Siempre he pensado en el 10 de mayo como una fecha puramente comercial. Sin embargo, para muchas personas se ha convertido en una fecha simbólica, visitas a panteones, misas, etc. Jacinta pasó el 10 de mayo en la cárcel, las mujeres de Atenco también, al igual que muchas otras, las cuales tienen como delito haber nacido con conciencia o haberse tropezado con ella. Las mujeres que en vano han buscado a sus hijos desde los tiempos de la guerra sucia –¿ya terminó?–, a todas ellas un reconocimiento y, desde luego, no debemos olvidarlas sólo porque no aparecen en un comercial absurdo en la televisión.
Norma Sosa, ama de casa