mar, 09 dic 2014 12:08
México, DF. Defensores de derechos humanos y periodistas ponen su vida y su libertad en peligro luchando por los derechos humanos, y siguen sufriendo intimidación, acoso y violencia en América Latina y el Caribe, señaló Amnistía Internacional (AI) en un nuevo informe publicado este martes.
El documento, titulado "Defender Derechos Humanos: Necesario, Legítimo y Peligroso", que se presenta el Día de los Defensores y las Defensoras de los Derechos Humanos", ofrece una perspectiva general de la situación de quienes defienden derechos humanos en la región y se centra principalmente en más de 200 casos de ataques sobre los que AI ha actuado en los dos últimos años.
En lo que se refiere a México, la organización destacó cómo en el país "se utilizan los sistemas judiciales para reprimir a quienes defienden los derechos humanos e impedir su trabajo".
Un ejemplo de ellos es el caso de Bettina Cruz Velázquez, integrante y cofundadora de la Asamblea de los Pueblos Indígenas del Istmo de Tehuantepec en Defensa de la Tierra y el Territorio (APIITDTT) en México, quien desde 2011 se enfrentó a cargos penales infundados de privación ilegal de la libertad y delitos contra “el consumo y riqueza nacional”.
"Su único delito ha sido proteger los derechos de los pueblos indígenas en relación con la construcción de un parque eólico en sus tierras. Actualmente esta a la espera que la Procuraduría General de la República no apele la decisión que determinó que los cargos eran infundados", indicó AI.
De igual manera, el informe destaca los "altos de violencia y represión" contra quienes trabajan cuestiones relativas a la tierra, el territorio y los recursos naturales, derechos de las mujeres y niñas, de lesbianas, gays, bisexuales, transgénero o intersexuales y sobre los derechos de las personas migrantes, así como contra periodistas y sindicalistas que defienden los derechos humanos.
“La trágica realidad es que muchas de las personas que defienden los derechos humanos en América Latina y el Caribe sufren persecución y ataques constantes como represalia por su trabajo. En diversos países hemos observado un incremento, inquietante y vergonzoso, del nivel de violencia y represión que padecen estas personas", indicó Erika Guevara Rosas, directora del Programa para América de Amnistía Internacional.
“Resulta angustioso contemplar el tipo y la frecuencia de los cobardes intentos por silenciar e intimidar a quienes trabajan para arrojar luz sobre los abusos contra los derechos humanos. Y aun así, estas admirables personas siguen luchando, incluso ante semejante represión. Es imperativo que los dirigentes de América redoblen sus esfuerzos y hagan más para proteger a quienes defienden los derechos humanos", recalcó.