- No vamos a permitir cerrar el caso: padres de normalistas
- Congregan a cientos de activistas en un mitin en Union Square
David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 23 de marzo de 2015, p. 16
Lunes 23 de marzo de 2015, p. 16
Nueva York.
Las voces de Ayotzinapa llegaron a Nueva York declarando que su lucha es contra el olvido y la impunidad, y que ha despertado el movimiento por un
cambio profundoen México.
El profesor Felipe de la Cruz, representante y vocero de los familiares de los 43 normalistas desaparecidos, declaró que
aquí, desde el corazón del imperialismo, no vamos a permitir que cierren este caso, y que “sabemos que no estamos solos… se escucha el reclamo por la justicia no sólo en Guerrero, no sólo en México, sino en todo el mundo”. Y por ello, los gobernantes en México “ya están temblando… como las ratas que son”, dijo De la Cruz.
Ante cientos de activistas congregados en un mitin en Union Square, en un día donde el invierno aún rehusaba abrir paso a la primavera, subrayó: “no nos van a derrotar. Nos falta una parte de nuestro ser y la tenemos que recuperar.
Ya no tenemos miedo. Cuando nos quitaron a los muchachos, nos quitaron el miedo. Indicó que se requiere un
cambio profundoen México, y eso se logrará con la unidad de los mexicanos
de abajo, tanto de dentro como de fuera del país;
los mexicanos son gente trabajadora, pero también llena de coraje. Ya no es posible vivir bajo la bota del gobierno coludido con los criminales.
Señaló que cada día que ha pasado desde el 26 de septiembre de 2014 es
un día más de sufrimiento, de angustia, pero también de más fortaleza y corajepara este movimiento.
Insistió en que “este año en México y en Guerrero no habrá elecciones… votar es ser cómplice”, y por ahora
ningún partido es solución.
Vidulfo Rosales Sierra, abogado del Centro de Derechos Humanos Tlachinollan, hizo énfasis en que lo más urgente tanto dentro como fuera de México es
la unidadpara lograr no sólo que se resuelva el caso de los 43, sino la
transformación profundaque requiere el país, y pidió que se dejaran de lado
las diferencias políticas e ideológicaspara generar un movimiento
conducido desde abajo.
Subrayó que es esencial la
memoria históricapara evitar que este caso, como tantos a lo largo de décadas, se quede en el olvido.
Nosotros en Ayotzinapa ya no vamos a permitir que nos volvamos en 44y, por tanto,
seguiremos luchando hasta obtener justicia, que los culpables estén en la cárcel y se sepa la verdad.
Agregó que se les acusa de
violentos, pero “la violencia no viene de nosotros. Tiene su origen en el Estado. Los estudiantes se dedican a estudiar, los pueblos indígenas a sembrar nuestro maíz, pero quienes llegan a extorsionarnos son del crimen organizado de la mano de los autoridades policiacas. Son las empresas trasnacionales las que nos están despojando.
¿En qué país que se diga democrático se permite la desaparición de 43 estudiantes y el asesinato de otros tres?, preguntó.
Seguiremos gritando en Nueva York como en todas las esquinas de México, aunque traten de callarnos, afirmó, y dijo que se está
elevando la voz que retumba ahora en Estados Unidos: presenten con vida a nuestros 43 compañeros. Dijo:
venimos aquí con el corazón en la mano para seguir con esta incansable búsqueda, subrayando que el caso no puede ser cerrado hasta contar con la “evidencia científica irrefutable.
No vamos a permitir la impunidad y un regreso a la cotidianidad, advirtió mientras cientos de estudiantes, trabajadores, organizadores comunitarios y activistas –la mayoría mexicanos y latinoamericanos– corearon
de norte a sur, de este a oeste, ganaremos esta lucha cueste lo que cueste.
De la Cruz y Rosales participaron como invitados en el congreso anual de Amnistía Internacional/Estados Unidos, que se realizó en esta ciudad este fin de semana, y participaron en foros académicos y actos comunitarios organizados por diversas agrupaciones –varias de las cuales están recaudando fondos en apoyo de los normalistas de Ayotzinapa y sus familiares– durante su estancia en esta ciudad.
Al mismo tiempo, tres caravanas integradas por familiares de los 43 avanzan por unas 43 ciudades de Estados Unidos con este mismo mensaje.