miércoles, diciembre 12, 2012

LIBERTAD para Alejandro Lugo Morán / Bryan Reyes Rodríguez



‎"¡Se le recrimina porque es un hombre de pelo largo!, ¡se le recrimina porque es un hombre con tatuajes!, ¡¿por qué se le detiene?!", cuestiona con enojo y empapada en lágrimas.

La mujer refiere que Alejandro Lugo Morán -de quien las autoridades ni siquiera tienen correctamente el nombre pues lo llaman Alejandro Lugo Moreno- es un mecánico automotriz de 34 años de edad, pilar de su familia, pues la mantiene a ella, a una hermana y a dos sobrinos.

Su único error, asegura, es habitar en las proximidades de donde ocurrieron los disturbios.

"Alejandro vive en la calle de Abraham González 14, a una o dos calles de la Glorieta de Colón", expresa la mujer alzando entre sus manos las identificaciones personales de su hijo.

"Sale a la calle con su esposa para ir a comer, los acontecimientos lo hacen que se detenga exactamente en la Glorieta de Colón en el camellón... viene todo lo de gases lacrimógenos y él busca resguardarse en un estacionamiento ubicado en Ignacio Ramírez 10. Se meten los granaderos, lo empiezan a jalonear, él empieza a manotear para defender a su esposa".

El hombre fue detenido y llevado ante la agencia 50 del Ministerio Público, sin embargo, los policías falsearon información.

"Dicen que lo detienen en la Alameda. ¡Mentira señores, mentira! ¡Es una mentira todo!", sostiene Yolanda en la conferencia de prensa donde familiares de las 14 personas encarceladas por los disturbios del 1 de diciembre dieron a conocer sus testimonios y evidenciar las detenciones arbitrarias y abusos cometidos por autoridades.

La pasión de Bryan Reyes Rodríguez son las melodías.

Antes de ser detenido y torturado por granaderos, el estudiante de 26 años de la Escuela Nacional de Música lograba su manutención con su guitarra, pero también brindaba esperanza a gente en etapa terminal de cáncer a quienes visitaba dos o tres veces por semana para tocarles canciones.

"Se iba a tocar a un café, a otro, por eso lo conoce tanta gente. Su vida es la música y si encima de ello tenía algo para comprarse sus cuerdas, para sus pasajes, para poder sobrevivir era mejor", cuenta su mamá, María del Carmen Rodríguez.

"Muchas veces yo decía qué triste ha de ser tener un familiar en la cárcel. Hoy señores con orgullo les digo que mi hijo está preso por una injusticia, por tener el valor suficiente de querer vivir, de querer ser un gran músico, una persona diferente", sostiene.

Bryan fue interceptado a las 10:00 de la mañana en el Centro Histórico, trasladado al ministerio público de la Delegación Cuauhtémoc y luego al juzgado 11.

"Como fue detenido muchísimo antes de que empezaran los disturbios no supieron qué hacer con él y lo fueron a refundir.

"El sábado, por estar parado en el lugar equivocado, en el momento equivocado, lo persiguen, lo golpean, lo desnudan en la calle, le dan toques eléctricos, lo amenazan con una pistola que lo van a matar y entonces se entrega. ¡Unámonos!", apremió.