jueves, abril 09, 2009

Por la libertad de atenquenses


Compañeros del Comité Libertad y Justicia para Atenco, compañeros solidarios de México y todo el mundo:

Reciban un abrazo con intensidad.

De acuerdo con mis posibilidades sigo cada uno de los esfuerzos que emprenden para lograr la liberación y justicia para Atenco, definitivamente no hay palabras precisas para agradecer su abrazo solidario, que nos llena de dignidad, fortaleza y esperanza.

Está en puerta el tercer aniversario de mayo rojo. Nos avasallaron, mas nunca nos derrotaron; nos han condenado a cadena perpetua, ignorando que nuestro espíritu sigue libre, con bríos para seguir luchando, pues sobran razones para no rendirnos a pesar de los barrotes y la persecución.

La exoneración de los represores, que les concede el sistema de injusticia, no es suficiente para quedar absueltos ante la historia y el pueblo. Luis Echeverría Álvarez, Enrique Peña Nieto, Ulises Ruiz, Mario Marín, y la larga lista que engorda al Estado represor, ¡el pueblo los condena!
Sabemos que la situación nacional se pone cada vez peor, no sólo por la crisis económica internacional –producto de la voracidad insaciable de los dueños del dinero–, también por el crimen organizado enquistado en el Estado, y precisamente porque enfrentamos tiempos difíciles se hace urgente y necesaria la organización y unidad de los de abajo.
Allá, en las calles, en las escuelas y universidades, en las fábricas y los barrios, ustedes se organizan, discuten el “qué hacer”. Aquí, en la trinchera del exilio o en la cárcel, nosotros resistimos de pie también con nuestras tareas. Es en la lucha donde estamos juntos a pesar de las distancias, a pesar de los barrotes, estamos juntos y de cara al sol.

Gracias a cada rincón del mundo por sus manos y voces solidarias. Gracias a todos los que conforman el Comité Libertad y Justicia para Atenco.

América del Valle (perseguida política del Estado mexicano). Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra

PD: Compañero Manu Chao. Nos llena de indignación la intentona del Estado represor para expulsarte de México, aunque finalmente tuvieron que ocultar tamaña ineptitud. Tu valor y congruencia son una lección para todos los que creemos que la solidaridad es un derecho y un deber que no tiene fronteras y mucho menos necesita permiso para labrarla junto al pueblo. Atenco y México son tu casa, así las leyes de los tiranos te quieran callar, nada más y nada menos, por defenderlos con la verdad. Te tenemos en nuestro corazón y en la memoria. Hasta donde estés, que siga la lucha, porque lo hemos decidido y porque somos miles y somos más…