Por: Edgar Rosas / 10 febrero, 2016
(10 de febrero, 2016. Revolución TRESPUNTOCERO).- Ahora fue el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF); a más de un año de darse a conocer la “verdad histórica” de Murillo Karam, este grupo de expertos desmintió la versión oficial en torno al caso de los 43 normalistas, y aseguró que la madrugada del 27 de septiembre de 2014 no existió un incendió en el basurero de Cocula, por lo que los estudiantes no pudieron ser incinerados en el lugar, así como lo han sostenido las autoridades federales.
Este martes, los integrantes del EAAF, acompañados de los familiares de los estudiantes desaparecidos, dieron a conocer su dictamen pericial sobre el basurero de Cocula, en donde destacan que no hay evidencia de que en el sitio se haya presentado fuego con las condiciones necesarias para una incineración en masa.
Los resultados obtenidos por el EAAF se suman a las conclusiones que el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) -designado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para coadyuvar en el caso- presentó hace unos meses; así como al informe realizado por un grupo de académicos, encabezados por el Dr. Jorge Antonio Montemayor Aldrete y el Mttro. Pablo Ugalde, en donde se desmiente lo dicho por la PGR, y con pruebas científicas se descarta la versión sobre la incineración de los normalistas.
El estudio realizado por el EAAF estuvo a cargo de 26 peritos especializados en: arqueología, antropología, criminalística, entomología y botánica forense, balística, dinámica de fuego, interpretación de imágenes satelitales, odontología forense, genetista y especialistas en trauma óseo. El trabajo duró más de un año y contó con la colaboración de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos para conseguir imágenes satelitales.
Entre las conclusiones arrojadas por el peritaje, el EAAF enfatizó que no hay elementos científicos que relacionen los restos encontrados en el basurero con los estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos. Además que pusieron en tela de juicio el origen de las bolsas negras localizadas en el río San Juan, en donde se halló el único resto identificado hasta el momento que pertenece a Alexander Mora Venancio.
“Sin evidencia de incendio”
El EAAF expuso que hay diversos elementos que dan cuenta que el 27 de septiembre por la madrugada no se registró un incendio en el basurero de Cocula.
En primera instancia señaló que la vegetación del lugar no presenta la evidencia física de haber sido expuesta a altas temperaturas, como debió ser si se en verdad hubo fuego para incinerar 43 cuerpos.
“Al examinar la vegetación circundante al basurero, el EAAF concluyó que no se encontraron señales de fuego abundantes en dichas plantas como tendría que haber sido el caso de ocurrir un fuego de grandes magnitudes; de hecho, el peritaje muestra que la mayor parte del follaje circundante no mostró señales de haber sufrido los efectos del calor ni signos de haberse decolorado o marchitado. Igualmente, la pericia en botánica concluyó que en la zona del basurero donde se afirma ocurrió la quema se encontraron plantas que empezaron a crecer entre junio y agosto del mismo año -es decir, meses antes del 26 de septiembre-, las cuales en su mayoría no muestran señales de haber sido expuestas al fuego, siendo el caso que de haber existido un incendio necesariamente habrían resultado incineradas.”
Aunado a lo anterior, los expertos detallaron que en el sitio donde la PGR asegura fueron quemados los cuerpos, subsisten 17 tocones (la parte del tronco de un árbol que queda unida a la raíz) sin muestras de haber sido expuestos a altas temperaturas.
“El EAAF analizó 17 tocones ubicados en el basurero. Estos fragmentos de tronco pegados a la raíz que permanecen visibles en el suelo después de que el tronco es cortado en sus secciones superiores, no presentaron efectos de calor significativos, aun cuando se encuentran justo en el sitio donde la PGR afirma que los cuerpos habrían sido quemados. Los tocones no presentaron los daños que les habría causado un incendio de grandes dimensiones. A partir del análisis de uno de estos tocones, el EAAF concluye categóricamente que: ‘[…] la madrugada del 27 de septiembre de 2014 no hubo un fuego de las dimensiones necesarias para la quema de 43 personas. Si eso hubiese ocurrido, el tocón se hubiese consumido’.”
Por otro lado, el EAAF destacó que desde 2010 en el basurero de Cocula se han presentado múltiples incendios, por lo que, no es posible asociar toda la evidencia recabada a un solo hecho. Además enfatizaron que hay muchas contradicciones entre la evidencia física y los testimonios de los supuestos responsables de incinerar a los 43 normalistas desaparecidos.
“Restos de por lo menos 19 personas”
Mercedes Doretti, integrante del EAAF, detalló que durante el peritaje se hallaron los restos óseos de por lo menos 19 personas. Expuso que ninguno de estos corresponde a los normalistas; además que han sido depositados en diversos momentos y no forman parte de un mismo hecho.
Aunado a lo anterior, la experta manifestó que los huesos hallados se encuentran severamente fragmentados -en donde no pasan los 2cm x 2 cm- y con evidencia de estar alterados térmicamente, elementos que dificultan su reconocimiento.
“El dictamen concluye que todos los restos óseos recuperados están alterados térmicamente y severamente fragmentados, lo que imposibilita la realización de análisis genéticos en la mayoría de ellos; además, el peritaje determina la existencia de restos animales mezclados entre los restos humanos.
“En el mismo sentido, el peritaje documenta la existencia de restos no correspondientes a los estudiantes; por ejemplo, el EAAF encontró una prótesis dental unida a un fragmento de mandíbula, incluyendo la raíz, que no se corresponde ni con la historia clínica de ninguno de los estudiantes ni con la asistencia dental a la que ellos accedían en sus lugares de origen.”
Doretti señaló que el hallazgo de estos restos pertenecientes a 19 personas debe verse en el contexto de desapariciones que se ha dado en la zona de Cocula e Iguala.
“Es importante que no sólo pensemos en los 43, sino en el contexto general de desaparición de la zona, en donde a partir de la desaparición de los 43 se presentaron denuncias de casi 300 personas desaparecidas en los últimos cuatro años. Y que la PGR y de Guerrero han recuperado más de 130 restos en Iguala y Cocula”, dijo.
La integrante del EAAF apuntó que es importante destacar que en el basurero se hallaron restos que claramente no corresponden a los normalistas. Explicó que además de huesos de animales, se halló una prótesis dental.
Aunado a lo anterior habló sobre el fragmento óseo que permitió la identificación del normalista, Alexander Mora Venancio. Además de poner en tela de juicio el origen, dijo que la muestra ósea era inusual. Cabe recordar que al momento del hallazgo de los restos-contenidos en una bolsa negra encontrada en el río San Juan- los integrantes del EAAF no estaban presentes, por lo que supone una posible alteración de las autoridades.
“La única identificación que hay sobre los restos es la de Alexander Mora Venancio, a través de una muestra que proviene de una bolsa. Es importante señalar que esta muestra es inusual en su tamaño, mucho más grande a las encontradas en el basurero y las halladas en la propia bolsa donde supuestamente salió el fragmento con el que se identificó al normalista. También es inusual que prácticamente no presenta alteración térmica, exposición al fuego”, puntualizó. .
Por otro lado, el EAAF detalló que una de las irregularidades detectadas es lo referente al materia balístico encontrado en el basurero. Detallaron que la mayoría pertenece a armas largas, cuando los detenidos acusado por la PGR señalan que utilizaron armas cortas.
Miguel Navia, integrante del EAAF, detalló que en el sitio se encontraron 132 casquillos, los cuales pertenece a 32 distintas tipos de armas de fuego. Reiteró que la mayoría de estos fue disparado con armas largas, lo que contradice la versión de los acusados, quienes aseguran que en el lugar asesinaron a varios estudiantes con armas cortas.
“Insistir en la versión del basurero de Cocula es un distractor”
Melitón Ortega, padre de Mauricio Ortega -uno de los normalistas desaparecidos- exigió a la PGR aceptar el dictamen del EAAF y conducir la investigación por las nuevas líneas planteadas por el GIEI. Subrayó que la insistencia de las autoridades sobre la versión del basurero no es más que un intento para distraer del problema de fondo.
“Lo que queremos decirle al gobierno, que insiste en hacer otro peritaje en el basurero, que para nosotros eso es un distractor, algo que pretende engañar al pueblo, a los padres. Exigimos que el gobierno respalde esta información, y por tanto exigimos que se investiguen las nuevas líneas. Ese es el planteamiento, que dejen de estar diciendo que tienen que hacer otro peritaje en el basurero cuando es claro que ahí no pasó nada; que se continúen con nuevos elementos de los informes del GIEI y del EAAF”, dijo.
Por su parte, Santiago Aguirre, subdirector del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), advirtió de una posible campaña de desprestigio ante el dictamen del EAAF. Subrayó que el peritaje fue realizado por 25 expertos de diversas naciones “con las más altas credenciales”.
Los padres de familia, así como sus representantes legales exigieron castigo a los funcionarios responsables de crear la versión del basurero de Cocula, y mantenerla como única verdad. Pidieron que se concentren los esfuerzos institucionales en las nuevas líneas y aceptar el derrumbe de la “verdad histórica”.