José Antonio Román
Periódico La Jornada
Miércoles 20 de julio de 2016, p. 8
Miércoles 20 de julio de 2016, p. 8
A casi un año de la emisión de las 26 observaciones y propuestas planteadas por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en el caso Iguala, todavía hay una larga lista de pendientes de la Procuraduría General de la República (PGR), muchos de ellos que resultan claves para poder llegar a la verdad de los hechos ocurridos el 26 y 27 de septiembre de 2014.
De las tareas por realizar destaca la elaboración de los peritajes para comparar si la tierra contenida en la bolsa recuperada del río San Juan –donde presumiblemente fueron hallados los restos de uno de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos– corresponde a la del basurero de Cocula, y si otros objetos encontrados contienen elementos propios de los combustibles que, según la parte oficial, fueron usados para incinerar los cuerpos de estudiantes.
Otro punto es que la PGR todavía no atrae el caso de Julio César Mondragón Fontes, torturado y muerto el día de los hechos a causa de una
salvaje golpiza, cuyo cuerpo mostró 64 fracturas.
Es una omisión que resulta inexplicable, pues se tienen todos los elementos legales para hacer dicha atracción. Además, este homicidio no puede observarse de manera aislada, sino como parte del cúmulo de hechos que ocurrieron en Iguala.
Acciones claves
Para José Larrieta Carrasco, director de la Oficina Especial del Caso Iguala de la CNDH, el cumplimiento de estas 26 observaciones y propuestas planteadas a la PGR desde el 23 de abril de 2015 son acciones claves para avanzar en el caso.
Es fundamental que estas observaciones sean atendidas, porque desde nuestro punto de vista son esenciales para el caso, para la investigación; sin esas, no creo que se pueda llegar a la verdad, advirtió.
Sin dar detalles, adelantó que la PGR entregó hace casi un mes a la CNDH un informe sobre la actuación de Tomás Zerón de Lucio (director de la Agencia de Investigación Criminal, de la procuraduría) en el caso, mismo que fue analizado.
No obstante, declaró que ya se tenía detectada la presencia de Zerón de Lucio con uno de los presuntos responsables de la desaparición de los normalistas, en una diligencia sobre el río San Juan que no está contenida en las investigaciones.
Precisó que la actuación del funcionario estaba vinculada con las terribles deficiencias y omisiones que se cometieron con la cadena de custodia de la bolsa que supuestamente fue hallada en el río.