Un hombre agita una bandera mexicana sobre una capillita en Xochicuautla, en el estado de México, mientras un grupo de coraceros se le acerca amenazante. La imagen es reciente y fue registrado durante la última avanzada que la empresa constructora, Autovan, filial del Grupo Higa, propiedad de Armando Honojosa Cantú, uno de los mexicanos escrachados en los Panamá Papers.
La amenaza que pendía sobre una modesta capillita blanca, construida sobre una lomada que antecede al bosque, se disipó ante la presión popular, pero que no llegó a tiempo a impedir el derrumbe de una de las casas míticas del pueblo, llamada El Castillo, en dónde se reunían las autoridades comunitarias y también, el pueblo organizado en resistencia a que la autopista que pretende construirse para unir Toluca y Naucalpan; y partir al medio a Xochicuautla. O al menos, dejarlo aislado de su bosque, lugar sagrado.
Ese instante, mínimo y mítico, es el elegido para comenzar el video con el que un nutrido conjunto de artistas mexicanos, se solidarizaron con los pueblos en resistencia que se juntaron en torno a la Campaña Nacional en Defensa de la Madre Tierra, una iniciativa autónoma que amplifica la voz de los pueblos, y a su vez, permite que los artistas compartan un poco la atención que tienen como los líderes culturales que son. Promover otra actitud ante el conflicto, pues.
“Este problema es de ellos, pero también de nosotros” alterna en las voces de Rubén Albarrán de Cafe Tacvba, los vocalistas de Panteón Rococó y Maldita Vecindad, las actrices Ofelia Medina, María del Carmen Farías, Sofhie Alexander, Daniel Giménez Cacho entre otros.
El mensaje difundido en el video es parte de una obra del dramaturgo Humberto Robles, que también integra el comité de artistas solidarios y fue aprobado en una de las 5 que se realizaron con representantes de todos los pueblos, organizaciones y territorios, durante el año en que se pergeñó y echó a andar este proyecto autogestivo.
“La variedad es lo impactante: hay 180 organizaciones que forman parte de todos los puntos de México y de ellos, 97 son pueblos en resistencia a la imposición de algún megaproyecto en sus tierras. La intención con esto es superar la visión local que se tiene de los conflictos, – donde se impone la carretera o se proyecta una mina -, para visibilizar que es todo parte de un problema estructural y de una política de Estado, que se lleva a cabo en todo México”, explicaron desde la Comisión de Comunicación de la Campaña.
“La articulación de las luchas respondió a la necesidad de demostrar que el problema no es de aquí o de allá, sino que son todos parte de una misma política de acumulación del capital y de recursos naturales y de su transformación en mercancía.” Eso, pero desde el llano, desde los efectos que en los pueblos quedan, como la imagen de la bandera flameante, que puja por la protección de una capillita minúscula, punto de peregrinación para los locales, lugar sagrado.
“Es nuestra madre porque nos vio nacer, nos vio crecer y nos está dando de comer. No es justo que unos cuantos quieran apoderarse de ella” explica Jaime, de la comunidad en defensa del río Verde, en Oaxaca.
“No basta con indignarse, protestar y exigir. Tenemos que frenar esto porque todos estamos en peligro. Sin tierra y sin territorio, la vida no es posible”
A continuación, el video en cuestión:
Foto: Manifestación del pueblo otomí, de Xochicuautla // no-fmradio.com
