■ Pagando 8 mil pesos, Doroteo Blas Marcelo evitará pisar la cárcel
Israel Dávila (Corresponsal)
Toluca, Méx. 2 de mayo. Doroteo Blas Marcelo, elemento de la Agencia de Seguridad Estatal, fue condenado este viernes a tres años y dos meses de prisión por el delito de actos libidinosos cometidos contra las mujeres detenidas en San Salvador Atenco en mayo de 2006. No obstante, el uniformado no tendrá que pisar la cárcel pues, al estar tipificado como delito no grave en el Código Penal mexiquense, la pena es conmutable por el pago de 8 mil 427 pesos.
Israel Dávila (Corresponsal)
Toluca, Méx. 2 de mayo. Doroteo Blas Marcelo, elemento de la Agencia de Seguridad Estatal, fue condenado este viernes a tres años y dos meses de prisión por el delito de actos libidinosos cometidos contra las mujeres detenidas en San Salvador Atenco en mayo de 2006. No obstante, el uniformado no tendrá que pisar la cárcel pues, al estar tipificado como delito no grave en el Código Penal mexiquense, la pena es conmutable por el pago de 8 mil 427 pesos.
La resolución la dictó hoy el juez primero de Tenango, Tomás Santana Malváez, quien consideró que se pudo acreditar la responsabilidad de Blas Marcelo en abusos de orden sexual contra las detenidas.
Doroteo Blas Marcelo fue el único policía estatal consignado por la procuraduría mexiquense por los ataques sexuales contra al menos 26 de las mujeres detenidas en los operativos de Atenco.
Estos abusos fueron confirmados por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, en cuya recomendación exigió a las autoridades estatales hacer una investigación más profunda y encontrar a los responsables.
La procuraduría estatal mantiene detenida la investigación con el pretexto de que si las víctimas no colaboran para identificar a sus agresores, difícilmente se podrá castigar a los responsables.
De acuerdo con los relatos de las víctimas, los abusos se cometieron durante el trayecto de San Salvador Atenco al penal de Santiaguito, en Almoloya de Juárez, que duró más de seis horas, cuando la distancia entre ambos lugares no es mayor a 120 kilómetros.
Las víctimas fueron obligadas por los policías que realizaban el traslado a ponerse los suéteres en la cabeza para impedir ser reconocidos. Aquella que no obedecía, se le propinaba una paliza, dijo una de las mujeres detenidas.
A dos años de los acontecimientos, a Blas Marcelo se le imputó la comisión de actos libidinosos, delito tipificado en el articulo 270 del Código Penal mexiquense como la menor de las faltas de orden sexual.
El ahora sentenciado nunca pisó la cárcel durante el proceso que se le instruyó, gracias a un amparo que le concedió la justicia federal para evitar ser detenido.
Al igual que 21 policías más que fueron consignados por abuso de autoridad, fue asesorado por la Agencia de Seguridad Estatal durante el proceso.
En febrero pasado el mismo juez exoneró a 16 policías estatales. En aquella resolución, el juez Tomás Santana dio cumplimiento a un amparo directo otorgado por la justicia federal en que se consideró que no había responsabilidad de los uniformados por la mala integración del expediente que turnó la procuraduría mexiquense.
Solo cuatro efectivos –uno de policía estatal y tres municipales de Texcoco– siguen sometidos a proceso penal por abuso de autoridad, aunque están a la espera de que se resuelva un amparo para ser absueltos.