Reportaje: Magdalena García Durán • Mazahua detenida en 2006
- Sin bienes de fortuna, sin estudios y sin utilidad semanal”, la consideró un juez ; en consecuencia, era culpable del supuesto secuestro de seis policías, ninguno de los cuales la acusa. Amnistía exige su liberación por falta de pruebas.
Foto: Diego Osorno
4-Septiembre-07
Para el Poder Judicial en México, Magdalena García Durán es una mujer “sin bienes de fortuna, sin estudios y sin utilidad semanal”, en otras palabras, pobre. Y como consecuencia, según el juez penal del Estado de México, Jaime Maldonado Salazar, “se desprende que es simpatizante” del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, “cuya finalidad es trastocar el orden social”.
Cosa de enfoques.
Para la organización británica defensora de derechos humanos, Amnistía Internacional, después de la visita a México de su secretaria general, Irene Khan, hay elementos suficientes para asegurar que Magdalena García Durán es “la única presa de conciencia” que existe en México.—Soy una mazahua de aquí mismo, del Estado de México.
Yo, la verdad, lo que me doy cuenta y me queda claro es que estamos aquí por cuestión política. No es jurídico porque nos están inventando cosas que no hicimos. El gobierno me sorprende. La verdad, me sorprende mucho. Como indígena yo no fui a la escuela. No sé leer ni escribir. Pero el propio gobierno promueve proyectos de capacitación de los indígenas para que éstos puedan defender sus derechos. Y ahora en este día me sorprendo de que pese a tantas capacitaciones que me brindaron para defender los derechos de los indígenas, ahora estoy encarcelada.
La mujer está en la cárcel desde el 4 de mayo de 2006 acusada de secuestrar a seis policías estatales en San Salvador Atenco.
Los seis uniformados retenidos durante los disturbios del 3 y 4 de mayo de 2006 —Óscar Prado, Horacio Aguirre, Adrián Alemán, David Guzmán Sosa, Carlos Alberto Hernández y Felipe Cruz— ni siquiera han presentado denuncias contra los procesados. En ningún momento han sido presentados ante los defensores de los detenidos.
Tras ser buscados por MILENIO para que dieran su versión sobre el caso, dos policías contestaron que no tenían nada contra García Durán y los otros cuatro no quisieron hablar porque dijeron que ni siquiera sabían quién era ella.
—¿Por qué digo defender los derechos de los indígenas? Porque hay muchas cosas que realmente se da uno cuenta. Uno sale de su comunidad porque no hay trabajo. Existe mucho la extrema pobreza. En caso de mi comunidad —San Antonio Pueblo Nuevo— es muy alto el índice de pobreza. Salimos. Nos migramos.
O salimos para el Distrito Federal y llega uno a lo mismo: cuántos niños tienen cerradas las puertas de las escuelas porque no saben hablar español, es por eso que los rechazan para recibir un estudio. A ellos no les brindan la educación porque son indígenas, porque no saben hablar bien el español. Cuántos hospitales están cerrados para la gente pobre, la gente indígena, por no contar dinero para pagar para sentar y acostarse de una cama de esos hospitales. Cuántos niños en vez de estar en la escuela están en los jardines, están afuera del Metro acostándose afuera y se duermen tapándose con cartones. Cuánta gente viene de fuera que no cuenta un espacio, una vivienda digna. Su espacio para dormir es la calle, su espacio para dormir arrinconándose como si fueran un animalito.
De acuerdo con el índice AI: AMR 41/028/2006, elaborado por Amnistía Internacional, Magdalena fue arrestada arbitrariamente en San Salvador Atenco.
La organización internacional escribió un reporte especial entregado a Felipe Calderón y al gobernador mexiquense, Enrique Peña Nieto, en el cual asegura que la detención de la mazahua es motivada políticamente y totalmente injustificada.
“De acuerdo con la información recopilada, las autoridades han fallado en suministrar evidencias que prueben su participación en los crímenes que se le imputan y las pocas pruebas que existen son probablemente fabricadas. Amnistía considera que Magdalena García Durán es, por tanto, presa de conciencia y hace un llamado para su inmediata e incondicional liberación”.
La organización internacional refiere que el 4 de mayo de 2006 varios policías sacaron a Magdalena García Durán del vehículo en el que había viajado a Atenco, la golpearon y patearon repetidas veces, luego le ataron las manos, le cubrieron la cabeza y la forzaron a acostarse encima de otros detenidos que ya se encontraban en los vehículos que les estaban esperando. Durante el viaje en la prisión, los oficiales varias veces la amenazaron con matarla “como a perro”.
Cuando ya estaba en prisión, miembros de la Procuraduría mexiquense entrevistaron a los detenidos, y personal médico y forense registró las heridas. A pesar de que era evidente que García Durán había sufrido severos golpes, le ofrecieron paracetamol y únicamente registraron una herida en su pierna. Ella le informó a un investigador oficial que no sabía ni leer ni escribir español, pero su derecho a tener un traductor no fue señalado nunca en ningún momento durante el proceso judicial.
—Y entonces, la verdad, cuando uno exige un derecho de vivienda digna, exige un espacio digno para ganar la vida digna porque a nosotros como indígenas nos han enseñado nuestros padres, nuestros abuelos a ser dignos: el trabajo se gana con el sudor de la frente. No robar, no arrebatarle a la gente lo que tiene. Y ahora me queda claro que por levantar mi voz, por estar diciendo, ahora estoy aquí, encarcelada, creándome delito que desconozco. Es una injusticia que ya no puede esconder bajo un tapete, la extrema pobreza. Tampoco puede esconder bajo de un tapete cuando hablan.
Se dice que la palabra mazahua proviene del nombre del primer jefe de este pueblo que se llamó Mazatlí-Tecutli. Otros aseguran que se deriva del náhuatl mázatl, “venado”, o bien de Mazahuacán, “donde hay venado” que es el nombre del lugar de origen de este pueblo.San Antonio Pueblo Nuevo es uno de los principales centros culturales de esta etnia a la que pertenece Magdalena.
Hay poca gente viviendo por aquí. Casi todos se van al Distrito Federal. Las mazahuas no son algo tan extraño en el día a día de la capital del país, aunque allá suele conocérseles como Marías. Van al Distrito Federal a vender cosas en las calles o a poner la mesa de las casas para que otros coman; los hombres en cambio, trabajan como obreros, haciendo segundos pisos o construyendo edificios departamentales en La Condesa, la Roma y la Napoles. Y a veces, como Magdalena García Durán, también van a dar a la cárcel, acusados de ser pobres.
Disparos
Acerca de su reclusión
“Yo, la verdad, me doy cuenta de que estoy en prisión por cuestión política”
Acerca del papel del gobierno
“Pese a tantas capacitaciones para defender los derechos de los indígenas, estoy presa”