Con engaños el gobierno compra tierras, dicen
E. Méndez y J. Salinas
Reportero y corresponsal
E. Méndez y J. Salinas
Reportero y corresponsal
La comunidad de San Salvador Atenco sembró ayer con maíz blanco la hectárea de tierra que Ignacio del Valle, preso y sentenciado a 112 años de cárcel, heredó de su padre, Miguel del Valle Rosas, quien murió el 14 de junio de 2008. “Hoy sembramos granos de maíz por la libertad de todos los que han luchado”, dijo la esposa de Nacho, María Trinidad Ramírez, antes de iniciar la labor.
Así, pues, el hecho de cultivar la herencia paterna también constituyó un mensaje hacia el presunto proyecto “ecológico” del gobierno de Felipe Calderón, que con la presión ejercida por funcionarios de la Comisión Nacional del Agua, ha comenzado a comprar terrenos en las comunidades al norte de San Salvador, hasta en un millón y medio de pesos por hectárea. Y la intención es adquirir 2 mil 500.
“Se trata de un proyecto aborrecible, porque es otra artimaña de los gobiernos para quedarse con las tierras, y ya han comprado desde Santa Isabel, casi toda la región”, cuenta Bernardino Cruz, quien estuvo exiliado desde mayo de 2006, hasta hace tres meses que obtuvo un amparo contra la orden de aprehensión girada en su contra.
Los comuneros que han asistido a las reuniones “informativas” de la Conagua relatan que el argumento es levantar un corredor ecológico para reducir las tolvaneras, de rescate hidrológico, pero se sabe que en realidad la intención es construir un aeropuerto.