sábado, mayo 09, 2009

En Atenco nos avasallaron, no nos derrotaron: América del Valle


En la cárcel, condiciones infrahumanas: Héctor Galindo

Por Guadalupe Gómez QuintanaMéxico DF, 8 mayo 09 (CIMAC).- América del Valle, del Frente de Pueblos en Defensa de la México Tierra y autoexiliada por ser “perseguida política del Estado mexicano”, envió a través de organizaciones de la sociedad civil un comunicado al cumplirse tres años del operativo policíaco en San Salvador Atenco, Estado de México, donde se violaron derechos humanos de la ciudadanía y se cometió tortura y violación sexual contra mujeres.

El operativo, donde intervinieron policías de los tres niveles de gobierno, se realizó el 3 y 4 de mayo de 2006, con el fin de desalojar a comerciantes floristas, en el contexto de la protesta campesina por el intento del Gobierno federal y local de construir un aeropuerto, lo que implicaba la expropiación de terrenos de la comunidad.
Dirigido a “Compañeros del Comité Libertad y Justicia para Atenco, compañeros solidarios de México y todo el mundo”, el comunicado de América del Valle, cuyo padre es líder del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) y enfrenta una condena prácticamente perpetua, señala que “de acuerdo con sus posibilidades”, sigue cada esfuerzo para lograr la liberación y justicia para Atenco, lo cual agradece, pues “nos llena de dignidad, fortaleza y esperanza”.

Sobre el aniversario del operativo, donde fueron torturadas y abusadas sexualmente 19 mujeres mexicanas y cuatro extranjeras, Del Valle señala “nos avasallaron, mas nunca nos derrotaron; nos han condenado a cadena perpetua, ignorando que nuestro espíritu sigue libre, con bríos para seguir luchando, pues sobran razones para no rendirnos a pesar de los barrotes y la persecución”.

Y considera que la “exoneración de los represores (entre los que señala a Luis Echeverría Álvarez, Enrique Peña Nieto, Ulises Ruiz, Mario Marín) que les concede el sistema de injusticia, no es suficiente para quedar absueltos ante la historia y el pueblo”. Señala asimismo que se hace urgente y necesaria la organización y unidad “de los de abajo”, pues “la situación nacional se pone cada vez peor, no sólo por la crisis económica internacional --producto de la voracidad insaciable de los dueños del dinero--, también por el crimen organizado enquistado en el Estado”.

Afirma que mientras “allá, en las calles, en las escuelas y universidades, en las fábricas y los barrios, ustedes se organizan, discuten el "qué hacer", aquí, en la trinchera del exilio o en la cárcel, nosotros resistimos de pie también con nuestras tareas”. Y agradece, al final de su carta, “a cada rincón del mundo por sus manos y voces solidarias” y a quienes conforman el Comité Libertad y Justicia para Atenco.

ILEGALIDAD, IMPUNIDAD E INJUSTICIA

Por su parte, Héctor Galindo Gochocoa, detenido en el operativo policíaco de Atenco y condenado a 67 años y medio de prisión, recluido en un Penal Federal de Máxima Seguridad Número 1, señala también en un comunicado, que a tres años de “aquel mayo rojo de 2006” las cosas siguen igual que al principio, pues al caso Atenco lo sigue caracterizando la ilegalidad, la impunidad y la injusticia. El también abogado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) hace un recuento de daños: “los asesinos, los violadores, los allanadores de domicilios, los golpeadores, los torturadores, siguen bajo el manto protector de instituciones obsoletas e ineficaces”.

A tres, años, dice, los autores materiales de estos hechos recibieron una palmadita y un cheque de impunidad de la Suprema Corte de Justicia; los autores materiales perpetradores directos de tal brutalidad, tampoco han sido castigados, no hay un solo policía o militar en la cárcel. Señala que el gobierno apostó a que después de tres años los hechos estarían en el olvido y habría servido el “escarmiento” contra el pueblo de Atenco, pero se equivocan, ya que “el pueblo no olvida y cada vez, más sectores de nuestra sociedad, actores, actrices, artistas, intelectuales, periodistas, académicos, grupos etcétera, se han sumado a la exigencia de “justicia y libertad para Atenco”.

Agradece asimismo la solidaridad y participación y hace un llamado a las organizaciones a la unidad, reconocer diversas formas de lucha y de pensamiento, a adoptar una actitud crítica y constructiva. Rindamos, dice “homenaje al pasado con palabras y al presente con nuestros actos”.

LA CÁRCEL

Héctor Galindo denuncia también las condiciones “inhumanas” en que viven los presos de Atenco en el Penal de Alta Seguridad: “comemos en 3 minutos, nos bañamos en otros 3, permanecemos encerrados 23 horas del día bajo la incesante luz de un foco que jamás se apaga, siempre bajo órdenes como quítese la camisa, quítese la playera, levante sus manos, de la vuelta, quítese el pantalón, bájese los calzones, bájese el prepucio, enséñeme los testículos, quítese los calcetines y zapatos, vístase, ¡ah!, pero primero haga 3 sentadillas…”.

Más que un Centro Federal de Readaptación Social, señala el detenido, “es un Centro de Exterminio cuyo encarcelamiento busca matar... por la insalubridad, la desasistencia cotidiana, la agresión psicológica constante, la tortura física y psicológica que siguen existiendo, las faltas de respeto, los ataques a la dignidad, con un goteo permanente de injusticia sobre injusticia, de carencias médico-sanitarias, de aislamientos”.

Todo ello, afirma, con el fin de deteriorar el cuerpo y la mente. Incluso, detalla, “hasta la visita familiar se me ha negado, cerrándome la posibilidad de dar un abrazo y recibir un beso de mi querida madre, de mi padre o hermanos”. Sin embargo, “no me han doblegado, sigo firme en mis ideales y todas las humillaciones y castigos las enfrentamos con dignidad. Mi corazón rebelde y universitario sigue inquebrantable, la cárcel no me ha doblegado, por el contrario, me ha hecho más fuerte que nunca”.

Afirma su seguridad en que, con el apoyo de quienes están afuera, “todos convergeremos en un solo frente, ya que nuestro pueblo echará abajo las condenas de cadena perpetua que se nos ha impuesto y nos devolverá a los perseguidos” y detenidos: América, Adán, Juan Carlos, Román, Jorge, Alejandro, Narciso, Rodolfo, Edgar, Eduardo, Cesar, Pedro, Oscar, Nacho y Felipe. Así como el recuerdo de Alexis Benhumea, muerto durante el operativo.

ATENCO EN LOS ÁNGELES, CALIFORNIA

En tanto, en Los Ángeles, California, Estados Unidos, el miércoles pasado la Danza Mexica Cuauhtémoc estuvo presente enfrente del Consulado Mexicano de esa ciudad, para denunciar la represión policiaca militarizada en Atenco y para exigir la libertad de los presos políticos no solamente de Atenco, sino a todos los presos y presas del país.

A partir de las 18 horas, con el sonido del caracol, del huehue, sonajas y huehuetzin, la Danza convocó a la comunidad cercana al Consulado a que se unieran a la conmemoración de los hechos violentos y la represión Atenco, cuando policías de los tres órdenes de gobierno desalojaron a comerciantes de flores y reprimieron a la ciudadanía y a las y los integrantes del FDPT.

Frente al Consulado también se repartieron volantes donde se explicaba la razón de la protesta y la represión de que fueron objeto las y los ciudadanos en 2006. La y el orador denunciaron la represión, las violaciones sexuales contra las mujeres detenidas y deportadas y hablaron sobre las condenas recibidas por los dirigentes del FDPT. Esta acción, explicaron, es parte de la campaña nacional e internacional por la libertad de los presos políticos de Atenco. El Consulado en Nueva York, dijeron, fue cerrado el martes como parte de esta campaña y alrededor del mundo se exige la liberación de los presos políticos.