Compañeros, compañeras, medios de comunicación…
Después de 4 largos años de lucha incansable, de esfuerzos sobre humanos, de la compañía de todos ustedes, de la sociedad civil nacional e internacional, de actores, escritores, de defensores de derechos humanos y de cientos de organizaciones sociales y civiles del país y del mundo… después de la gran marcha de ayer, podemos gritar, el día de hoy, ¡SON LIBRES! ¡LO CONSEGUIMOS!
La Suprema Corte de Justicia de la Nación ha dictado la inmediata libertad de todos nuestros compañeros presos políticos. Tanto de los 9 compañeros recluidos en el Penal de Molino de las Flores como de los 3 que se encuentran en el Penal de Máxima Seguridad del Altiplano. Que todo el pueblo lo escuche, que se entere todo el país: el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra gano de nuevo, volvió a conseguir lo que parecía imposible, vencer al gobierno federal y mexiquense.
Frente a esta situación queremos anotar los siguientes puntos.
Tenemos la razón. Siempre la tuvimos. Ninguno de los compañeros hasta ahora presos merecían estar privados de su libertad. Se tratan de campesinos, maestros, estudiantes universitarios o pobladores humildes que no llevaban vida delictiva alguna. Fueron recluidos por orden directa del Estado, por la acción concreta del poder federal y del Estado de México. A ambos poderes, el resentimiento de que nuestra organización en conjunto con la solidaridad de miles de mexicanos por no permitir que nuestras tierras y cultivos se recubrieran de la brea y el cemento de su proyecto aeroportuario los llevaron a planear la venganza del 3 y 4 de mayo del 2006.
Esta decisión de libertad no es una concesión ni un regalo de la Suprema Corte, sino una resolución que simple y llanamente es justa. Lo único que han hecho estos ministros es respetar la congruencia de los argumentos jurídicos elaborados por los equipos legales y saber escuchar lo que todos sabían, lo que todo el pueblo conocía y que solo los poderosos negaban: que nuestros compañeros son inocentes.
Consideramos que la LIBERTAD constituye un triunfo. El gobierno federal y, sobre todo, el gobierno de Enrique Peña Nieto estaban empecinados en perpetuarlos en la cárcel, no por nada les fijaron condenas que ya de por si eran injustas también eran infames. Con su injusta privación de la libertad, los de arriba mandaban una amenaza: la represión es la única respuesta si pretendes organizarte. Sin importar la causa y razón de la lucha, el movimiento solo podía esperar brutales golpizas, los cateos ilegales, violaciones, asesinatos y encarcelamiento como los que se dieron en las calles de Atenco. Empero, no agachamos la cabeza, denunciamos a los culpable de la sangre derramada y no paramos. Hoy estarán libres y volvemos a decir, se le puede vencer al gobierno, es posible hacerlo. Ahora el mensaje es otro: compañeros, organícense, luchen, que el gobierno y el Estado no son invencibles.
El triunfo de hoy no es solo del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, sino de todos ustedes compañeros, siempre solidarios, siempre entregados en tenderle sus manos a los de abajo y a todas las luchas justas de nuestro pueblo. Lo conseguimos gracias a su solidaridad y su continuo acompañamiento. Es de la Otra Campaña, del Plantón, del Otro Plantón, del SME, del Sindicato de Euzkadi, del STAUACH, de los profesores democráticos, de los estudiantes universitarios de la UNAM, del Poli, de la UAM, de Chapingo… se trata de un triunfo del pueblo mexicano.
Y seguramente no será el último. Como en esta ocasión, sabemos que la razón está del lado de nuestras luchas y tarde o temprano esta se impondrá, con la organización por delante, a los designios de quienes creen que pueden dictar nuestros destinos con la mano en la cintura. Por ello, el Frente de Pueblos no baja los brazos. No dejaremos de movilizarnos porque además de continuar defendiendo nuestras tierras, hoy amenazadas por CONAGUA o por los despojos conocidos como dominio pleno o cambio de uso de suelo, faltan la libertad de todos los compañeros que aún se encuentran privados de su libertad injustamente por no agachar la cabeza frente a los dueños del dinero y porque falta hacer mucho más por los electricistas, por los mineros, por las comunidades zapatistas y por este digno pueblo mexicano.
Finalmente, queremos ser muy enfáticos cuando decimos que esto, aun que es un momento positivo, para nosotros solo es la mitad del camino. No solo por las dignas luchas a las que siempre habremos de acompañar. Sino también porque no descansaremos hasta alcanzar el castigo para todos y cada uno de los represores, de los violadores y asesinos, de los autores materiales de la brutalidad de hace 4 años, incluyendo la de Vicente Fox y Enrique Peña Nieto. Los esfuerzos no concluirán aquí tampoco pues habremos de hacer lo pertinente para alcanzar la libertad de nuestros compañeros Adán Espinoza y América Del Valle, ambos perseguidos políticos del Estado. Por lo que los llamamos a continuar con la solidaridad que en todos estos años, incluso desde la lucha en contra del Aeropuerto, siempre nos ha cobijado.
Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra