- Envía un mensaje de impunidad, destaca el obispo de Saltillo
- El Estado
atrofió la vía de estos jóvenes
, asegura sobre los 43
Héctor Briseño y Sergio Ocampo
Corresponsales
Periódico La Jornada
Martes 9 de febrero de 2016, p. 14
Martes 9 de febrero de 2016, p. 14
El tema de los desaparecidos de Ayotzinapa
es un mensaje para toda la nación, sin duda, es mantener la impunidad y sobre todo crear el horror entre la gente, consideró el obispo de Saltillo, Coahuila, Raúl Vera, quien terminó ayer su visita de dos días al estado de Guerrero.
La desaparición de los normalistas de Ayotzinapa
me estremece el corazón, al saber que estos jóvenes se preparaban para servirle a este país en las zonas rurales, dijo en el municipio de Tecoanapa, luego de encabezar la Marcha por la vida, la verdad y la justicia, en la que participaron indígenas mixtecos, entre ellos viudas de la matanza de El Charco, ocurrida en 1998; profesores y dos padres de estudiantes de la Normal de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala, en septiembre de 2014.
Sostuvo que la desaparición de los 43 estudiantes
viene del Estado Mexicano, que atrofió la vía de estos jóvenes. Me indigna y me mueve a seguir luchando. También afirmó que
en el estado de Guerrero habitan los más pobres de los pobres de nuestro país, pero también están los que pueden cambiar a este país.
Posteriormente, entrevistado en el aeropuerto de Acapulco, después de que se reunió con el gobernador Héctor Astudillo, Vera López afirmó que
como defensores de derechos humanos somos coadyuvantes del orden social. Planteamos las necesidades que tienen organizaciones sociales y las comunidades con las que tenemos contacto. Somos una mediación para que esto se atienda.
Sostuvo que
en Guerrero se vive lo que en todo México sabemos, violaciones a los derechos humanos, mucha pobreza, hay cada vez una situación más restringida para los pobres. Destacó que
Guerrero vive un contexto peor de México, al cual llamó
el país más destruido de la Tierraentre aquellas naciones donde no se libran guerras.