Esta es la justicia que tenemos: por consigna y contra la verdad. Quienes habrán de responder ante la ley son ese juez y los jefes políticos a los que obedece (el gobernador y el procurador mexiquenses, para empezar). Pero el país está al revés, y los que mandan son gente como ellos. ¿Hasta cuándo México ocupará el destacado lugar que hoy tiene en el ranking de la ignominia internacional, con las cárceles llenas de presos políticos y de conciencia (más de 500), y las calles de policías y ladrones no siempre fáciles de distinguir?
Magdalena, y los otros 27 presos políticos "de Atenco" en La Palma, Santiaguito y Molino de Flores, deben ser liberados ya. ¿Hasta cuándo la vergüenza será el signo de nuestras instituciones judiciales, con la patética complicidad de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y sus equivalentes estatales?
Ojarasca: Hermann Bellinghausen, Eugenio Bermejillo, Gloria Muñoz Ramírez, Yuriria Pantoja Millán y Ramón Vera Herrera