Se busca anular la credibilidad de los padres de familia. "El gobierno está mandando a hablar a la última fila institucional con credibilidad que le queda", sostiene el historiador.
En entrevista para Noticias MVS primera emisión, señaló que el discurso del almirante no va a pasar como una pieza de lo mejor del discurso político mexicano, pues no está bien articulado, ni tiene importancia si está enojado o no.
“Lo importante es la descalificación que se hace de los padres de familia de los (43) normalistas, porque aquí se dice implícitamente: ellos no hablan por sí mismos, no son capaces de hablar por sí mismos, tienen un vocero… bueno, el vocero es uno de ellos, para empezar. Pero lo que está diciendo el almirante secretario es que la manipulación es de un grupo, que desde luego está poniendo en tela de juicio lo que hace el gobierno federal, eso es inaceptable“, expuso.
Esto le recuerda al historiador el ambiente propio de la Guerra Fría, cuando se hablaba de grupos que manipulan, que atacan a la nación, ahora no llegó a tal grado pero casi llegó a esa frontera.
Meyer consideró que se intenta desacreditar la posición de los padres de Ayotzinapa, porque ahora en México no queda institución formal con la credibilidad suficiente y “el único núcleo que tiene credibilidad y legitimidad son los padres de familia”.
“Desde el gobierno se está diciendo no lo crean, no son ellos, son otros”, apuntó.
Agregó que se está tratando de restarle credibilidad a esta fuerza (padres de Ayotzinapa) que salió de la nada y que ha llegado a retar al Presidente, con una institución con credibilidad como la Marina.
Recordó que previamente el secretario de la Defensa también hizo comentarios en el mismo sentido que los del secretario de Marina.
“Dos secretarías para que inicien el contraataque, que se hace no en el mundo de la realidad, no encontrando a los 42 que aún se buscan, sino rebajando o tratando de anular la credibilidad de los padres de los estudiantes”, comentó.
La pregunta es si los secretarios de la Fuerzas Armadas hablan por ellos mismos o son los voceros del gobierno federal, indicó Meyer.
“En efecto no son los secretarios de Marina y del Ejército los idóneos para meterse en este muy enmarañado momento político mexicano”, aseveró.
Además, recordó que el secretario de la Marina opinó hasta de las elecciones en Guerrero, como si fuera -dijo Meyer- Secretario de Gobernación.
“Mi interpretación es que se tomó a secretarías con dosis de credibilidad mayor que los partidos, el Congreso e incluso mayor que la Presidencia”, consideró.
“Hay un descontrol, pero si fuera el caso que actuaron por sí mismos los dos secretarios encargados de la fuerza, pues entonces quiere decir que ya se le fue completamente de las manos el control de la vida política al más alto nivel al gobierno mexicano, se le fue al Presidente, a su Secretario de Gobernación, que sería el par que tendría que estar haciendo las declaraciones”, concluyó.