César Arellano García
Periódico La Jornada
Viernes 12 de octubre de 2018, p. 5
Viernes 12 de octubre de 2018, p. 5
El Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) será un fracaso porque técnicamente Texcoco es el peor sitio para construirlo. La superficie tiene riesgo de hundimientos, debido a que está en una zona lacustre. Durante el Foro Ciudadano Informativo, investigadores y especialistas hablaron sobre los impactos ambientales generados por la nueva terminal aérea, entre otras causas, por la devastación de más de 80 cerros.
Josefa González Blanco, próxima secretaria de Medio Ambiente, sostuvo que no tiene una postura en favor o en contra del NAIM e hizo un llamado a la población para que escuche la opinión de los especialistas con la finalidad de estar informados antes de la consulta ciudadana de finales de octubre.
“Lo que debemos hacer todos los ciudadanos es informarnos con los expertos para adoptar decisiones racionales con base en la ciencia y la realidad. Mi papel es convocar a los conocedores. No tengo una postura ni en favor ni en contra porque estamos escuchando.
Debemos ser maduros y responsables. Este es un foro ciudadano informativo. Nuestro interés es el medio ambiente y la paz social; es lo que debemos tener en mente más allá de intereses, posturas o colores.
González Blanco hizo un llamado a
cuidar el país y el medio ambiente que tanto amamos, porque este espacio geográfico nos une a todos. Venimos a escuchar a los expertos y valoramos su opinión. Después nos formaremos la nuestra sobre cómo votaremos, en favor o en contra del aeropuerto, reiteró ante los asistentes en el Club de Periodistas.
Fernando Córdova, biólogo por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y doctor en ecología, aseguró que el proyecto del NAIM
va a fracasar porque si se construye una obra de esta magnitud sobre una locación pésima en términos de estabilidad del suelo, habrá problemas constructivos, pero los ingenieros perjuran que se pueden resolver y no hay problema con el hundimiento. El punto es a qué costo.
En tanto, Magdalena Colunga García Marín, bióloga egresada de la UNAM y quien estuvo a cargo de la gerencia de protección ambiental en Aeropuertos y Servicios Auxiliares en 1996, señaló que en el caso de la Base Aérea de Santa Lucía no cuenta con información suficiente que le permita evaluar y contrastar el impacto ambiental de la operación simultanea con el actual aeropuerto.