viernes, julio 02, 2010

Libres, presos de Atenco se declaran inocentes


Rodeado en todo momento por una valla humana, Ignacio del Valle sentenció que no tiene miedo a futuras órdenes de aprehensión, pero que de ser posible solicitará asilo político en otro país

Denise Mackenzie | El Universal

Después de cuatro años preso, Ignacio del Valle, líder del movimiento de los pobladores de San Salvador Atenco, fue liberado, tras lo cual afirmó que se comprobó su inocencia y la de sus compañeros.

"Con la resolución que emite la Suprema Corte de Justicia de la Nación se comprueba mi inocencia, la de mis compañeros y la legitimidad social del movimiento", expresó Del Valle, una vez que terminó de abrazar a sus numerosos compañeros y partir a su lugar de origen.

Alrededor de las 21:30 horas de ayer, el dirigente del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra cruzó la puerta de salida del reclusorio federal de alta seguridad del Altiplano, al quedar absuelto de los cargos que se le imputaron.

Sin precisar nombres, advirtió que "buscarán hacer justicia por los años que pasaron en prisión".

Dijo no temer a futuras ordenes de aprehensión, "porque somos reincidentes y lo seguiremos siendo, si defender los derechos del pueblo es un delito".

Rodeado en todo momento por una valla humana, Del Valle no confirmó ni descartó la posibilidad de solicitar asilo político en otro país, aunque aseguró sentirse como en casa en cualquier lugar.

Un jornada activa para los miembros del FPDT. Primero la liberación de nueve miembros en el penal Molino de Flores, en Texcoco y luego en el penal federal la salida de las tres personas restantes.

Junto a Del Valle recuperó su libertad Felipe Álvarez Hernández y unas horas después -exactamente a las primeros treinta minutos de hoy viernes- fue dejado en libertad Héctor Galindo Gochicoa.

Se desvanecieron las acusaciones de secuestro equiparado, de lesiones y daño en los bienes públicos, de robo agravado y de despojo. También sucedió lo mismo como el delito de ataques a las vías de comunicación.

Con una sonrisa en su rostro, con la mano en alto sosteniendo un ejemplar de la Constitución Mexicana, con un grito de "se hizo justicia, se aplicó la ley, ganó el pueblo", Héctor Galindo Gochicoa también fue objeto de abrazos, muestras de afecto y felicitaciones.

Felipe Álvarez Hernández, por su parte, lanzó consignas contra medios electrónicos de comunicación, así como contra el gobierno del estado de México y contra el gobernador Enrique Peña Nieto, a quien calificó de represor.

Por fin Del Valle abandonó el lugar en el que estuvo impedido para acompañar a su padre y a su hermano en los momentos de sus fallecimientos.

Del Valle llegó al Altiplano en mayo de 2006, después fue condenado a una pena de 112 años de prisión, pero la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dictó una resolución de inocencia del cargo más grave, el de secuestro equiparado. También los demás señalamientos se vinieron abajo.