la mañana cuando pones en la mesa una taza menos de café para el desayuno, cuando a la mesa le sobra una silla. Es muy difícil sobrellevar esa ausencia.”
Paula lo sabe porque lo ha sentido en el propio cuerpo. La ausencia. Es hija de Luis Mónaco y Ester Felipe. Sus padres fueron secuestrados el 11 de enero de 1978, cuando Paula tenía 25 días de nacida. Fueron secuetrados y desaparecidos por militares argentinos, integrantes del III Cuerpo del Ejército al mando de Luciano Benjamín Menéndez.
Paula es también integrante de H.I.J.O.S, la organización que fundaron los muchachos apropiados y que, a falta de avances en la justicia, crearon su propio sistema de castigo popular: los escraches.
Así, durante un mes, los H.I.J.O.S se instalaban en los barrios donde localizaban las viviendas de los secuetradores y asesinos impunes y le hacían saber a todo el mundo a quien tenían de vecino.
“Soy hija de desaparecidos y este libro no pretende objetividad, pues mi propia historia condiciona lo que relato”, escribe.
“En lo cotidiano se da la pelea más dura. Pero lo que veo, al igual que ocurrió en Argentina con la mayoría de los familiares, es que personas que tenían poca formación política y tal vez, escasas intenciones de participar en esos ámbitos, de repente, se topan con una realidad que los avasalla. Lo increíble es cómo saben, o aprenden, a rehacerse y se transforman en luchadores sociales. La ausencia de un hijo deja un hueco, pero permite que personas muy dignas se conviertan en luchadoras.”
El acercamiento primero fue como reportera y luego, cerca de un mes más tarde de la Masacre, fue en conjunto con los otros H.I.J.O.S., aunque probablemente sea en vano discernir ambas materias en Paula, porque ambas están imbricadas en la misma forma de percibir la realidad.
“Nos presentamos y nos pusimos a disposición de las familias, tratando de jalar juntos. Yo ya llevaba un mes ahí y se fue contruyendo una relación de confianza con los papás, de parte de ambas partes.
Algo que llama la atención – positivamente – de cómo está relatado el libro es que en las crónicas se nombra también a los periodistas que aparecieron entonces por la mítica Normal. “Cuando uno elige trabajar con estos temas sociales, que tienen trascendencia histórica, está aportando un ladrillito en la construcción de la memoria. Es un acto de justicia mostrar a quienes se involucran, aún sabiendo que desde entonces quedábamos marcados. Muchos han sufrido agresiones y amenazas por esa cobertura y otras. Insisto, si estamos haciendo un aporte al relato histórico, hay que aportar todos los detalles porque en esa pelea por la justicia no participan sólo las víctimas. En la medida en que se involucren más habrá más cambio. No sólo se menciona a periodistas, aparecen todas esas personas a las que vi haciendo un trabajo y creo que hay que reconocérselo. Hay policías comunitarios, artistas, hasta quienes volaban los papalotes en Oaxaca a diario por los 43”
Mientras la “escitura del yo” se expande sin control en el ámbito periodístico, la gracia de la prosa de Paola es que, cuando su sensibilidad aparece para reflexionar o para aportar detalles de lo percibido, no molesta. Es una escritora que sabe no convertirse en el centro de la historia. “Nosotros no somos los protagonistas, no somos el personaje principal, pero sí somos actores y es importante que se reconozca esa participación.”
¿Cuál es la sensación que tiene Paula mientras se dirige hacia la concentración y marcha en la ciudad de México a 16 meses del 26 de Setiembre de 2014?
“Siento que ya ha pasado demasiado tiempo. Los tiempos para la justicia y para la historia son muy largos. Se dilatan mucho. Es difícil cuando esas historias se viven en primera persona, como destruye los círculos sociales y los sueños de la gente, incluyendo los de quienes están desaparecidas. Es demasiado lento ese proceso para quien lo sufre, porque aún falta lo más importante.
Lo otro que siento es rabia de ver cómo desde el poder se ha intentado construir, de manera más o menos burda, pero siempre insostenible, una versión oficial que no tiene nada que ver con lo sucedido. Han sido muy indolentes con estas familias que siguen sufriendo. Espero que los seres humanos no lo seamos tanto. ¿Cómo vamos a acompañarlos? ¿Qué estamos pensando para hacer que estas cosas ya no ocurran?” dice dejando paso a la militante.
Pero entonces sale al cruce la periodista, esa que de tanto sabe te informa: “El militar que estuvo con los muchachos en la clínica donde se refugiaron en Iguala ni siquiera está detenido. No han avanzado en las investigaciones al respecto de los militares, que son claves en lo sucedido. Las familias de Aldo Gutiérrez y Edgar Andrés Vargas, que fue sometido a su cuarta operación, tienen muy poca ayuda de las autoridades. Nosotros, la sociedad, tenemos que ver cómo ayudarlos. A ellos y a los miles y miles de personas que son víctimas de delitos de lesa humanidad en los últimos años en México.
Pero la prueba de que la periodista y la militante no puede dividirse queda patente en su última frase: “El texto es un ladrillito en la construcción de la memoria, que es la base de una sociedad más justa.”
Foto: Miguel Tovar

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26 de enero, 2:00 pm.