- Miembros de la AMACC demandan castigo a los culpables
- Piden no sólo atacar los efectos de la corrupción, sino también sus causas
Integrantes del Colectivo Popular Revolucionario Magori protestaron ante centros comerciales en la ciudad de Chilpancingo, en demanda de la aparición de los 42 normalistas de Ayotzinapa. Asimismo, convocaron a los ciudadanos a consumir en mercados localesFoto Rubicela Morelos
De la Redacción
Periódico La Jornada
Domingo 14 de diciembre de 2014, p. 7
Domingo 14 de diciembre de 2014, p. 7
Integrantes de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas (AMACC) se sumaron a la demanda de justicia por la desaparición de los 43 normalistas de la Escuela Normal Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa y exigieron que los autores materiales e intelectuales sean juzgados, al igual que
todos aquellos servidores públicos que por sus omisiones y desinterés posibilitaron esta barbarie.
En un pronunciamiento firmado por Blanca Guerra, Diana Bracho, Jorge Fons, María Rojo, Luis Estrada, Arcelia Ramírez, Daniel Giménez Cacho, Gerardo Taracena, Leticia Huijara, Julieta Egurrola, Bruno Bichir, Inna Payán, Dolores Heredia, Guillermo del Toro, Valentina Leduc, Juan Carlos Rulfo. Paul Leduc y Damián Alcázar, entre muchos otros miembros de la AMACC, se refiere que para
llevar a México a un cambio verdadero y profundose deben realizar
muchas y muy radicales acciones.
Resaltan que urge un país en el que
campeen la democracia, la justicia, la oportunidad de desarrollo para todos y donde sea posible la unidad nacional, pues sólo de esa forma
habremos dado el primer paso para acabar con los malesque lo tienen postrado.
Remarcan que
quienes han asumido la responsabilidad de conducir la vida pública en todos los órdenes de gobierno tienen la obligación de hacer bien su trabajo, siempre por el bien de la sociedad y no por el suyo propio.
Comentan también que
atacar la impunidad y la corrupción no significa solamente atacar sus efectos, sino sobre todo ir tras sus causas.
¿Cómo creerles a quienes hablan de eliminar estos males, que son sistémicos en nuestro país, pero no reconocen la tragedia que genera la pobreza, participando en la reproducción de un esquema de administración que fomenta y protege la inequidad? ¿Cómo creerles a quienes hablan de respeto a los derechos humanos y los violan en su más auténtico significado? ¿Cómo sobrevivir con cordura en un país lleno de dobles discursos?, preguntan.
Asimismo, señalan que
desde los trágicos acontecimientos de Iguala, Guerrero, nada logra dar reposoa las conciencias de los mexicanos, las que ya de por sí han sido
perturbadas por una realidad que no empieza el 26 de septiembre y que sabemos no acabará cuando exista una respuesta a estos fatales acontecimientos, porque para entonces seguirán faltando respuestas a muchos más fatales acontecimientos que atraviesan el corazón de México.
Por todo esto demandan saber
quién cavó tantas y tantas fosas y quién jaló los gatillos y quién ordenó hacerlo y quién mandó a callar y quién se calló por terror o por complicidad.