Miramos con estupefacción los acontecimientos recientes en el país. La nota roja abunda en los diarios. Más preocupante aún es el escandaloso silencio en torno a la cotidiana represión contra el pueblo. El dolor de estos sucesos nos deja atónitos. Para muestra basta un pequeño listado de hechos recientes:
1) la condena de 67 años de cárcel a tres luchadores sociales;
2) el recrudecimiento del acoso paramilitar sobre las comunidades zapatistas en Chiapas;
3) los presos recientes de Yucatán y San Luis Potosí (cuyo único delito ha sido manifestar su desacuerdo frente a las decisiones del poder);
4) los presos de Atenco y Oaxaca (cuyos derechos humanos han sido sistemáticamente violados);
5) los retenes injustificados en las carreteras del país que amedrentan a los comandantes zapatistas y a quienes los acompañan en su gira por el norte del país;
6) los periodistas muertos y desaparecidos;
7) las ancianas violadas por militares, cuyo delito queda impune por órdenes del gobierno;
8) la propuesta de crear una fuerza de elite del Ejército que realice tareas policiacas;
9) el cúmulo de propuestas de ley (y las ya aprobadas) que están destrozando al país.
La lista podría seguir. Lo que no puede seguir es nuestro silencio. Por ello queremos usar este espacio para gritar nuestra rabia profunda, para manifestar la indignación que nos produce la criminalización de la lucha social y el terror como políticas de Estado.
Orlando Adame Villalobos, Axel Barceló, Mónica Barrón Echauri, Eréndira Cohen, Flor de María Cordero, Othón Cuevas, Eugenia de la O, Ireri de la Peña, Marta Durán de Huerta, Angeles Eraña, Maribel Galán, Manuel Fernández Guasti, Flora Guerrero Goff, Carolina Hope, Carlos Manzo (Concejo Ciudadano Unihidalguense), Amparo Martínez Arroyo, Francisco Mata Rosas, Elsa Medina, Víctor Mendiola, Adriana Mújica M., Mariana Peimbert y 46 firmas más