- Razzias incluyeron lugares cercanos a Texcoco y Atenco
- Salieron “totalmente libres”, pero los hostigan policías
- Madres de dos menores denuncian extorsión
Javier Hernández Alpízar, Almoloya de Juárez, Estado de México.- La represión cometida por las policías municipales de Texcoco y Atenco, así como la Agencia de Seguridad del Estado de México (ASES) y la Policía Federal Preventiva (PFP), durante los días 3 y 4 de mayo de 2006, no se limitó a esos dos poblados. Las razzias, en las cuales detuvieron a personas que pasaban por la calle (operativo similar al de la Guadalajara panista en la represión contra jóvenes), en lugares como la gasolinera de Tocuila, afectaron a personas de diversos poblados aledaños como Chiconcuac y Acuexcomac (de donde era Francisco Javier Cortés Santiago, de 14 años, muerto por una bala calibre 38, de las que usa la policía estatal, como reconoció la Comisión Nacional de Derechos Humanos, disparada “a menos de 70 centímetros de distancia” del joven, según pruebas de criminalística: La Jornada, 18 de mayo).
Al igual que en Guadalajara, en Texcoco y Atenco algunos detenidos son jóvenes, varios menores de edad. Fueron alzados por la policía por el solo hecho pasar por la calle, golpeados, algunos hasta el desmayo, torturados, trasladados a separos como los baños de la PFP, junto a la gasolinería de Tocuila, y posteriormente recluidos en el penal de Santiaguito, donde pasaron una noche, pese a ser menores de edad en una cárcel para adultos, y luego llevados a la cárcel para menores de 18 años que lleva el eufemístico nombre de “Escuela Rehabilitadora para Menores Infractores, Quinta del Bosque”, en Zinacantepec, dirigida por la licenciada Silvia Preuss Winfield.
La Jornada del 7 de mayo mencionaba un número de 9 menores de edad apresados: “Los remitidos son Roberto Carlos Vital Ramírez, Jonathan Sánchez Núñez, Ireli Herrera González, Alejandro Sánchez de la O, Christian Vázquez Cuadra, José Ignacio Abundio, Daniel Zamudio Reséndiz, Omar Uribe Zavala y Gregorio Pomposo Muñoz.”
Reconstruimos parte del horror sufrido por estos menores gracias a testimonios de las madres de dos de los jóvenes detenidos, torturados, acusados de “secuestro equiparado”, liberados después de que los padres pagaron una extorsión (no necesitaban fianza, salieron inocentes) de 15 mil pesos por detenido (fueron más de nueve, piensan las madres, entre ellos una chica). Uno de los menores quedó mal de sus facultades, quizá a consecuencia de las golpizas y lo dejaron ir simplemente una noche, como a las 8 PM, según testimonio de uno de los liberados. Los detenidos fueron alzados por la policía los días 3 de mayo, en las inmediaciones de Texcoco, y 4 de mayo, en Atenco. Fueron saliendo en fechas diversas. Los declararon libres de todo cargo, inocentes. Los hijos de las entrevistadas salieron, como dice la boleta textualmente: “total y absoluta libertad”.
Pese a ello, siguen siendo hostigados por la policía, al igual que algunos de los mayores, especialmente algunas de las chicas que denunciaron violaciones sexuales. EL 29 de junio, La Jornada reportó la liberación de José Ignacio Abundio Abundio, Gregorio Pomposo Muñoz, Omar Uribe Zavala y Daniel Zamudio Reséndiz, porque no se les comprobó responsabilidad en delito alguno. En la misma nota del corresponsal Israel Dávila se menciona a quienes habían sido liberados antes: “Jonathan Sánchez Núñez, Ireli Herrera González, Alejandro Sánchez de la O y Christian Vázquez Cuadra, al comprobarse que tampoco tenían responsabilidad.” (La Jornada, 29 de junio)
En el caso de algunos jóvenes, de 17 y 16 años, son citados como “testigos de cargo” en contra del preso de conciencia en La Palma Ignacio del Valle, violando toda lógica, pues si los jóvenes no estuvieron en los hechos presuntamente delictivos, no pueden saber nada de lo que haya o no ocurrido. A la experiencia traumática de las cotidianas golpizas prácticamente desde su detención hasta salir del penal para menores, se suma la de tener que presentarse como “testigos” en una audiencia en el penal de máxima seguridad de la Palma, en Almoloya de Juárez, lugar calificado por defensores de los derechos humanos como “cárcel de exterminio de la personalidad”, con lo cual los acusadores tratan de usar el impacto psicológico para ver si los chicos inculpan a los presos de conciencia.
El 24 de mayo, a las 10 de la mañana, algunos de los jóvenes serán interrogados como presuntos testigos contra Ignacio del Valle, del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, de San Salvador Atenco, defendido por la abogada Bárbara Zamora. Los nombres de cuatro de los chicos detenidos y luego liberados de todo cargo, el 29 de junio según dos de las madres, son Christian, Alejandro, Roberto Carlos y Jonathan.
Entre quienes estuvieron en el tutelar para menores –aseguran- se hallaba un bebé de meses de edad, arrebatado a una de las floristas de Texcoco durante la golpiza de la policía a los vendedores. A los jóvenes detenidos, los policías les pegaban porque “golpearon a nuestros compañeros”, les decían que eran órdenes del gobernador Peña Nieto, uno de ellos pasó todos sus días de reclusión en la enfermería, y denuncian que pese a estar lastimados de pies o piernas, los encadenaban para que “no escaparan”.
Hasta ahora no han tenido la ayuda médica y psicológica necesarias, tampoco se han tomado sus testimonios como pruebas de la tortura (el titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, José Luis Soberanes, ha dicho ante la prensa que la Procuraduría General de la República es conocida como “Torturaduría” General de la República), excepto el caso de Ignacio Abundio.
No obstante se les cita como “testigos de cargo” en un penal cuidado por policía militar fuertemente armada, a pesar de que las audiencias, por ley, deben ser públicas y, en ese caso, deberían ser en el penal de Santiaguito, kilómetro 4.5 de la carretera de Toluca a Almoloya, donde están los otros 27 presos de conciencia detenidos en Texcoco y Atenco.
Madres de menores de Atenco piden apoyo
el 24 de octubre hay una audiencia en el penal de la Palma en Alomoloya de Juárez, es con Ignacio del Valle, su abogada Bárbara Zamora y llaman como “testigos de cargo” a dos menores expresos de conciencia, Roberto Carlos de 17 años y Alejandro Sánchez de la misma edad.
Los chicos salieron libres de todo cargo, pero muy afectados por la tortura y ahora los intimidan citándolos a declarar contra Del Valle en el tenebroso penal de la Palma.
Familiares de los chicos pidieron apoyo al Plantón de Santiaguito, y se dijo que en efecto, como cada que hay audiencia, la gente que llegue de Atenco, del Plantón y compas solidarios que quieran ir a apoyar a estos compitas y a Nacho del Valle, irán en el autobús o vehículos que vayan los de Atenco.
La cita es enconces el 24 de octubre, a las 8:30 AM en el Plantón de Santiaguito, kilómetro de la carretera Toluca Almoloya.
¡Viva Atenco Digno!
¡Pesos políticos libertad!