■ Miembros de la otra campaña señalan a Peña Nieto y Karamanlis
■ Fallecieron por la “represión policiaca de la movilización social”
■ Fallecieron por la “represión policiaca de la movilización social”
Emir Olivares Alonso
A miles de kilómetros de distancia, dos jóvenes con el mismo nombre de pila murieron en medio de la “represión contra la movilización social”. Ambos perecieron por proyectiles salidos de armas policiales.
El primero, hace más de dos años en San Salvador Atenco, México, cuando el cartucho de una granada de gas lacrimógeno accionado por un uniformado se le incrustó en la cabeza durante el operativo del 4 de mayo de 2006 en ese municipio.
El estudiante universitario de 20 años murió un mes tres días después como consecuencia de ese impacto, en tanto que los hechos en Atenco devinieron en “innumerables” violaciones a las garantías fundamentales –asesinatos, torturas y abusos sexuales, entre otros–, según han documentado diversos organismos como Amnistía Internacional y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
El otro, un joven de 15 años, fue asesinado el 6 de diciembre de 2008 en Atenas, Grecia, cuando un policía le disparó sólo porque se manifestó contra la autoridad, hecho que provocó que cientos de adolescentes se organizaran para protestar en las calles; días después se sumaron diversos sectores de la sociedad griega, lo que ha ocasionado disturbios y enfrentamientos entre civiles y elementos policiacos.
Un elemento más de coincidencia es su nombre: ambos se llamaban Alexis. El mexicano se apellidaba Benhumea y el griego Grigoropoulos. Ayer, integrantes de la otra campaña se manifestaron frente a la embajada de Grecia para exigir “justicia por los Alexis” que murieron “por la codicia de un sistema neoliberal que criminaliza a los jóvenes”.
Con mantas, los manifestantes se pronunciaron porque sean sancionados desde los policías que dispararon contra los estudiantes hasta el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, y Kostas Karamanlis, primer ministro de Grecia. “Exigimos justicia para los dos Alexis asesinados por policías y gobiernos represores, así como castigo para el resto de los responsables de las agresiones y delitos cometidos tanto en Atenco como en Grecia”, dijo Miguel Benhumea, hermano del mexicano.
Señaló que mientras en el país helénico la muerte de Alexis Grigoropoulos causó gran indignación y se aprehendió al policía que lo mató, en México “es un caso que está olvidado, y uno de los principales responsables (Peña Nieto) aspira a ser candidato presidencial”.
Los integrantes de la otra campaña aseguraron que el Alexis mexicano murió en Atenco porque se impidió la construcción de un aeropuerto, en tanto que el griego pereció “por la exigencia de libertad de los jóvenes de ese país”.
La manifestación tomó por sorpresa a los transeúntes y automovilistas de las Lomas de Chapultepec –colonia en que se ubica la sede diplomática de Grecia–, quienes curiosos detenían su paso para leer las mantas en que los inconformes expresaron sus demandas.
“Repudiamos la militarización del país y la represión a los movimientos sociales. Alto a la guerra que desata el capitalismo en México y el mundo”, “Los jóvenes quieren soñar, no permitamos que maten sus sueños”, “Castigo a los asesinos, policías y gobierno”, “Peña Nieto y Karamanlis, represores y asesinos en Atenco y Atenas”, fueron algunas de las frases que los ciudadanos leyeron.