José Antonio Román
Periódico La Jornada
Miércoles 10 de febrero de 2016, p. 3
Miércoles 10 de febrero de 2016, p. 3
Con el dictamen del Equipo de Argentino de Antropología Forense (EAAF) suman ya dos los peritajes independientes que echan por tierra la llamada ‘‘verdad histórica’’ defendida por el gobierno federal, en el sentido de que los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos fueron ejecutados e incinerados en el basurero del municipio de Cocula.
El primero se dio en septiembre de 2015, cuando el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes descartó tajantemente la versión de cinco de los perpetradores encarcelados de que los 43 estudiantes habían sido quemados en una hoguera hasta quedar totalmente calcinados.
En ese entonces se trató de una conclusión a la que se llegó gracias al peritaje llamado de ‘‘dinámica de fuego’’, realizado por el experto peruano en ciencias del fuego, José Torero, quien acudió al basurero de Cocula el 12 de julio de 2015.
‘‘Ese evento, tal como ha sido descrito, no pasó’’, dijo el 6 de septiembre Francisco Cox, uno de los cinco integrantes del grupo de Expertos, en la presentación del informe final de su primer mandato.
En ese dictamen, que ya desmentía al elaborado por la Procuraduría General de la República (PGR), se demostró que se necesita un espacio de 12 por 2.5 metros para incinerar 43 cuerpos, y que produciría una llama de al menos siete metros, con un penacho de humo de más de 300 metros. Los habitantes de Cocula habrían visto una columna de humo de 280 metros. Este era uno de los múltiples cálculos y datos científicos que discrepaban de la versión de la PGR.