Tuvimos el honor que se convirtió en placer de ser invitadas a conocer los pueblos y la lucha de San Salvador Atenco en febrero del año 2002, nuestros corazones latieron fuerte con el son de la tierra que ellos tocan. Al conocerlos, al sentir su lucha por la defensa de sus fértiles tierras contra la construcción del aeropuerto y desde el primer cañonazo sentimos admiración y cariño por todos ellos: cada Juanita niña, cada don Pancho abuelo, cada América joven, cada Felipe maduro, cada Nacho ejemplar, cada Martha bella y alegre, cada Cata sabrosa, cada madre Rosalba, cada compañera Trini, cada compa Heriberto y cada Cayo Vicente. Ellos nos han dado desde entonces ejemplo y razón.
Por las brutalidades cometidas por fuerzas del Estado los días 3 y 4 de mayo de 2006, contra el digno pueblo de Atenco y quienes con ellos defendemos la tierra, fue que nos juntamos como Mujeres sin Miedo. Hicimos fuerza con un madral de personas y organizaciones con las que hoy celebramos que la Suprema Corte reconoció la injusticia cometida contra nuestros 12 presos y por ende contra quienes con ellos luchan. Reconocemos y agradecemos el trabajo de todos los abogados defensores de nuestros compañeros.
¡Celebremos para agarrar fuerza! ¡Bienvenidos, compañeros!
Por Mujeres sin Miedo: Ofelia Medina, Begoña Lecumberri, Carmen Huete, Julieta Egurrola, Humberto Robles, Francesca Guillén, Giovanna Cavasola y Teresa Zacarías