(english version click here) LA IMPUNIDAD ES UNA PARTE DE LA TORTURA
Hoy se cumplen dos años de los acontecimientos represivos que sufrió la población de San Salvador Atenco, un pueblo cercano a la capital de México, como respuesta por la lucha civil contra varios proyectos económicos en la zona. Desde varios años atrás el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) había protestado de forma pacífica por la construcción de un aeropuerto en sus tierras y finalmente consiguieron la paralización del proyecto. En 2006 , cuando se produjeron los acontecimientos represivos, el FPDT apoyaba la lucha de los vendedores locales que se oponían a la construcción de un gran centro comercial WalMart que acabaría con sus pequeños negocios.
El operativo policial, autorizado por el gobierno federal, estatal y local -lo cual implica la participación y acuerdo de los tres partidos políticos mayoritarios en México: PRI; PAN y PRD- estaba constituido por unos 3000 efectivos de la policía militar que reprimieron a 300 personas.
Como resultado del operativo se produjeron dos muertes, una de ellas de un niño de 14 años que murió por el disparo de una bala de un policia, numerosos allanamientos de morada, maltratos y mas de 200 personas fueron detenidas y torturadas. 47 mujeres fueron sufrieron tortura sexual por parte de los policías.
En este operativo una ciudadana española fue detenida , torturada y posteriormente deportada irregularmente de México. En ningún momento hubo pronunciamiento alguno por parte del estado español en ninguna de sus instancias. Entendemos que esta actitud tiene que ver con que existen numerosos tratados comerciales entre México y España que no conviene "ensuciar" con noticias sobre violaciones de derechos humanos. Ejemplo de esto es la reapertura en Atenco, del proyecto del nuevo Aeropuerto de Ciudad de México, cuya construcción llevarán a cabo las españolas OHL, FCC y Abertis.
El 25 de Enero se presento una denuncia en la Audiencia Nacional española por el caso de San Salvador Atenco.
A día de hoy ningún policía ni cargo público ha sido penado por estos hechos, ni se ha realizado investigación alguna en la República Federal Mexicana para que estos hechos se investiguen a pesar de las numerosas recomendaciones al respecto efectuadas por Amnistía Internacional, la Comisión Civil Internacional de Derechos Humanos y un sin fin de organizaciones de derechos humanos, juristas, organizaciones civiles etc. La agresión sufrida por el pueblo de Atenco no ha sido reparada en ningún sentido sino todo lo contrario, 16 personas siguen en prisión y mas de 100 de los detenidos están procesados por delitos de los cuales no se ha aportado prueba alguna.
La tortura sexual orientada en este caso principalmente contra las mujeres no fue un hecho espontáneo, ni tampoco es un hecho aislado en la larga historia de la represión contra movimientos sociales y políticos. La tortura sexual es una estrategia a orientada a humillar y desmovilizar sobretodo a las mujeres, con un gran impacto en las personas y comunidades que la sufren. Dentro de nuestras sociedades patriarcales y cristianas, donde la sexualidad -en particular la femenina-ha sido algo vigilado, controlado y pasivizado, la tortura sexual intenta producir un fuerte impacto en la autoestima de las mujeres y de su entorno, intenta silenciar, producir vergüenza, intenta que las propias mujeres se culpabilicen por lo que les ha ocurrido y se alejen de las calles y de la protesta. Eso es precisamente lo que no queremos hacer, lo que no queremos que ocurra, y por eso gritamos muy alto lo que pasó y la impunidad en la que permanecen estos hechos. Por eso nos encontramos desnudas ante la violencia de un estado y la complicidad de otro.