Elio Henríquez (Corresponsal)
San Cristóbal de Las Casas, Chis., 30 de agosto. Con obras de teatro, poesía, exhibición de videos y música, integrantes de La otra Jovel y La Zezta Internacional, adherentes de La otra campaña, protestaron por la reciente condena de 45 años de cárcel a Ignacio del Valle, dirigente del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) de San Salvador Atenco, estado de México.
Durante el acto efectuado este sábado en la plaza catedral de la ciudad, los activistas, por varias horas, exigieron su liberación y la de los otros miembros de la agrupación. “Si defiendes tu tierra, tu casa, tu trabajo te pueden dar 100 años de cárcel, pero al violador, al corrupto no le pasa nada”, manifestaron.
Añadieron que la sentencia de 67 años de cárcel, y la más reciente de 45 años contra Del Valle tienen connotaciones políticas y es un aviso a todos aquellos que luchan legítimamente por los derechos de los pueblos.
“No es ninguna casualidad que (a los integrantes del FPDT), se les fabrica el delito de secuestro y la sentencia se haga pública precisamente el mismo día en que el presidente (Felipe Calderón) y los tres niveles del mal gobierno se reunieron para ‘tratar’ asuntos de seguridad pública, incluyendo el tema del secuestro”, afirmaron.
Agregaron que “ellos son en realidad los responsables de la agresión ocurrida en Atenco y Texcoco hace dos años y medio; son los que están en el poder local, estatal y federal y no aquellos que hoy son condenados injustamente”.
La libertad no es una limosna
Los aproximadamente 50 integrantes de la otra campaña se instalaron junto a la cruz de madera de la plaza catedral poco antes del mediodía. Colocaron una carpa y varias mantas que llamaron la atención de turistas nacionales y extranjeros, así como de habitantes de la ciudad. “La libertad no es una limosna, es nuestra exigencia”, se leía en uno de los lienzos.
A las 14 horas, un funcionario del municipio con dos policías pidió a los manifestantes que se retiraran, a lo que éstos respondieron que no lo harían, que no tenían por qué pedir permiso para ejercer su derecho de exigir la liberación de sus compañeros.
“Sólo estamos manifestando el dolor y el coraje del pueblo reprimido y golpeado de San Salvador Atenco”, dijo Dámaso Villanueva, de La Otra Jovel, por lo que pudieron continuar con la protesta.