Para Ignacio del Valle, Héctor Galindo y Felipe Alvarez: queridos compañeros, reciban un combativo saludo. Queremos decirles que estamos con ustedes, que nos han sentenciado no a prisión, sino a 67 años para luchar más fuerte y con más coraje, nos han sentenciado a una vida de lucha sin descanso. El mal gobierno nos ha puesto como ejemplo ante la sociedad de que si hablas y defiendes tus derechos serás encerrado, asesinado o desaparecido. Pero nosotros, compañeros, tenemos mucha dignidad y ninguno de sus métodos de represión les funcionará para lograr calmar nuestra lucha. La prisión también es una trinchera, en la cual están muchos compañeros dispuestos a buscar esa justicia que les ha sido negada. Todas las prisiones van a caer, y van a caer de adentro hacia afuera. No estamos solos, compañeros, allá afuera están todas aquellas personas de noble corazón e ideales fuertes, tanto afuera como adentro vamos a seguir luchando, que sepa el mal gobierno que la cárcel ya no detiene a nadie, que la cárcel es también un arma para luchar y derrocar al sistema, que su represión no puede más contra un pueblo indignado, unido y organizado. Mientras exista injustamente un solo preso, nadie es libre, debemos luchar hasta alcanzar esa libertad, una libertad y justicia para todos. Tenemos un compromiso y no vamos a detenernos.
Presos políticos del Molino de las Flores