domingo, octubre 31, 2021

Comunicado del Pueblo de Magdalena Aldama, Chiapas


MAGDALENA ALDAMA, CHIAPAS. OCTUBRE DE 2021.

A LA OPINIÓN PÚBLICA.

A LA COMISIÓN INTERAMERICANA DE LOS DERECHOS HUMANOS.

A LA AMNISTÍA INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS.

A LA COMISIÓN ESTATAL DE LOS DERECHOS HUMANOS.

A LA COMISIÓN NACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS.

A LOS DEFENSORES DE LOS DERECHOS HUMANOS INDEPENDIENTES.

AL EJERCITO ZAPATISTA DE LIBERACION NACIONAL.

AL CONGRESO NACIONAL INDIGENA CNI.

AL CONCEJO INDIGENA DE GOBIERNO CIG.

A LA SEXTA NACIONAL E INTERNACIONAL.

A LAS REDES DE RESISTENCIA Y REBELDIA.

A LAS MUJERES QUE LUCHAN.

A LAS ORGANIZACIONES SOCIALES NO GUBERNAMENTALES.

A LAS Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIONES LOCALES, NACIONALES, INTERNACIONALES E INDEPENDIENTES.

AL PUEBLO DE MÈXICO Y AL MUNDO.

Presente.

Somos la Voz del Pueblo.

Somos un pueblo que vive bajo la lluvia de disparos por los grupos armados de corte paramilitar de Santa Martha del municipio de Chenalho, somos un pueblo de lucha y de resistencia. Somos la semilla de nuestros antepasados Mayas. Somos pueblo. Que hoy en día corre la sangre en nuestras venas. Somos bats`i vinik-antsetik. Somos Tsotsiles.

El problema no es nuevo, a la comunidad de Santa Martha (Manuel Utrilla) en los años 70s en una resolución presidencial de José Portillo le entregaron 60 hectáreas las cuales le pertenecían al municipio de Santa María Magdalena Aldama después se reconoció que los dueños eran los de Aldama y acordaron en el convenio de

1977 respetar el derecho de posesión de Aldama y también que las cooperaciones y cargos hacerlas en Aldama pero los acuerdos no se respetaron y Santa Martha en 1997 exige la devolución de 30 hectáreas y en el año 2009, el tribunal unitario agrario resuelve la posesión a favor de los 115 comuneros de Aldama.

En el año de 2016 las problemáticas recrudecieron con el despojo de las tierras durante en el gobierno de Manuel Velazco Cuello y ahora en el gobierno de Rutilio Escandón Cadenas. Por disputa de tierras de 60 hectáreas que fuimos despojados por personas del poblado de Manuel Utrilla (Sector Santa Martha) del municipio de Chenalho. Las 60 hectáreas nos han pertenecido al pueblo de Magdalena Aldama ancestralmente. Dentro de las 60 hectáreas vivían 7 familias que en 2016 fueron despojados y amenazados a puntas de armas de fuego y fueron refugiados en las diferentes comunidades del municipio de Aldama. En este año de 2016, se activó el grupo armado paramilitar que operan en Chenalho.

Somos 115 Comuneros afectados, despojados, amenazados y desplazados en nuestros hogares, en nuestras tierras; que ancestralmente nuestros abuelos, padres nos los han heredado y está certificada ante el Tribunal Unitario Agraria y nos reconoce como dueños legítimos de nuestra madre tierra.

En el año 2018 las agresiones de armas de fuego de altos calibres intensificaron y fueron desplazados forzados internos 2036 personas en ese tiempo, hacia las montañas por este grupo armado, lo cual nos atacan en los diferentes puntos de ataques que ellos tienen, desde las localidades de Yok Ventana, Saclum hasta Sector Santa Martha nos rodean de disparos afectando a 10 localidades.

14 de marzo de 2020, nuestro compañero Cristóbal Santiz Jiménez fue detenido y fue recluido en el penal de el “Amate“ del municipio de Cintalapa, Chiapas. En la hora de su aprehensión fueron violados sus derechos humanos, así como; recibió agresiones físicas y verbales y fue amenazado por los elementos cuando fue trasladado de San Cristóbal al CRSS No 14 el Amate.

El motivo de la detención de nuestro compañero Cristóbal Santiz Jiménez, es por ser uno de los representantes de los 115 Comuneros afectados y desplazados de las 60 hectáreas de tierras, por parte del poblado de Sector Santa Martha, Chenalho.

Cristóbal Santiz, es uno de los rehenes del gobierno de Rutilio Escandón Cadenas e Ismael Brito Mazariegos (Secretario de Gobierno), de la Fiscalía del Estado Jorge Luis Llaven Abarca y de la Fiscalía Indígena de la Zona Altos de Chiapas.

Desde el inicio del año 2020 y 2021 las agresiones armadas han ido aumentando de intensidad hacia nuestras comunidades afectando a 12 comunidades y entre 5000 personas; mujeres, niñ@s, ancian@s y hombres, que han sido afectados y victimas de estas agresiones.

Hoy de nueva cuenta queremos expresar nuestro sentir, como pueblo de Magdalena Aldama queremos denunciar públicamente las amenazas y agresiones que recibimos por parte de los grupos paramilitares de Santa Martha Chenalho.

Mientras que estos grupos armados nos siguen agrediendo. Como pueblos indígenas que seguimos resistiendo y hoy es un día importante para los pueblos indígenas que aún seguimos resistiendo ante los despojos y amenazas como nuestro pueblo de Magdalenas que vivimos bajo agresiones armadas días y noches por grupos armados que operan en los poblados de Santa Martha, Saclum pertenecientes al municipio de Chenalho.

De lo que va del mes de octubre, estas agresiones continúan a diario aun habiendo intervenido las autoridades de los tres niveles, pero parece ser que es una guerra que nadie hace caso. Así como el día domingo 10 de octubre de este año, un grupo de personas pertenecientes a Sector Santa Martha Chenalho, en donde ponen un ultimátum al gobiernoestatal (el día 12 de octubre) para solucionar esta problemática y si la respuesta no es favorable a Santa Martha, hay una amenaza explícita. Esto es muy grave e amenazante para nosotros como. Pueblos vecinos y sabemos que, para desquitar esa furia que ellos tienen, a nosotros nos agreden y atacan nuestras comunidades en donde al menos de lo que va del mes de octubre van 203 ataques directos hacia 9 comunidades de Magdalenas que son Xuxch'en, Coco', Tabac, San Pedro Cotzilnam, Yeton, Ch'ivit, Stzelejpotobtik, Juxton y la Cabecera municipal de Aldama y han sido ataque directo hacia las casas en donde hay casas con plomos, láminas rotas, carros y máquinas con impactos de bala, trabajadores del camino, albañiles de la construcción de viviendas, contratistas, ingenieros y del propio recorrido interinstitucional han sido atacados por estos grupos armados y así como en el lado de Chenalho el recorrido de la GN y la PEP dicen ser que los pobladores de Aldama son los que atacan y como propios grupos armados nos inculpan, lo cual hasta el propio recorrido del lado de Aldama son agredidos por estos grupos armados lo cual no es cierto y son testigos de esos hechos crueles, nosotros solo queremos vivir en tranquilidad y en paz para poder trabajar nuestras tierras, por lo tanto exigimos el cumplimiento de los horarios de entradas y salidas del recorrido (de 9 am a 4 pm) lo cual estos elementos solo vienen a recabar firmas de los agentes para justificar el cumplimiento de sus labores y no cumplen con el horario de salida ya que no se ha cumplido con la instalación de la BOM.

A consecuencia de las intensas agresiones armadas que se recibe a diario en nuestras comunidades de; Tabac y Coco’, los trabajadores de 2 kilómetros de camino abandonaron el trabajo porque no hay condiciones en donde la vida e integridad física de los mismos están en riesgo.

Como pobladores de Magdalena Aldama exigimos el cumplimiento de los acuerdos y con la culminación de ese tramo carretero que solo ha puesto en riesgo la vida de muchas personas y en donde lamentablemente han perdido la vida de nuestros

hermanos esto ya debió de terminarse y hasta la fecha no ha habido ningún avance, solo está en peores condiciones y afectando a las 12 comunidades que por la temporada de cosecha no pueden transitar los carros de cargas y así como han quedado atrapados varios carros después de la destrucción del puente Tabac en donde la vida y la integridad de nuestros hermanos están en riesgos y con el temor de perder la vida en ese tramo carretero (2kmtrs).

Así también exhortamos el cumplimiento y aplicación de las medidas cautelares emitidas por la CIDH y así como cumplir las exigencias de los Representantes que hasta la fecha ni un punto se ha cumplido.

Como pueblos indígenas que seguimos resistiendo ante el colonialismo y las amenazas decimos ya basta y hacemos responsables a los tres niveles de gobiernos si nos llega a pasar algo de nuevo, así como pasó con nuestros compañeros Pedro Lunez Pérez y Domingo Santiz Jiménez miembro de EZLN, que fueron asesinados cobardemente y como nuestros heridos darle la solución y exigimos una justicia verdadera, En donde nuestras vidas e integridad física estamos expuestos a las amenazas, nosotros somos personas del campo que trabajamos día con día para sacar adelante a nuestra familia, pero hoy en día no se puede trabajar, persona que trabaja está en riesgo a perder la vida por ser atacado. Nosotros no somos los invasores, nosotros somos los despojados de nuestras tierras.

En nuestras denuncias; el gobierno ha hecho caso omiso a nuestra situación, solo intimida en encerrar y meterlos en la cárcel a nuestras representaciones y como pueblo denunciamos públicamente al gobierno del estado y al secretario de gobierno. Ya estamos cansados de tantas amenazas y no hemos visto que el gobierno actué y solo nos ha traído como su marioneta.

Nosotros estamos hartos de que el gobierno solo nos manipula aun teniendo instalada la mesa de trabajo con los tres niveles de gobierno y no ha funcionado, por lo tanto; no ha habido ningún avance de las 60 hectáreas y solo nos despoja de nuestras tierras, no por ser indígenas nos pisotea como quieran las autoridades, también somos seres humanos que siempre hemos vivido en nuestras tierras, las tierras son para quienes las trabajan, porque ancestralmente esas tierras nos los han heredado nuestros ancestros y nos ha pertenecido, porque nuestros padres, abuelos y tatarabuelos ahí vivían.

Exigimos la solución inmediata de las 60 hectáreas en disputa, ya que nosotros como pueblo de Magdalena Aldama ya dimos nuestra voluntad con la repartición de nuestras tierras, pero hasta la fecha no ha habido ningún avance, en donde los tres niveles de gobierno solo manipularon la información y administraron el conflicto, que hasta la fecha no hay ningún avance.

Hoy exigimos la justicia verdadera.

Exigimos la liberación inmediata e incondicional de nuestro compañero y hermano Cristóbal Santiz Jiménez.

Ya no más presos políticos
Ya basta de tantas mentiras
Ya basta de despojo de tierras
No más negociaciones, la tierra no se negocia.
No al carpetazo
Alto a las agresiones de armas de fuegos y alto a las amenazas de los grupos paramilitares.

Atentamente

La Voz del Pueblo de Magdalena Aldama, Chiapas.

A octubre de 2021

miércoles, octubre 20, 2021

Abren centro cultural en la casa de García Márquez con venta de ropa de su esposa y de él

▲ Emilia García Elizondo muestra parte del vestuario de sus abuelos, el escritor Gabriel García Márquez y Mercedes Barcha, que será subastado a partir de hoy en la casa del escritor.

 Emilia García Elizondo muestra parte del vestuario de sus abuelos, el escritor Gabriel García Márquez y Mercedes Barcha, que será subastado a partir de hoy en la casa del escritor.

Emilia García Elizondo muestra parte del vestuario de sus abuelos, el escritor Gabriel García Márquez y Mercedes Barcha, que será subastado a partir de hoy en la casa del escritor.
 
Periódico La Jornada
Miércoles 20 de octubre de 2021, p. 4

Darle segunda vida y continuidad a la personalidad y expansivo genio de Gabriel García Márquez es la motivación que impulsó a una de sus herederas a ofrecer en venta la ropa del escritor colombiano en México.

Emilia García Elizondo, nieta de Gabo y Mercedes Barcha, es la artífice del proyecto, con la idea de abrir para sí misma y para los seguidores del autor una ventana hacia una dimensión íntima.

No conocía a mis abuelos de la manera en la que los conozco ahora con todo lo que he visto y todo lo que ha salido del clóset, dice.

El evento, denominado El Armario de los García Márquez, marca la apertura, hoy, de la Casa de la Literatura Gabriel García Márquez, centro cultural en el sur de Ciudad de México, donde la pareja vivió.

García Elizondo, de 31 años y directora del centro, seleccionó más de 400 prendas y accesorios del guardarropa de sus abuelos. Desde sus característicos sacos de tweed hasta los originales monos de colores vivos con los que el escritor disfruta-ba trabajar.

El vestido de gala en tonos verdes y brillantes que Barcha utilizó para acompañar a su esposo a recibir el Nobel de Literatura en 1982 había pasado como una mera curiosidad para la nieta, nacida ocho años después del acontecimiento: Lo tenía en una pila de cosas con las que no sabía qué hacer y llegó mi madre a ponerme una buena regañiza porque ese vestido no estaba donde tenía que estar, afirma divertida. Este traje no está en venta, sólo en exhibición.

Quizás irrelevante, pero indeleble en la mente de García Elizondo, resulta la vasta colección de zapatos de Gabo, donde destacan los botines de cuero: Siempre le estaba viendo los zapatos a mi abuelo, para mí eso es algo como muy importante.

La cordialidad del colombiano también quedó manifiesta en su armario. En los bolsillos de un par de sacos están los plumones que cargaba para autografiar los libros que le traían sus admiradores. “Gabo siempre era la persona que tenía el plumón en la bolsa (...), me parece muy tierno”, comenta su nieta.

Con la venta se recaudan fondos para la fundación Fisanim, que apoya a niños de comunidades indígenas. García Elizondo descarta una subasta. “Me fijé en los precios de las cosas de los famosos y dije yo no puedo hacer esto, no pienso que Gabo hubiera estado de acuerdo”, sostiene.

Para García Elizondo y su familia, la esencia de esta iniciativa es “acercar a la gente a lo que eran Gabo y Mercedes”.

martes, octubre 19, 2021

Narcogobiernos y crimen organizado se suman a la represión en Chiapas

Se fomenta la división de todo tipo entre indígenas

Presentación del grupo de autodefensa El Machete, en Pantelhó, Chiapas, en julio pasado.Foto Imagen tomada de YouTube
 
Periódico La Jornada
Martes 19 de octubre de 2021, p. 5

La hegemonía priísta, dada por sentada durante décadas en Chiapas, se quebró en una noche el Año Nuevo de 1994. La realidad era mucho más porosa, la complejidad de los pueblos indígenas resultó venir de lo profundo, tener gran diversidad y estar surcada por importantes tensiones históricas que, tras la ganada visibilidad en la agenda política, se volvieron de interés nacional. Grandes y terribles días se sucedieron en la siguiente década. Chiapas devino un ensayo del futuro en dos frentes opuestos. Los indígenas organizados, en rebeldía, en resistencia, o al menos en protesta contra el gobierno y el estado de cosas eran y son muy numerosos. Contra ellos, la militarización aguda, masiva para los estándares de hace 25 años, estableció una tierra de excepción en las montañas mayas de Chiapas.

La segregación, el racismo, la invisibilidad y el desprecio hacia los indígenas habían sido el sello de la población urbana y de los propietarios, los llamados cashlanes. La desigualdad era abismal, aún después de la Revolución y su distante reforma agraria. En las comunidades se moría de gripe, diarrea, hambre, y a nadie le importaba. Muchos eran esclavos. Elecciones iban y venían, total, las urnas se llenaban solas.

La inesperada emancipación indígena alteró los balances y los cálculos. Como nunca a partir de entonces, los gobiernos del estado han sido inexistentes para fines prácticos (con las relativas excepciones de Roberto Albores Guillén, proactivo colaborador de los generales, y Pablo Salazar Mendiguchía, que dilapidó pronto sus credenciales de demócrata). La entidad pasó de ser gobernada desde el centro a gobernarse sola, para bien y para mal. La disciplina zapatista y su autonomía en los territorios donde la ejerce, son una garantía de gobernabilidad, pero también ha generado cualquier cantidad de réplicas de tipo paramilitar que evolucionaron a poderes en sí mismos. Misma respuesta reciben las comunidades y organizaciones pacifistas herederas de la teología liberadora del tatic Samuel Ruiz García.

El rejuego partidario en Chiapas desde que en 2000 llegó la democracia según el centro, no por pantomímico ha sido menos despiadado contra las comunidades, que con el ingrediente continuo de la presencia militar en sus territorios siempre estuvo cargada de propaganda contrainsurgente. No menor es el papel de las incontables denominaciones cristianas que con diversos grados de legitimidad y transparencia han abonado divisiones, violencias y pretextos en favor del Estado.

Guerra a largo plazo

El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) declaró la guerra al gobierno federal. Declaración por cierto que es vigente. Y el gobierno, sobre todo a partir de 1995, respondió con la guerra a largo plazo. Los choques iniciales en enero de 1994, con el gobierno salinista respondiendo con guerra a la guerra, quedaron chiquitos ante lo que se vivió durante la gestión de Ernesto Zedillo.

La división comunitaria se consideró estratégica y fue estimulada por donde se pudo: las confrontaciones entre cristianos evangélicos o pentecostales y católicos; los partidos rojos o verdes contra los amarillos o morados; la insidiosa regularización de tierras ganaderas recuperadas por los indígenas gracias a la insurrección; el surgimiento de grupos claramente paramilitarizados, agresivos y bien armados.

La multitud de capas y pliegues que desató tal divisionismo se explica por la gran inversión económica, política, logística, de inteligencia, manipulación y corrupción en las regiones indígenas de la selva, los Altos y la zona norte.

Estos ingredientes generaron un gran desorden que dificulta la convivencia entre hermanos en comunidades, ejidos, municipios y regiones indígenas tradicionales. Todo ello, naturalmente rociado con la introducción sostenida de las armas. Ante el desafío zapatista, el gobierno, que aunque dijera que sí nunca pretendió cumplir las demandas rebeldes convertidas en nacionales para los pueblos originarios, respondió con un escalamiento armamentista sazonado con alcohol, prostitución y drogas.

Permanentes balaceras

Todo esto debe considerarse para interpretar hechos terribles y absurdos como la permanente balacera que sufren unas 15 comunidades tsotsiles de Aldama (o Magdalena). La existencia de grupos de choque, milicias, paramilitares y ahora sicarios en Chamula, Pantelhó, Chenalhó, Simojovel, Ocosingo, Pueblo Nuevo y Altamirano viene tanto de las viejas guardias blancas de los finqueros como de los marginales y delincuentes habilitados como paramilitares en los Altos y la zona norte.

El surgimiento de autodefensas, en principio de lado de los pueblos y contra la delincuencia, puede ser producto del ejemplo de la resistencia armada zapatista y la eficacia de sus autonomías, y no sólo de las perversidades históricas de los cacicazgos locales. Sería el caso de El Machete de Pantelhó, y quizás las autodefensas anunciadas en Simojovel y Altamirano.

Pareciera pesar también la disputa entre dos candidatos a gobernador del bloque por ahora afín al gobierno federal, que garantizaría la continuidad de la farsa política chiapaneca anclada a éste, y refuerza las tempestades que sembraron las agencias e instituciones gubernamentales, las fuerzas armadas y los partidos políticos en los pasados cuatro o cinco sexenios. Las presidencias municipales de los Altos configuran verdaderos narcogobiernos (Pantelhó, San Cristóbal, Chenalhó). Sumemos a esto la expansión en los Altos de Chiapas de organizaciones criminales dedicadas al tráfico de armas, drogas, pornografía y migrantes. No olvidemos que la entidad se ha convertido en la puerta de entrada de la creciente marea de familias centroamericanas y haitianas. La frontera con Guatemala está fuertemente militarizada.

Grupos políticos dentro de las comunidades indígenas llevan años bloqueando carreteras, reteniendo maquinaria y funcionarios; habitualmente con demandas explícitas, o por conflictos electorales que son endémicos en Oxchuc y otros municipios.

Ahora en las comunidades interceptan a la Guardia Nacional (lo hicieron los paramilitares en Santa Martha, Chenalhó; lo hicieron pobladores de Mitontic para impedir a la GN internarse en los Altos), y además la desarman.

Comisiones negociadoras del gobierno van y vienen en Aldama, Chenalhó, Pantelhó, Altamirano, sin que se contenga la violencia.

Las ejecuciones más graves, que no las únicas, han sido la del fiscal especial para el caso de Pantelhó, Gregorio Pérez Gómez, el pasado 8 de agosto en la avenida principal de San Cristóbal de Las Casas, y la del ex presidente de Las Abejas de Acteal Simón Pedro Pérez Gómez el 5 de julio en el mercado de Simojovel. En ambos casos fueron objeto de una acción de sicarios en motocicleta, que se ha convertido en el nuevo modus operandi. Ya no es represión, sino delincuencia organizada.

lunes, octubre 18, 2021

Descomposición social y violencia desbordada golpean a Chiapas

Aparecen autodefensas en varias comunidades

El terror alcanza también a la otrora apacible San Cristóbal de Las Casas // Balaceras, sabotajes, secuestros, desplazados, corrupción, bloqueos...


En Pantelhó irrumpió en julio pasado un grupo de autodefensa denominado El Machete.Foto Elio Henríquez Tobar
 
Periódico La Jornada
Lunes 18 de octubre de 2021, p. 3

La sucesión de hechos violentos en las regiones indígenas de Chiapas deja la impresión de que éstos ocurren fuera del control institucional. Día tras día, durante horas desde hace muchos meses, las familias tsotsiles de varias comunidades en el municipio de Aldama reciben una lluvia de balas de gran calibre o son amagadas con explosivos; van siete muertos, varios heridos, desplazamiento traumático, hambre, miedo. Un escenario aislado, sí (una presunta disputa agraria). Cada escenario de violencia armada parece aislado. Los temibles motonetos se van adueñando de los días y las noches de la otrora apacible y turística San Cristóbal de Las Casas, la ciudad más indígena del país.

En Pantelhó y Chenalhó, grupos armados y afines a los gobiernos municipales mantuvieron bajo terror a la población hasta que surgió la autodefensa armada de El Machete y los echó, aunque los paramilitares y sicarios, que la gente identifica como narcos, amenazan con volver. Entre sus asesinados está el ex presidente de Las Abejas de Acteal, Simón Pedro Pérez López, cuya comunidad se encuentra desplazada, como otras. Y entre sus líderes, miembros del PRD y el PVEM.

La otrora organización cafetalera Orcao, en la zona más poblada de Ocosingo mantiene hostigamientos, sabotajes, secuestros, tiroteos, bloqueos y robos de parcelas contra las bases zapatistas de comunidades tseltales autónomas. El 11 de septiembre secuestraron a Sebastián Núñez y José Antonio Sánchez, miembros del gobierno autónomo zapatista de Patria Nueva. La descomposición violenta afecta a comunidades de Chalchihuitán agredidas desde Chenalhó, igual que le sucede a Aldama. En San Juan Chamula hace años que los grupos armados, político-delincuenciales, controlan la vida y el comercio, y sus tentáculos alcanzan a San Cristóbal y otros municipios donde la población de Chamula se ha extendido.

Mientras el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) señala que Chiapas se encuentra al borde la guerra civil en un escueto y tremendo comunicado (19 de septiembre), resulta evidente que las autoridades civiles federales, su Guardia Nacional y el propio Ejército federal son permisivas, y en los hechos dejan desamparadas a las decenas de comunidades agredidas. Las policías locales son nulas o cómplices. Como sugiere el subcomandante Galeano al caracterizar al partido comodín, de verde gatopardismo, que predomina artificialmente en la región por cortesía del PRI, se busca desestabilizar al régimen en el poder.

Acusa corrupción y rapiña de funcionarios, tal vez preparándose para un colapso del gobierno federal o apostando por un cambio de partido en el poder. El EZLN responsabiliza directamente al gobernador morenista Rutilio Escandón de este descontrol irresponsable y peligroso.

Se impone la paráfrasis del leitmotiv devenido lugar común de la gran novela, hoy más citada que leída, Conversación en La Catedral, del desprestigiado empresario de sí mismo Mario Vargas Llosa. ¿En qué momento se jodió Chiapas? No que no hubiera abundante realidad jodida en la intensa, pobre y llena de riquezas entidad del sureste mexicano, sino que la vida de sus pobladores, en particular indígenas, no se había desbordado en la descomposición, a pesar incluso de las masacres a fines del siglo XX, y mucho menos por el lado de la delincuencia violenta, similar a la que ha desgraciado buena parte del territorio mexicano en los sexenios recientes.

Control desde el centro

El lugar llamado Chiapas (como se titula un documental de la canadiense Netty Wild) siempre ha sido una excepción geográfica e histórica. Contamos con un libro canónico que lo relata admirablemente, Resistencia y utopía: memorial de agravios y crónica de revueltas y profecías acaecidas en la provincia de Chiapas durante los últimos 500 años de su historia, de Antonio García de León (1985). Rincón oscuro de la patria, Chiapas siempre fue gobernado desde el centro, lo cual es un decir, pues quedaba tan lejos que las noticias, las independencias, reformas, guerras y revoluciones llegaban atrasadas.

Antes tema exclusivo de la etnología, la arqueología, la fotografía costumbrista y alguna ocasional nota roja, a partir de 1994 corrió la tinta sobre y desde Chiapas. Sus comunidades de origen maya se rebelaron, logrando proyección internacional con un discurso convincente y nuevo. Por primera vez en la historia, el rincón más olvidado pasó a ocupar el centro de la agenda nacional. A tal grado que la ausencia de gobierno estatal se acentuó, pues la Presidencia de la República convirtió a Chiapas en el principal teatro de operaciones de guerra y contrainsurgencia, estableciendo en sus zonas y regiones militares un auténtico ejército de ejércitos.

Los gobiernos estatales, antes distantes y ahora peleles, siguieron brillando por su ausencia. Como recordaba el historiador Andrés Aubry, Emilio Rabasa gobernó Chiapas desde la Ciudad de México, casi desde el despacho de Porfirio Díaz. El desenvolvimiento del periodo revolucionario lo convirtió en tierra de caciques y terratenientes, más que una entidad federativa consolidada.

El estallido de 1994 puso en evidencia esta condición periférica. El último gobernador antes del alzamiento indígena, Patrocinio González Garrido, había intentado sustraerse del centro, y su presidente Carlos Salinas de Gortari se lo trajo para quitarle la corona de reyezuelo tropical, hacerlo tardío secretario de Gobernación y así acortarle la rienda. Este episodio es parte de la tragicomedia de la clase política chiapaneca (por llamarla de algún modo).

Hoy que una violencia brutal y pareciera que absurda azota precisamente las regiones indígenas de las montañas chiapanecas, resulta indispensable recordar qué abonó tal descontrol. La descomposición viene del incumplimiento de los Acuerdos de San Andrés de 1996 entre el gobierno federal y el EZLN y la interrupción definitiva de las más importantes negociaciones entre el Estado y los pueblos originarios de todo México en la historia, encabezados por las comunidades liberadas y en lucha por la autodeterminación.

domingo, octubre 03, 2021

NUTRINI: Nutrición para la lucha

#RecetarioDeResistencias las compas que producen esta bebida ancestral y saludable en Atenco, donaron 50kg en solidaridad con lxs desplazadxs y retornadxs en Chiapas. Por cada kilo que compres, el total de las ganancias se irá como apoyo solidario a las familias de lxs desplazadxs y retornadxs de la Organización Sociedad Civil de Las Abejas de Acteal.

1kg 250 pesos

1/2kg 125 pesos

1. Haz tu pedido por whatsapp:

5533718774 y 5573946049

2. Deposita en la siguiente cuenta:

Fideicomiso para la Salud de los Niños Indígenas de México A. C.

Scotiabank 

Cuenta: 00107853564

Clabe interbancaria: 044180001078535644

3. Recoge tu pedido en CDMX o Atenco- EDOMEX (info por WA)