Los de Abajo
Gloria Muñoz Ramírez
L
as 46 ausencias de sus compañeros protagonizaron la graduación de los 74 futuros maestros que terminaron su carrera en la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Guerrero. Por lo menos 42 de los 43 desaparecidos, dos asesinados y uno que se encuentra en coma, formaban parte de la generación 2014-2018 que este viernes terminó su último ciclo escolar.
Ni un solo segundo han dejado de luchar los padres y madres de los 43 desde que sus hijos fueron desaparecidos. Hoy tienen esperanza de conocer la verdad sobre su paradero, pues un tribunal colegiado federal ordenó reponer la investigación del caso y la creación de una comisión investigadora especial. No han dejado las calles ni la denuncia internacional y por eso irrumpieron, pues no fueron invitados, en el acto de campaña que el actual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, realizó en Iguala el pasado 25 de mayo, donde se comprometió a crear una comisión de la verdad para garantizar el acceso a la justicia de las víctimas y deslindar responsabilidades del ejército.
La probada participación directa y en momentos por omisión de las fuerzas castrenses en el operativo en el que fueron desaparecidos los 43 normalistas, ha sido durante estos 46 meses uno de los puntos más álgidos de la investigación. A partir del próximo primero de diciembre, si es real el compromiso con la verdad, se tendrá que destapar la cloaca que hasta hoy mantiene en la impunidad al Ejército mexicano.
El Estado tiene que responder a los padres y madres de los 43 y al resto de la sociedad mexicana. También a sus compañeros que a partir del nuevo ciclo escolar se integrarán como nuevos maestros en las escuelas primarias del país. Defender la existencia de las 17 normales rurales que han sobrevivido a la persecución en su contra casi desde su creación en 1922 es parte de su lucha.
Hoy es urgente exigir el cumplimiento a la orden de los magistrados federales. No importa si la Procuraduría General de la República está o no de acuerdo con la sentencia que ordena reponer la investigación. Es una sentencia inapelable y es lo que manda también la sociedad. Que regrese a México el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) es lo que sigue.