Diversos organismos de DH presentaron un informe sobre los hechos de mayo de 2006, y solicitaron al máximo tribunal que establezca responsabilidad a altos mandos.
Matilde Pérez y Notimex
México, DF. La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) tiene en sus manos la posibilidad de resolver una injusticia flagrante con el caso de los 12 presos de San Salvador Atenco y con ello contribuir a distender el clima de inseguridad, tensión y miedo que hay en el país, asentó Adolfo Gilly en la presentación del informe "12 presos por la defensa de la tierra", elaborado por Centro de Derechos Humanos Agustín Pro, Servicios y Asesoría para la Paz (Serapaz), el Centro de Derechos Humanos Fray Francisco de Vitoria y el Seminario de Acompañamiento Psicosocial.
Emilio Álvarez Icaza, ex presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, expuso que el caso muestra la administración de la venganza por el abuso del derecho penal.
Por su parte, el presidente del Fray, Miguel Concha Malo, aseguró que lo que se espera es que el máximo tribunal del país establezca responsables.
Explicó que la SCJN no debe señalar sólo a mandos medios e inferiores como los responsables de las violaciones graves a las garantías individuales, sino también a las autoridades superiores que causaron esos hechos en San Salvador Atenco y Texcoco, en mayo de 2006.
En el Centro Universitario Cultural, Concha Malo opinó que durante el proceso que se hizo contra los integrantes del Movimiento en Defensa de la Tierra existieron muchas irregularidades, además de la detención arbitraria de las personas.
El delito de secuestro equiparado por el que fueron sentenciados los integrantes de ese movimiento se basa en el Artículo 259 del Código Penal del estado de México, que a su parecer está destinado a castigar a los integrantes de los movimientos sociales.
El activista dijo que no se pide que se enjuicie a las 12 personas aún presas por otro delito, como motín o coacción, ya que son tantas las irregularidades e inconsistencias que a su ver los juicios seguirían siendo injustos.