Si se le puede ganar al gobierno.
Escrito por: Sonrics.
San Salvador Atenco, Estado de México. 2 de julio 2010.
Después de más 30 horas de espera final y 4 años de lucha constante se logra finalmente la liberación de los 3 presos políticos de Atenco recluidos en el penal de máxima seguridad del Altiplano; Ignacio del Valle, Felipe Álvarez y Héctor Galindo por fin están en la calle.
Son las 2:30 de la madrugada, se encienden 4 montones de llantas sobre la carretera Texcoco-lechería; fuegos artificiales iluminan el cielo quieto de San Salvador Atenco, es la señal de que ya vienen; de que va llegando la caravana con los 3 ex presos políticos, lo cual enciende los ánimos entre la población que salió a recibirlos.
Un jubilo pocas veces visto se desata en un pueblo ejemplar para las resistencias globales, lagrimas de alegría brotan de las personas al ver llegar la caravana procedente de uno más de los centros de exterminio mexicanos, mujeres ancianas, jóvenes y niñas se abalanzan sobre el convoy y lloran al ver a sus familiares libres; gritos y consignas encienden el calor que rompe con el frio que se empezaba a sentir en el pueblo, el frio, el miedo y la desesperanza que hace 4 años rondaban estas tierras, hoy se han borrado.
La lucha por la vida que llevaron estas 3 personas y los demás presos políticos que arrojo el salvaje operativo militar los días 3 y 4 de mayo del 2006 hoy cierra un ciclo pero no la lucha, porque como gritaban en el centro de este municipio ¡vamos por la libertad de América (del Valle)! hija de Ignacio y sobre quien se encuentra una orden de aprensión pendiente, después de 4 años y 207 detenidos hoy todos se encuentran en la calle, gozando de lo más preciado para el ser humano, la libertad; sin embargo el caso de América parece vislumbrarse a favor después de la excarcelación de sus compañeros, “tenemos que seguir hasta sacarla de su exilio” gritan los asistentes, que numerosos estuvieron aguardando la hora de ver y sentir la libertad de cerca.
Pasan ya de las 4 de la madrugada y nadie se mueve del centro de Atenco, la emoción crece con cada palabra que pronuncian los oradores convertidos en símbolo y ejemplo de lucha, Héctor Galindo se compromete con el padre de Alexis Benhumea a seguir el caso de cerca para encarcelar a los responsables de la muerte del estudiante universitario, se recuerda a la gente que se ha ido físicamente en estos 4 años de lucha, los nombres de Alexis, Javier, Luisa y Panchito estremecen los corazones valientes de los pobladores de Atenco, “aquí nadie se raja” se oye un voz; Adán Espinoza perseguido político, recuerda cada momento del brutal operativo policiaco y a pesar de haber estado fuera de su pueblo escondido señala “nunca me fui”.
¿Qué sigue? La respuesta es inmediata,” luchar por la libertad de los demás presos políticos del país como Víctor herrera que cumple ya 9 meses de injusto encierro, apoyar a los electricistas del SME, luchar por romper el cerco en San Juan Cópala, caminar junto con los zapatistas, falta mucho, falta encarcelar al gobernador Peña Nieto y a los mandos policiales que orquestaron el operativo; nos damos cuenta a pesar de todo si se le puede ganar al gobierno”.
Felipe Álvarez habla de la dignidad y el amor que se fortalece en la cárcel, “nosotros a diferencia de los otros presos del penal (entre ellos narcotraficantes y asesinos) no nos arrepentimos de haber estado encarcelados por que fue por nuestra conciencia que estuvimos ahí, y lo poco que me queda de vida seguiré luchando por los ideales que dentro del penal se fortalecían día con día”, finalmente sentencio,”la cárcel de máxima seguridad no pudo con los atencos”.
Cinco de la madrugada y toma el micrófono nacho, los aplausos y el grito de ¡ni calderón, ni nieto dejaron a nacho quieto! es la bienvenida que se le da, sus ojos se empiezan a mojar y como a quienes le antecedieron en el micrófono la voz se le empieza a quebrar en una mezcla de alegría e incredulidad, “es un sueño que estoy viviendo con los ojos abiertos gracias a todos ustedes, cuando se habla de Atenco, no solo se habla del poblado; sino de la gente solidaria con él de México y de todo el mundo; veo rostros que en el 2002 eran unos niños y ahora son jóvenes que siguen apoyando al pueblo, niños que al salir de la escuela pasaban junto al auditorio y gritaban ¡Zapata vive! Hoy están con el machete en alto.
Trinidad su esposa lo acompaña; nacho agradece a todas las mujeres que lucharon, no por su libertad; sino por la libertad de todos los presos políticos del país y sobre todo por la tierra “que no se vende, se defiende”, agradece a la campaña libertad y justicia para Atenco y las organizaciones sociales pequeñas y grandes que a pesar de sus diferencias nunca cesaron en la lucha por que se hiciera justicia.
Después de ser víctimas de la lentitud de las autoridades del penal del altiplano y de las mañosas argucias legales para no lograr la libertad de los compañeros, finalmente están aquí y la gente los puede abrazar y sentir, a pesar de todas las injusticias vertidas en contra de este noble pueblo, las tierras siguen produciendo para ellos, el gobierno no se las quito y eso es una victoria de la humanidad contra el sistema muerte llamdo capitalismo.
El cielo comienza a clarear, el amanecer se empieza a vislumbrar y la gente se siente, contenta, satisfecha y motivada para luchar por lo que falta, nada los detendrá, la lucha por la tierra continuara porque como dice nacho “la tierra no nos pertenece, nosotros pertenecemos a ella”.
Son las 7 de la mañana la fiesta apenas comienza en San Salvador Atenco.