lunes, marzo 09, 2015

Tortura y asesinato de Julio César Mondragón, clave

Blanche Petrich
 
Periódico La Jornada
Lunes 9 de marzo de 2015, p. 10
Para Mario Patrón, director del Centro de Derechos Humanos José Agustín Pro, el caso de Julio César Mondragón Fontés, estudiante de Ayotzinapa asesinado en Iguala la noche que desaparecieron 43 más, es clave para el esclarecimiento total de todo el expediente, porque podría ayudar a explicar los móviles de los hechos. Sin embargo, apunta que justo esta investigación, iniciada de manera muy deficiente por la procuraduría estatal, quedó colgando en el limbo entre el fuero federal y el estatal.
Explica la importancia que puede tener el esclarecimiento de la muerte por tortura de este joven, a quien le arrancaron el rostro. ¿Cómo debe ser interpretada una ejecución brutal como la que sufrió Julio? ¿Por qué torturarlo de esa manera? Son esas explicaciones las que siguen sin respuesta en la Procuraduría General de la República (PGR). Esa respuesta podría llevar a otras, ¿por qué desaparecer a 43 estudiantes?
Patrón Sánchez recuerda que la atracción completa de este caso, junto con los demás, fue una decisión firmada por el presidente Enrique Peña Nieto y las familias en la reunión que tuvieron en Los Pinos el 28 de octubre. Un acuerdo más sin cumplirse.
La PGR no sólo intervino tarde sino de manera mentirosa; tardó 10 días para intervenir e inicialmente dijo estar investigando por delincuencia organizada. Sin embargo, dejó que los expedientes permanecieran en Guerrero y la atracción al fuero federal sólo fue declarativa. Fue una falacia técnica.
Cuando finalmente se atrajo, la procuraduría de Guerrero ya había consignado a policías municipales por homicidio calificado de seis personas que murieron en el lugar. Pero ahí se hizo una integración sumamente deficiente, sin una investigación individualizada ni personalizada de la acción de los policías.
Por ello, después de la última conferencia de Murillo Karam, las familias y las organizaciones respondieron con las 10 razones por las que no se puede cerrar el caso, y en éstas se incluye la nula atención de la PGR al cruento homicidio de Mondragón. Ni siquiera con la última detención. No se hizo nada hasta ahora que asocie a ese policía con este caso.