A cuatro años de los hechos ocurridos en San Salvador Atenco, el 3 y 4 de mayo de 2006, nosotros los padres y las madres, hermanos y esposas de los presos políticos le pedimos a la Suprema Corte de Justicia de la Nación que ya resuelva la revisión del amparo. Asimismo le recordamos al ministro Gudiño Pelayo que él fue uno de los que en la revisión del caso Atenco reconoció que hubo graves violaciones a las garantías individuales y abuso de autoridad. Bien, pues les decimos que las personas que se encuentran privadas de su libertad son inocentes, son prueba viva de los terribles hechos que ocurrieron en aquellos días, porque ellos no son delincuentes, ni secuestradores, ni violadores, sino todo lo contrario, el gobierno los secuestró. Es por eso que exigimos justicia y libertad.
Queremos justicia para nosotras. En estos en cuatro años hemos sufrido mucho económica y moralmente. Algunas de nosotras hemos perdido a nuestras propias madres. Sufrimos los gastos del reclusorio. Como madres también soportamos los abusos en las revisiones en el reclusorio, donde casi nos desnudan. Nos duele la clase de comida que reciben los presos en la cárcel. También nos duele que algunos de nuestros hijos por causa del encarcelamiento hayan perdido a sus esposas. A causa de la injusticia les han quitado cuatro años de felicidad y libertad. Hemos asistido a las dependencias estatales y federales, pero parece que en México no hay justicia para los pobres.
Bendecimos el día en que llegaron a nuestras vidas y bendeciremos el día en que logremos arrancarlos de las garras de este gobierno que emprendió contra ellos una brutal venganza. Los amamos por siempre, hijitos. No nos vencerán!
Por las madres y esposas de los presos del caso Atenco: Maribel Ramos, María Gabriela Ramírez, Aurora Cruces López y Rosa Nellie