jueves, enero 28, 2016

JULIO CÉSAR MONDRAGÓN: EL ROSTRO QUE ILUMINA LA OSCURIDAD A 16 MESES DE AYOTZINAPA

BY GISELA MARTÍNEZ / CRÓNICAS / 27 ENE 2016
Marissa trata de sonreír pero no puede apagar cierta tristeza que brilla en sus ojos, sobre todo cuando se posan sobre la foto de Julio, su esposo, el normalista de la playera roja. Ella hace guardia de honor junto a un ataúd.
La escena no deja de resultar inquietante, quizá macabra, un féretro sobre Paseo de la Reforma, frente a las oficinas de la Procuraduría General de Justicia (PGR). Rodeado de flores, veladoras, fotografías, personas que se asoman, como si se tratará de un velorio, sólo que no hay cuerpo.
Desde hace 3 meses, el cuerpo de Julio yace en un congelador. La familia exige que se lo devuelvan, pero la PGR insiste: el retraso es culpa de la familia, si no hubieran solicitado la prueba de ADN ya les hubieran regresado el cuerpo, “pero es nuestro derecho, y parece que por exigirlo nos castigan” nos explica Sayuri Herrera Román, abogada de Marissa Mendoza, viuda del normalista Julio César Mondragón Fontes.
Julio César fue exhumado un 4 de noviembre de 2015 a petición de la familia, deseaban que el Equipo Argentino de Antropología Forense hiciera nuevos análisis de necropsia y de medicina y antropología forense, en un afán de corregir el trabajo de la PGR y de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guerrero –que hasta las huellas dactilares tomaron de modo incorrecto. Los análisis se realizaron en 5 días –concluyeron un 9 de noviembre de 2015- y desde entonces no se ha realizado ninguna prueba, Julio permanece solo en el refrigerador, explica la abogada.
Como de novela kafkiana, el cuerpo de Julio quedó atrapado en un laberinto burócratico: “La prueba [de ADN] ya está autorizada pero con la época decembrina, muchas de las autoridades que tenían que estar pendientes de este asunto se fueron de vacaciones sin haber dejado los documentos listos, sin importarles el tema de la revictimización de la familia. Es un caso que a cada paso las autoridades vuelven más complejo, que se enreda más, que cada vez se involucran más instancias a modo de difuminar la responsabilidad de las personas.” La voz de Sayuri tiene un matiz de consternación.
La marcha ha salido del Ángel de la Independencia, avanza rumbo al Zócalo sobre carriles centrales de Reforma. Al pasar frente a la PGR hacen alto total. En el camellón, ya esperan Marissa y familiares de Julio, llevan el féretro también. Inicia un mitin.
Marissa toma el micrófono, habla sobre la detención de 3 personas, entre ellas Mauro Tabuada, persona que la Comisión Nacional de Seguridad ubica como responsable único del homicidio de Julio. Sin embargo, Marissa explica que Tabuada fue detenido por llevar un arma en la calle, tan es así que fue consignado bajo delito de portación ilícita de arma de fuego, ella rechaza la versión del asesino solitario.
Esa es una de las razones porque se solicitó la exhumación, de acuerdo con la abogada Sayuri, conocer la verdadera causa de muerte de Julio, pues en un inicio la autoridad federal justificó que la falta de rostro de Julio era debido a la fauna del lugar. Ahora sabemos que Julio fue desollado del rostro por una persona entrenada para eso y con complicidad; los análisis que los Expertos Argentinos realizaron de cada una de las huellas de tortura que sufrió Julio demuestran que fue mucho más dura y dolorosa de lo que se ha imaginado.
Es el tío de Julio, Cuauhtémoc, quien ahora habla. Trata de conservar la calma pero poco a poco se enciende de impotencia: “Desde el 28 de septiembre de 2014 que fuimos por Julio el acta de defunción establecía como causa de muerte homicidio por arma punzocortante pero nosotros vimos como dejaron su cuerpo, fue brutalmente torturado y eso no lo decía. Pensamos que tuvimos mala suerte pero ahora sabemos que en México hay tortura, que no es un caso aislado y que el país se ha convertido en un panteón de fosas clandestinas”. Afirma que la lucha es por todos los estudiantes y por todos los jóvenes que han sido desaparecidos forzadamente.
De avanzada va una camioneta con sonido, del Sindicato de Telefonistas de México. Ahí la voz pide a la familia que se incorpore, los normalistas, quizá alguno fue compañero de salón de Julio, llevan el féretro durante toda la movilización.
En el antimonumento 43, mamás y papás desgranan uno por uno los 43 nombres. Como respuesta truena un “presentación con vida”. Cargan mantas y fotografías, fue la última parada, ya sólo se detendrán frente a la Suprema Corte de Justicia (SCJN).
El mitin es en realidad la continuación del iniciado a las 2 de la tarde, cuando entregaron un escrito solicitando a la SCJN, en su calidad de máximo tribunal del país y donde radica el Consejo de la Judicatura Federal, que exhorte a los Jueces de Distrito a que el auto de formal prisión contra los policías ministeriales sea otorgado a partir de una visión amplia, que considere el contexto, la gravedad de los hechos de Ayotzinapa y sobre todo el derecho de acceso a la justicia de las víctimas, explica en entrevista el abogado Vidulfo Rosales. En los autos de formal prisión que dictaron piden que se establezca el nivel de responsabilidad que tienen los policías ministeriales involucrados en la desaparición forzada de los 43 jóvenes y en la ejecución extrajudicial de 3 más, cuando eso debería ser motivo de análisis de la sentencia, pues el auto de formal prisión tiene un estándar probatorio menor que la sentencia, concluye Rosales.
“Sabemos que es Julio pero queremos jurídicamente soldar todas estas partes, por eso la exigencia de que se les devuelva el cuerpo pero antes que le realizan la prueba” recalca la abogada Sayuri. Para ella la retención del cuerpo es un “mensaje de impunidad y de castigo, no sólo para la familia Mondragón Mendoza sino para todas las familias que exigen justicia, de que les va a costar y de que mejor no hacerlo porque será doloroso”. Y lo señala claramente, la responsabilidad principal recae en el ejecutivo federal, Enrique Peña Nieto.
 Hay una cuenta en elrostrodejulio.org, con los donativos recibidos Marissa le compra ropa a la bebé, con esos compró el féretro para poder darle una digna sepultura a su esposo Julio.
Foto: @giseleando
Foto: @giseleando
Mientras, resuena lo dicho por el papá de José Ángel: [El 26 de septiembre de 2014] descubrimos cómo se lucha por un ser querido y ahora sabemos cómo se sufre por un ser querido pero aquí estamos, sus padres, saldremos adelante porque el corazón nuestro siente que están vivos. No nos dejen solos”. No hay que dejarles solos.
@giseleando