Una experiencia de acercamiento entre los de abajo
Hace aproximadamente tres meses, cada sábado, día de visita regular al penal, Santiaguito se ha pintado de colores gracias a una gama de talleres para niñ@s organizados por l@s compañer@s del plantón que, desde el 5 de mayo del presente año, han estado permanentemente exigiendo la libertad de los y las presos y presas que los días 3 y 4 de mayo fueron injustamente detenidos en Texcoco y San Salvador Atenco.
La idea de los talleres surgió porque, semana a semana, existe una enorme afluencia de niñ@s que vienen con sus parientes a visitar a sus familiares detenidos en el penal, gente de abajo, trabajadoras y trabajadores que con sueldos de miseria no han tenido el dinero suficiente para pagar un abogado o una “mordida” que acelere su liberación. Incluso, algun@s de l@s que vienen a la visita son de comunidades campesinas alejadas. También están nuestr@s, pres@s que fueron torturad@s por luchar a la izquierda buscando justicia para la gente de abajo como de por sí somos.
Los familiares de los internos asisten todos los sábados desde las 4:00 de la madrugada poder ingresar al penal muchas horas más tarde, hasta las 9:30 o 10:00 de la mañana cuando se comienza a permitir la entrada.
L@s compañer@s adherentes a la Otra Campaña que han formado parte de este plantón desde su instalación decidieron acercarse a la gente que se aglomera a las afueras de penal para no ser vistos como extraños o como enemigos y para comunicarles el sentido de nuestra lucha.
Comenzaron con talleres de dibujo y globoflexia donde l@s niñ@s se pudieran expresar y realizaran trabajos que quisieran regalarle a su mamá, papá u otro familiar que tuvieran en el penal.
La respuesta del poder no se hizo esperar. Los custodios, molestos con l@s del plantón y con mucho coraje por el acercamiento que ell@s estaban logrando con la gente, no permitieron que l@s niñ@s entraran al interior del penal con los dibujos que habían realizado, como si los dibujos fueran una arma peligrosa o subversiva.
Al mismo tiempo se comenzó otra actividad que fue “el guardarropa”; es decir, el cuidado de las pertenencias de la gente que la política del reclusorio no permite ingresar. El plantón se hace cargo de ellas y se les devuelven a la salida.
Al principio la gente tenía desconfianza para dejar que sus hijos participaran en los talleres que preparaban “Los de Atenco”, como les llamaban a los integrantes del plantón. Pero poco a poco, estos compañer@s se han ido ganando la confianza de la gente, al grado de que cada vez se dejan a guardar más cosas –incluyendo credenciales y celulares– y se ha construido una relación más cercana con l@s niñ@s que asisten los sábados.
Gracias al apoyo de vari@s compañer@s y organizaciones de la Otra Campaña –como es el caso de la Cooperativa Smaliyel y algun@s de las y los impulsores del sector niñ@s de la Otra en el D.F– se ha logrado la continuidad y variedad de estos talleres: desde la globoflexia, la lectura, escritura, narración y creación de cuentos que reflejan la situación de l@s niñ@s, distintas manualidades como la elaboración de flores de listón deshilado, antifaces, monitos con cabeza de unicel, etc., modelado con masa de colores, dibujo y coloreado, papiroflexia, acuarela, hasta la producción de un programa de radio para niñ@s al que le pusieron como nombre “Radio Plantón Chavitos”, realizado por ell@s mism@s con una pequeña grabadora.
El mes pasado, Pablo, un niño que ha venido participando de una manera muy significativa en estos talleres, fue atropellado al querer cruzar con su mamá la carretera frente al penal. Él ahora esta en rehabilitación en su casa y l@s compañer@s del plantón y otr@s talleristas fueron a visitarlo, además de seguir en comunicación con él a través de cartas, donde les cuenta que ya quiere que le quiten el yeso para poder regresar a la escuela y a los talleres en el plantón.
Además de todo esto, últimamente se han proyectado videos informativos como el documental “ROMPIENDO EL CERCO”, provocando bastante interés entre los que esperan su entrada al penal. Por desgracia, desde hace 20 días se descompuso el amplificador con el que contaba el plantón, por lo que ya no se ha podido usar el micrófono para mantener la comunicación; se ha tenido que subir el nivel de la voz para poder ser escuchados por la gente y los compañeros presos políticos que el gobierno mantiene secuestrados, a quienes cada noche se les dirigían palabras de aliento, información y mensajes por parte de l@s compañer@s que llegan a apoyar el plantón.
Así, a pesar de las dificultades técnicas y económicas derivadas de su larga presencia frente al penal, el plantón mantiene viva la lucha por la libertad de l@s pres@s, al mismo tiempo que avanza ganando confianza entre l@s familiares de l@s intern@s que sábado a sábado, se enfrentan al burocrático, injusto y sádico sistema penitenciario que padecemos como uno más de los males originados por la clase política.