Mexicanos luchan por
mantener viva la llama de su causa
Armando G. Tejeda
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 19 de septiembre de 2015, p. 10
Sábado 19 de septiembre de 2015, p. 10
Madrid.
Ciudadanos mexicanos –la mayoría estudiantes de posgrado en universidades españolas– se unieron a diversos colectivos de defensa de los derechos humanos para exigir
justiciay una
reparación reala las víctimas de la represión del 26 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero, cuando desaparecieron 43 normalistas de Ayotzinapa.
Estamos aquí porque es una herida abierta y porque queremos rendir homenaje a todas las víctimas de la violencia de Estado en México, explicaron sus organizadores, que luchan por mantener viva la llama de la causa y los lazos de solidaridad con los familiares de los desaparecidos.
En la librería Traficantes de Sueños, los integrantes del colectivo Madrid 43 Ayotzinapa anunciaron diversas acciones para recordar a la comunidad internacional que hace un año se perpetró en México una de las masacres más graves de los lustros recientes contra la comunidad estudiantil en nuestro país y, lo más grave, que
hasta hoy no se ha hecho justicia ni ha renunciado nadie a su cargo y, para más indignación, se ha impuesto una verdad oficial plagada de irregularidades y contradicciones, explicó América López, politóloga que difundió testimonios grabados de los padres de los estudiantes logrados durante su estancia en Guerrero.
El colectivo de mexicanos realizarán una jornada a fin de recaudar fondos para las familias afectadas; además, llevarán a cabo varios actos informativos en las calles de Madrid para recordar a la opinión pública lo que ocurrió en México hace un año.
Marcos Roitman, profesor de sociología de la Universidad Complutense y experto en América Latina, acompañó a los estudiantes mexicanos durante la sesión informativa y de debate, en la que señaló que “seguramente, si viviese, Jorge Luis Borges incorporaría a su Historia universal de la infamia a Enrique Peña Nieto, Jesús Murillo Karam y a todos aquellos que han participado en la masacre de Ayotzinapa”.
El catedrático reconoció que estaba
exhaustodespués de haber leído las más de 500 páginas del informe oficial de la represión en Ayotzinapa, del que destacó que en éste se admite que durante esos días en realidad se perpetraron graves violaciones a los derechos humanos de 180 personas, la mayoría jóvenes y menores de edad.
Mientras, América López reconoció que ella misma es de Guerrero y que siempre han estado en su memoria los actos de persecución ideológica, de desaparecidos, de represión.
Por eso queremos hacer un llamado a la comunidad internacional, a la opinión pública española y europea a no callar. A mantener vivos los lazos de solidaridad con las familias afectadas, que han seguido de pie en su lucha y no han desfallecido en su exigencia de justicia.