ARMANDO G. TEJEDA , KYRA NUÑEZ CORRESPONSALES
Madrid, 7 de marzo. México se encuentra entre los países con mayor grado de impunidad y complicidad de los gobiernos frente a los abusos de agentes policiales o militares contra las mujeres; esto es sólo comparable a lo que ocurre en países como Congo, Colombia, Sudán y Nigeria, afirmó en Madrid Amnistía Internacional (AI) en su informe Ni abusos de poder ni impunidad, elaborado con motivo del Día Internacional de la Mujer, que se celebra este jueves.
AI presentó en esta capital una lista de vejaciones y agresiones contra ese sector que aún no se han podido resolver por la vía judicial, como los asesinatos de Ciudad Juárez, las violaciones sufridas por indígenas de la comunidad tlapaneca por parte de miembros del Ejército Mexicano o las agresiones que perpetraron agentes policiales durante el conflicto de San Salvador Atenco.
Lo más preocupante es que "las mujeres que piden responsabilidad al Estado por actos de violencia sexual cometidos por agentes estatales se enfrentan a una atención médica deficiente, exámenes forenses inadecuados y a un sistema judicial que no ofrece garantías de obtener resultados favorables. "Si los responsables de estos abusos son militares, la rendición de cuentas es inexistente", afirmó la vocera Eva Suárez-Llanos.
La Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos también se refirió a la ausencia de un sistema judicial criminal en México y Guatemala, lo cual "contribuye a la continuación de actos de violencia contra las mujeres. Su forma débil de actuar ha fomentado una cultura de impunidad que consecuentemente envía un mensaje de que es aceptable agredir, violar y asesinar mujeres", apuntó.
Pero la violencia contra la mujer se mantiene impune "en todos los continentes, países y culturas", porque frecuentemente es disimulada o tácitamente aprobada, dijo el secretario general de la Organización de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon.
En un mensaje por el 8 de marzo, señaló que la violencia "causa un daño devastador en la vida de las mujeres, en sus familias y en la sociedad", reportaron especialistas.
De su lado, el Consejo de Seguridad de la ONU pugnó por el fin de la impunidad de la violencia contra las mujeres en conflictos armados, en una resolución no vinculante que expresa su preocupación por acciones concretas como asesinato, mutilación, agresión sexual, secuestro y prostitución.
En Ginebra, en el campo laboral, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reveló que nunca antes en la historia del empleo ha habido tantas mujeres económicamente activas, aunque aún sufren disparidad de estatuto, inseguridad laboral, así como desigualdad salarial y educativa.
En 2006, el número de mujeres en el mercado laboral -que tienen trabajo o lo buscan- llegó a la cifra sin precedentes de mil 200 millones de un total de 2 mil 900 millones de empleados en el mundo, un 22.7 por ciento más que en 1996. Pero al mismo tiempo, cada vez hay más mujeres sin trabajo, cifra que llega a 81.8 millones.
Las trabajadoras tienen más probabilidades de estar desempleadas y las afortunadas que cuentan con uno reciben un salario 90 veces menor que el de un hombre.