Quitaban propaganda; trifulca con policías duró media hora
Cerca de las 17:30 horas de ayer policías antimotines desalojaron a padres de familia de los 43 normalistas de Ayotzinapa y a estudiantes en el punto conocido como libramiento a TixtlaFoto Sergio Ocampo
Sergio Ocampo
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 30 de mayo de 2015, p. 12
Sábado 30 de mayo de 2015, p. 12
Chilpancingo, Gro.
Policías antimotines estatales desalojaron violentamente a padres de familia de los 43 normalistas de Ayotzinapa y a estudiantes de ese plantel cuando retiraban propaganda en el punto conocido como libramiento a Tixtla. Los alumnos respondieron con piedras y palos; se estima que la trifulca duró alrededor de 30 minutos.
Eran las 17:30 horas cuando los padres de familia arribaron a las instalaciones de la policía municipal, donde ya los estaban esperando 100 policías antimotines que les lanzaron gases lacrimógenos. Los estudiantes respondieron con piedras y palos, sin que hasta el momento se sepa si hubo heridos. El enfrentamiento causó pánico entre vecinos de la calle Belisario Domínguez y de la colonia Lomas de San Mateo, quienes gritaban que se retiraran. Finalmente los estudiantes regresaron a la normal y los policías al cuartel.
Toman la caseta
Por otra parte, alumnos de ocho normales públicas de Guerrero tomaron durante cuatro horas la caseta de cobro de Palo Blanco de la autopista del Sol México-Acapulco para exigir la presentación de los 43 normalistas de Ayotzinapa y demandar que el gobierno federal les otorgue plazas de maestro a los más de 700 egresados.
Los dirigentes, que dijeron formar parte del Frente Unido de Normales Públicas del Estado de Guerrero (Funpeg), arribaron alrededor del mediodía a ese lugar, donde dieron paso libre a los automovilistas. Minutos después llegaron unos 600 policías federales antimotines en 17 autobuses y unas seis patrullas, encabezados por José Luis Solís López, quien advirtió a los manifestantes que si no se retiraban de la caseta serían desalojados.
Uno de los dirigentes del Funpeg explicó que exigen al gobierno federal el otorgamiento de plazas.
Se habla ahora que hay 5 mil aspirantes, además de los más de 3 mil egresados de las normales públicas y privadas.
Sin embargo, recordó que el gobierno sólo está ofreciendo para los egresados 163 plazas.
Lo cierto es que en Guerrero hay 10 mil plazas de maestros sin techo presupuestal, y ahora se pretende que se otorguen las nuevas plazas por la vía de las jubilaciones. Los manifestantes responsabilizaron al subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda, y al gobernador Rogelio Ortega de cualquier represión en su contra.
Después de tres horas de amenazas de desalojo, finalmente se presentó el delegado de la Secretaría de Gobernación en Guerrero, Eric Ibarra, quien les dijo que el 2 de junio representantes del gobierno federal recibirán en Acapulco a un grupo de inconformes.