- La esposa de Ignacio del Valle reaparece para excarcelar a sus compañeros presos
- La persecución policiaca contra al menos 10 familias se mantiene, lo que nos obliga al exilio interno, denuncia
- Afirma que poco a poco la búsqueda de justicia vence al miedo
BLANCHE PETRICH
María Antonieta Trinidad Ramírez saldrá de la clandestinidad para encabezar este sábado un acto político del FPDT en San Salvador Atenco Foto: Carlos Ramos Mamahua
Este sábado 25 de noviembre, después de permanecer escondida y a salto de mata durante casi siete meses, María Antonieta Trinidad Ramírez del Valle, La Trini, regresa a San Salvador Atenco. "A una casa que es mía, aunque esté toda destruida. A un pueblo que es mi pueblo. ¡Y lo hago porque quiero ver a mis hijos América y Alejandro, quiero ver fuera de la cárcel a mi hijo César, a mi esposo Ignacio, a mis compañeros y compañeras!"
Es la esposa del líder del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra Ignacio del Valle, preso en La Palma de Almoloya, sujeto a un proceso por presunto "secuestro equiparado" por el cual puede ser sentenciado a más de 50 años de cárcel. Es la madre de César del Valle, detenido en Santiaguito de Almoloya por la misma causa; la mamá de América y Alejandro del Valle, prófugos con órdenes de aprehensión.
Durante los días agitados después de la ocupación policiaca de Atenco, el 3 y 4 de mayo, las autoridades mexiquenses mencionaban, entre los nombres de una larga lista, a Trinidad Ramírez como una de las perseguidas con orden de aprehensión. Ahora su abogado defensor Leonel Rivero ha constatado que ella no figura como presunta culpable en ninguna de las averiguaciones previas abiertas contra los atenquenses.
Por lo tanto, ella reitera: "Sí, voy a salir de esta situación de clandestinidad que ha sido como un asilo interno. ¿Por qué tenemos que salir de lo que es de nosotros; por qué tenemos que renunciar a nuestra familia, nuestras tierras, cuando sabemos que tenemos la razón, que el derecho es nuestro?"
Este sábado 25 habrá acto político del FPDT en San Salvador Atenco. Y ahí estará la Trini. "Desde el principio lo dijimos y lo seguimos sosteniendo: somos inocentes, no somos delincuentes. Lo único que hicimos es luchar por nuestros derechos y por ello ser reprimidos. Ahora también lo dicen los organismos de derechos humanos". Leer nota completa de La Jornada.