Eso afirmó la titular de la oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para Derechos Humanos, Louise Arbour, después de reunirse el martes en México con organizaciones sociales y de derechos humanos.
"En México el tema de la impunidad es el mayor reto que hay que enfrentar y derrotar. Es preocupante el caso de los feminicidios, donde el sistema de justicia no protege a las mujeres", explicó Arbour.
Estoy preocupada por esta situación de criminalización de la protesta social porque una democracia siempre debe proteger los derechos de las minorías, de los sectores más desprotegidos, de los marginados y discriminados", expreso la representante de la ONU.
Las organizaciones sociales comentaron a la especialista que la criminalización de la protesta se traduce en detenciones arbitrarias, medidas excepcionales de régimen carcelario, violaciones al debido proceso y torturas.
Arbour y los organismos civiles conversaron sobre las violaciones de mujeres en Atenco a manos de la policía, la represión de militantes atermundistas en Jalisco, la represión policial en Oaxaca, los militantes sociales desaparecidos y la militarización de Tamaulipas.
Los grupos de la sociedad civil señalaron que la reforma de la justicia penal propuesta por el presidente Felipe Calderón es "violatoria de los derechos humanos porque eleva a rango constitucional el arraigo, permite los allanamientos sin orden judicial y crea un subsistema de excepción para personas acusadas de pertenecer a la delincuencia organizada".