Javier Hernández Alpízar
Ignacio del Valle es un individuo bajito, regordete, por ello mismo sus manos son anchas, gordas. ¿Saben por qué sus manos están acostumbradas a usar el machete? Porque es su herramienta de trabajo.Ignacio del Valle, su familia, su comunidad, su pueblo mestizo, descendiente de los nahuas texcocanos, herederos de uno de los poetas más altos de nuestra historia, el rey filósofo Netzahualcóyotl, el pueblo campesino y trabajador de San Salvador Atenco siembra maíz, en una tierra que le ganaron al salitre, que de árida han vuelto amiga.
La gente de Atenco es por lo general de complexión baja y ancha. Son rostros morenos, y los hemos visto enojados, en las fotos, en los videos de la gesta de 2001, cuando derrotaron a Fox, al priista grupo Atlacomulco y le metieron la primera zancadilla al Plan Puebla Panamá. Pero son rostros que saben sonreír dulcemente y compartir las tortillas, los frijoles, el arroz y la sal con sus compañeros.
El pueblo de Atenco es un pueblo de triunfadores. Cuando se enteraron del decreto expropiatorio, muchos estaban apabullados porque “con los ricos y el gobierno no se puede”. Solamente un grupito de locos, de Quijotes, les insistía. Es un misterio, a lo mejor escucharon las voces de sus muertos, y sintieron vergüenza y luego rabia, y empuñaron sus machetes, y salieron por miles, y derrotaron al “héroe” de los del “voto útil” (¿te acuerdas, Muñoz Ledo?). Derrotaron a los supuestamente invencibles.
Les mandaron a los militares que Ernesto Zedillo camufló de policías y destinó a ser quienes repriman a la población. Ya los había estrenado en la UNAM, ante la complacencia o la indiferencia de la “izquierda” clasemediera de la Ciudad de México, y con la complicidad del gobierno perredista del DF.Pero los de Atenco estaban dispuestos a morir por su tierra (quizá porque su raíz indígena les señala que la tierra es la madre, quizá porque les enterraron el cordón umbilical en ella). Tomaron pipas de gas, y tenían voluntarios (kamikazes y bonzos a un tiempo), dispuestos a volar con la pipa si los militares invadían su pueblo.
La familia del Valle se ganó el respeto, la autoridad, el liderazgo, ante el pueblo digno y bravo de Atenco porque ellos no se vendieron. Cuando el ala perredista comenzaba a dar muestras de querer negociar el movimiento arriba (como los líderes estudiantiles perredistas de la UNAM, por ejemplo) y a espaldas de la gente, los atenquenses dieron en los hechos el bastón de mando a Ignacio, y a su lado doña Trini, y América, casi una niña.
Después de derrotar a Fox, Ignacio del Valle no aprovechó su popularidad para agarrar candidatura, no se vendió a ningún partido, ni siquiera a la falsa izquierda partidaria. Por ello los partidos tomaron venganza contra su pueblo y contra él, los tres partidos que comparten el poder, que administran el neoliberalismo y juntos operan como contenedores del conflicto social: PAN, PRI y PRD.Hay algunos rasgos en común de los tres principales partidos, además de ser corruptos, represivos, mentirosos y traidores. El primero es que comparten las premisas del neoliberalismo, se arrodillan ante los empresarios, aunque algunos de ellos usen una falsa retórica “izquierdista” cuando están en campaña. Al estar en el poder, trabajan para Carlos Slim y para otros poderes más oscuros e invisibles.
Pero el rasgo más compartido por los partidos electoreros es su miedo y aversión a los movimientos sociales.Por ello, en su combate a los grupos indígenas, campesinos y populares actúan como los tres mosqueteros, uno para todos y todos para uno.Son especialmente enemigos de que la gente se organice sin su liderazgo, fuera de sus controles corporativos, sin pagarles derecho de piso ni sumarse a sus borregueríos electoreros.
Hay pocos movimientos populares con esas características, y a todos ellos, PAN, PRI y PRD los han reprimido con sus policías municipales, estatales, la PFP y comandos militares contrainsurgentes de alta escuela (algo así como grupos Swat, Rambos a la mexicana):
La represión en donde han estado más juntos los tres partidos políticos es contra de grupos como el Frente Popular Francisco Villa Independiente, en la ciudad de México y Estado de México, un grupo de masas con control territorial, parte del movimiento urbano popular El FPFV-I está fuertemente hermanado con estudiantes de diversas escuelas y universidades (siempre reprimidos por los tres partidos también), el pueblo de Atenco y es integrante de la Otra Campaña. Los excompañeros de FPFV que no siguieron la vía independiente y se colaron a los huesos perredistas en el gobierno del DF han mandado a los granaderos a golpear a sus propios excompañeros de lucha cuando se manifiestan. No es raro en el PRD.Contra la APPO, donde la represión militar ha sido seguida de un desgaste desde dentro. El PRD en el poder que pidió la represión (legisladores oaxaqueños, gobernadores perredistas en la Conago), pero algunas de sus bases estaban en la lucha, lo cual les dio entrada a que ahora intenten desmovilizar a la APPO, convirtiéndola en un movimiento electorero.
Contra el EZLN, los tres partidos rechazaron los Acuerdos de San Andrés, cerrando la puerta al diálogo, y luego han tenido ingerencia en la contrainsurgencia en Chiapas, el PAN desde el gobierno federal, el PRD con sus dos gobernadores chiapanecos Salazar Mendiguchía y Juan Sabines (ambos expriistas, pero eso en el PRD es lo normal) y con grupos paramilitares de militancia en el PRI, el PFCRN y el PRD. Más recientemente con candidatos perredistas que vienen de las estructuras de la contrainsurgencia paramilitar. La nota en La Jornada fue cabeceada: “Postula PRD a priistas que respaldan a paramilitares” (2 de mayo de 2007), la firma la corresponsal Angeles Mariscal. Entre los candidatos perredistas está Rafael Cevallos Cancino, a quien la PGR investigó por “formar, financiar y proteger al grupo paramilitar os Chinchulines”. Candidato por el PRD a la presidencia municipal de Simojovel es Uriel Estrada Martínez, a quien se le sigue “proceso penal por ejecución extrajudicial y tortura de campesinos en el municipio de Jaltenango, caso al que aún da seguimiento la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”. El candidato a alcalde de Villaflores es Mariano Rosales Zuarth, “quien amenazó de muerte a la periodista Concepción Villafuerte Blanco, según denunció ella misma a Reporteros Sin Fronteras”.
Votar los legisladores perredistas por la Ley Indígena espuria (Cevallos- Bartlett -Ortega) y luego aceptar en sus filas a paramilitares que venían del PFCRN y el PRI y poner candidatos que son fundadores de Los Chinchulines, es una línea muy clara de contrainsurgencia antizapatista del PRD realmente existente. De ello, los simpatizantes de AMLO o bien lo ignoran por desinformación o bien se enteran y lo ignoran porque “no quieren saber nada de ello”.
Así que no es extraño que la represión en Atenco el 3 y 4 de mayo de 2006 la pidieran y aplaudieran los gobernantes perredistas en el Estado de México.
El conflicto inició en el municipio de Texcoco, gobernado por el perredista Nazario Gutiérrez. Una docena de floristas reclamaban su derecho constitucional al trabajo, iban a vender flores el día de la Santa Cruz, el 3 de mayo. Como el gobierno municipal perredista y el estatal priista se negaban a dejarlos y ponían policías antimotines, el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra los apoyó.
Llegaron a un acuerdo (grabado en video) donde el gobierno estatal dice que los dejará vender y no habrá policía. No obstante, la policía llegó a impedir que vendieran, agredió a los floristas y al FPDT, entre ellos a Ignacio, los cercó militarmente (los robocops antimotines son en realidad militares con el nombre de “policía”) en una casa.
En respuesta a esa agresión fueron los bloqueos carreteros. Ya desde la represión el día 3 de mayo hubo detenciones arbitrarias, torturas y las primeras violaciones. Mataron de un balazo a Francisco Javier Cortés Santiago.
Entonces, aprovechando que las televisoras estaban satanizando al pueblo de Atenco, el presidente municipal de Texcoco pidió la intervención de las fuerzas represivas federales para controlar a los “revoltosos”, con un lenguaje similar al que usó el Congreso de Oaxaca contra la APPO, también pidiendo la intervención federal por “trastorno interior”, con las firmas de los presidentes de las bancadas de todos los partidos, incluida la falsa izquierda de Convergencia y el PRD.
El día 4, mientras la PFP golpeaba salvajemente, torturaba, violaba mujeres en Atenco, en las prensas de La Jornada se imprimían sendas inserciones pagadas del gobierno perredista de Texcoco y de la bancada legislativa del PRD en el estado de México, apoyando al gobierno foxista por “aplicar la ley”El desalojo violento del gobierno de Ebrard al plantón de la APPO, meses después, no es más que la misma línea represiva. Cuando la Otra Campaña se movió los días 4 y 5 de mayo, la policía del gobierno de la Esperanza reprimió a los estudiantes en la ENAH y Joel Ortega declaraba a la prensa “son unos cuantos jóvenes activistas, tenemos sus nombres y fotografías, son los mismos que actuaron en el foro del agua”. Cuando escuché esas declaraciones del encargado de seguridad del gobierno perredista, recordé que en el mitin del IPN le habían acusado de promover y financiar a los porros que atacan a los estudiantes del Poli.
Así que la sentencia de 67 años contra Ignacio del Valle, y contra Felipe Alvarez y Héctor Galindo, tiene un claro mensaje. Es la venganza de la clase política contra quienes se organizan de manera autónoma e independiente de los partidos que el poder económico (el visible y el invisible) financian y controlan (remember a Ahumada).
Luis Hernández Navarro escribió en La Jornada un artículo sobre “Presos políticos y de conciencia”, y señaló: “Los partidos políticos que se reclaman de izquierda se han desentendido del asunto. El Partido de la Revolución Democrática (PRD) ni siquiera se ha hecho cargo en serio de los militantes suyos que han perdido la libertad por participar en el movimiento contra Ulises Ruiz en Oaxaca. Algunos de sus dirigentes temen que la opinión pública los asocie con la violencia si defiende a los presos en serio.”
Pero se queda corto, los presos de conciencia y presos políticos de Atenco y de Oaxaca son responsabilidad de los tres partidos que pidieron y avalaron la represión de la PFP (como antes lo habían hecho en la UNAM, en 2000): PRI, PAN y PRD.Del PRI y el PAN es de esperarse, pero lo curioso del PRD es que no sólo deja abandonados a sus militantes y simpatizantes presos, sino que fueron sus gobiernos los que pidieron la fuerza policiaca para reprimirlos.Lo interesante es que ni la APPO de abajo ni el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra han sucumbido. Se están organizando, juntos.
Es muy factible una alianza entre los grupos agredidos por toda la clase política, por todos los gobiernos de todos los partidos, como la APPO, el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, los Panchos Villas Independientes, el EZLN y la gente que ya no cree en votar para elegir qué color tiene la orden de aprensión o el llamado a que la PFP te golpee.
Y para todos ellos, el nombre de Ignacio del Valle es un símbolo. Algún día, cuando nadie se acuerde de los Ebrard, Peña Nieto, Ulises, Sabines, el nombre de Ignacio del Valle seguirá significando lo que hoy significa: Dignidad.