Magdalena Gómez
Son varios los frentes en materia de derechos humanos que esperan justicia: desde la investigación y castigo a los responsables de los crímenes de 1968, 1971 y la guerra sucia, pasando por Acteal, los feminicidios en Ciudad Juárez, entre otros, hasta llegar a Atenco, Oaxaca, y al paradigmático caso de doña Ernestina Ascensión. En todos ellos hay participación de fuerzas actuando desde los aparatos del Estado; en todos hay material para el cobijo de la impunidad. Frente a todos ellos el calderonismo se muestra dispuesto a continuar la política del avestruz mientras alza la voz sobre su guerra frente al crimen organizado. Obviamente no son intercambiables unos u otros propósitos; sin embargo, los primeros están en la esencia de un régimen constitucional democrático, rasgo por cierto ausente en el gobierno que ocupa Los Pinos.