miércoles, septiembre 27, 2017

Mitin en Madrid, a tres años de la desaparición de jóvenes

Decenas exigen fin a la impunidad
Armando G. Tejeda
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 27 de septiembre de 2017, p. 25
Madrid.
En el tercer aniversario de la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, las calles en las inmediaciones de la embajada de México en Madrid se llenaron de fotos con los rostros de los normalistas y con mensajes que advertían que su ejecución había sido obra del Estado mexicano por pensar y enseñar a pensar. El acto también sirvió para homenajear y rendir tributo a las víctimas mortales y a los miles de damnificados por los temblores recientes en México.
De 2014 al 26 de septiembre de 2017, colectivos defensores de los derechos humanos y de algunas asociaciones de ciudadanos mexicanos residentes en España han reclamado justicia y verdad a las puertas de la sede diplomática. El reclamo es que se abra una investigación independiente y se ponga fin a la impunidad y a la falta de información de las familias afectadas.
En la concentración pacífica, alrededor de un 50 personas lamentaron que se cumpla un aniversario más, el tercero, sin que se haya avanzado en la investigación. Tras media hora de bailes prehispánicos, jóvenes, niños y ciudadanos españoles y mexicanos depositaron a lo largo de la calle Carrera de San Jerónimo, donde está situada la embajada de México y el Congreso de los Diputados de España, las imágenes con los rostros de los estudiantes, además de veladoras rojas en señal de duelo.
La activista española Lola Sepúlveda explicó: Hoy recordamos que hace tres años desaparecieron 43 estudiantes. Fue el Estado. A éste debemos reclamar, que nos diga dónde están y nos los presente con vida.
A continuación se dio lectura al poema Con el puño en alto, del escritor mexicano Juan Villoro, que escribió a propósito del temblor de 1985 y hace referencia a la señal de las brigadas de rescate para reclamar silencio ante la creencia de que podría haber alguien con vida.
Finalmente se leyó el comunicado del Congreso Nacional Indígena, en el que señalaron que el Estado no ha hecho más que apostar al olvido y al desprecio a la memoria.