- ‘‘Los recientes informes del GIEI sobre nuestros hijos nos dan la razón’’, expresan
- ‘‘Las autoridades se estaban burlando de nosotros’’, dice el normalista sobreviviente Omar García
Blanche Petrich
Periódico La Jornada
Jueves 24 de septiembre de 2015, p. 4
Jueves 24 de septiembre de 2015, p. 4
A pocas horas de volver a ver al presidente Enrique Peña Nieto, como hace un año, los padres y madres de los estudiantes desaparecidos y asesinados de Ayotzinapa y una comisión de normalistas de la escuela rural acuden ‘‘indignados con el gobierno’’, pero ‘‘fortalecidos’’ por sentir que los informes recientes que presentaron el Grupo Interdisciplinarios de Expertos Independientes (GIEI) y el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) han ‘‘inclinado la balanza a nuestro favor’’, asegura Omar García, dirigente del colectivo estudiantil, sobreviviente de los ataques del 26 de septiembre en Iguala.
‘‘Nos dan la razón. Confirman lo que tanto le quisimos decir a la población, al mundo entero: que las autoridades se estaban burlando, que no hacían las investigaciones de manera seria, que era irresponsable la búsqueda que emprendieron la Gendarmería y el Ejército, que se nos estaba revictimizando y estigmatizando a través de los medios de comunicación.’’
Decisión difícil
Reconoce que la decisión de volver a acudir a una audiencia con el mandatario ha sido muy criticada dentro del colectivo de Ayotzinapa –padres, maestros y estudiantes– y entre las organizaciones. ‘‘Nos dicen: para qué ir si ya tenemos la experiencia de los 10 puntos que Peña firmó y no cumplió. Pero creemos que, con copete o sin copete, es el representante del Estado mexicano y nosotros necesitamos exigirle que los expertos se queden de manera indefinida; necesitamos dos fiscalías independientes que se encarguen de continuar la investigación y la búsqueda, el castigo a los responsables de los asesinatos y desapariciones y también a los culpables del encubrimiento, a quienes inventaron la versión del basurero de Cocula. Eso también es un delito.’’
Esa audiencia con el Presidente, que se realizará en el Museo Tecnológico, marca junto con las movilizaciones, que se esperan masivas, el primer aniversario de la noche de Iguala.
A pesar del tiempo transcurrido, y de que la intensidad de las protestas perdió fuerza con los meses, Omar García asegura que las dos consignas muy radicales, ‘‘Fuera Peña’’ y “Fue el Estado’’, que resonaron los primeros meses, siguen vigentes. ‘‘Tienen vigencia. Nuestra demanda principal es que encuentren a nuestros compañeros desaparecidos. Pero también pedimos la no repetición de los hechos. Y ha seguido pasando: Apatzingán, Ostula, la Narvarte. Es muy claro: el Estado mexicano no puede ni quiere garantizar que esto no vuelva a ocurrir. Tenemos que cambiar al gobierno’’.
Y esa es la clave de la legitimidad que tiene su movimiento: ‘‘Muchos de los que nos apoyan lo hacen, sí por nuestros compañeros, pero también porque es una coyuntura que abre la oportunidad de cambiar el país. A un año, Ayotzinapa es factor de unidad, porque puede ser un punto de no retorno, porque ha ido ahí adonde no han ido otros, ha dicho lo que no han dicho otros. O sea, luchar por los desaparecidos es luchar por una transformación’’.
Una transformación que cambió la vida a centenares de guerrerenses. Y a todo un plantel, la Normal Rural.
Pero contra lo que critican algunos líderes de opinión, Ayotzinapa sigue siendo un plantel con vida académica. ‘‘Hay gente que nos quisiera ver todos los días en clase. Eso es lo que quisiéramos nosotros. Pero lo que no entienden es nuestra la realidad. Somos una escuela en lucha, una comunidad en lucha. En tiempos de lucha no es posible llevar una vida cotidiana normal, como la lleva el resto de la gente. Si no es el aula la que lo enseña todo. Además del programa de estudios está la vida, está el movimiento. Cuántas cosas hemos aprendido este año que nunca hubiéramos sabido si nos quedamos cruzados de brazos’’.
Pese a todo, Omar asiste a clases, como todos los demás. Ha pasado a quinto semestre y le faltan dos años para terminar su carrera de maestro de primaria.
–¿Qué representa para ustedes contar con el respaldo de dos organizaciones de prestigio internacional, como el GIEI y el EAAF?
–El que haya dos instituciones independientes coadyuvando en la investigación es importantísimo. La clave está en que son independientes. Cuántos casos en México ha habido de desaparición forzada o de asesinatos extrajudiciales sin que las víctimas contaran con el punto de vista alternativo de uno o dos grupos independientes. Siempre prevalece la versión del Estado, que mantiene la hegemonía en las investigaciones.
‘‘Ahora tratan de desprestigiar al Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes diciendo que no son serios, que no son mexicanos, que aquí no tiene nada que ver la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en los asuntos internos del país. Ahora sí les preocupan los asuntos internos, ahora sí quieren cuidar la soberanía.’’
(Versión completa de la entrevista en lajornadaenlinea)