Georgina Saldierna y Blanche Petrich
Periódico La Jornada
El gobierno de México se encuentra a la espera de la decisión que tome Venezuela en torno a la petición de asilo político que presentó América del Valle Ramírez, integrante del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), para fijar su posición al respecto.
Fuentes de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) informaron lo anterior, al destacar que ya se iniciaron los contactos diplomáticos entre los dos gobiernos sobre el caso.
Mientras, América del Valle continuó ayer en la embajada de Venezuela, adonde llegó su madre, Trinidad Ramírez, para llevarle una muda de ropa.
Ramírez no pudo ingresar a la sede diplomática, pero responsables de ésta le informaron que atenderán todas las necesidades de su hija.
En declaraciones a La Jornada, la madre de América dijo que va a acatar todas las instrucciones del embajador, Trino Alcides; que será paciente y esperará la resolución del gobierno de Hugo Chávez, pues comprende la posición en que se encuentra.
América del Valle pidió asilo a Venezuela con el argumento de ser perseguida política. Lo hizo después de pasar cuatro años como fugitiva de la policía y permanecer aislada de su familia.
Sobre la activista social pesa la acusación de secuestro equiparado en agravio de funcionarios del estado de México, durante los incidentes ocurridos en San Salvador Atenco a principios de 2006. Por este mismo cargo, su padre, Ignacio del Valle, fue sentenciado a 112 años de prisión.
En una carta, América del Valle explicó que decidió pedir asilo político a la administración de Hugo Chávez porque no está dispuesta a permanecer más tiempo escondida y acosada.
“Ya son más de cuatro años así y la situación no tiene visos de cambiar. Por ahora mi única alternativa para recuperar la libertad es acogerme al asilo político de un gobierno realmente democrático y del pueblo solidario con la rebeldía de sus hermanos en otras tierras.”
