martes, septiembre 19, 2006

La derecha unida sin pueblo ni país



lunes, 18 de septiembre de 2006

Jesús Peraza Menéndez

Cuando Vicente Fox ordenó a la API, policía militar, desarticular el movimiento de resistencia de San Salvador Atenco, incluida la orden de violar sexualmente a mujeres y hombres sin importar edad, como un acto al que Carlos Abascal consideró "un simple abuso" por el que "castigó a un solo policía", un chivo expiatorio, con algunos días de aislamiento, Felipe Calderón se presentó bajo su consigna de "mano firme y pasión por México", con un fuete que con la mano derecha aporreaba sobre la izquierda celebrando la represión sobre el pueblo de San Salvador Atenco, con él seguiría esta "mano firme" aseguraba cínicamente.

Tardó la represión, arguye gente como el director de noticias de Televisión Azteca, Sergio Sarmiento, y las Cámaras empresariales que violando abiertamente la ley de procesos electorales se lanzaron a difamar a ALMO, aseguran: Fox ha sido "derrotado" pues no reprime las resistencias sociales a las inhumanas y criminales políticas neoliberales, anima al usurpador FECAL a lanzarse a la violencia usando al Estado contra la sociedad que no acepta el fraude y que resiste pacíficamente sin violencia, pero con movilización en la perspectiva de refundar las instituciones convivenciales y la República. Hay un movimiento social a pesar de Cuauthémoc Cárdenas y de Gilly, que asume sus propias formas y que sale de entre las piedras buscando la luz y la vida, así es, los intelectuales deben estar a la altura del pueblo, no hay otra.

Olvidan que estos campesinos y trabajadores de San Salvador Atenco vivían pacíficamente hasta que el gobierno de Fox consideró que sus tierras serían la mejores para construir un aeropuerto alternativo, que en realidad significaba todo un desarrollo empresarial privado en los que sobraban los campesinos y los trabajadores de Atenco, lo pobres y desposeídos "no traen ningún beneficio para México" (están arbitrariamente presos 38, pero originalmente encarcelaron a 200), por eso hay que reprimirlos, el progreso neoliberal marcha sobre los cuerpos famélicos, los desempleados, los trabajadores de la economía informal, bajo un principio racista: son nacos (güiros) y; al mismo tiempo, no significan nada para la economía de los monopolios, del consumismo y la automatización, sino una resistencia natural que debe desparecer.

Así por ejemplo, Sergio Sarmiento, vocero de la élite del poder, ve en Oaxaca un "grupo de radicales" (POR ESTO!, 16/sep/06), que quieren destituir a Ulises Ruiz, no son los trabajadores, la mujeres, los campesinos, los indios, los jóvenes, los niños, los ancianos de los 570 municipios agrupados en la APPO, que los miles de depauperados (Oaxaca es una de la Entidades con el mayor índice de pobreza), han salido a la calle a detener literalmente el neoliberalismo que les plantea su desahucio anticipado, con trabajo mal pagado, con abuso del poder contra comunidades enteras de mixtecos y zapotecos (las más numerosas), triques (son mixtecos), chinantecos, guaves, son estas comunidades las que aportan los muertos en cada embestida para despojarlos de tierras, recursos naturales, por caciques, policías y monopolios trasnacionales, sólo que ahora también, aportan el principal ingreso económico a la Entidad con la remesas de sus trabajadores migrantes en los Estados Unidos.

Deben resistir en condiciones infrahumanas de existencia, que significa que en muchas comunidades sólo da para comer una vez al día tortilla y frijol, donde hay desarrollo es con los recursos de los trabajadores migrantes. El Estado está para servirle a los complejos turísticos, los grandes comerciantes y empresarios, este es el problema real, los oaxaqueños sobran en la Oaxaca del turismo y el glamour.

Ni Sarmiento ni los empresarios quieren aclarar cuándo había que reprimirlos, deben decir: hay que ir con mano dura, con pasión por México, desplazarlos con la policía militar y construir el aeropuerto o masacrar al pueblo de Oaxaca para que los complejos turísticos y los grandes comercios mantengan sus tasas extraordinarias de ganancias. Esa es la "política" precisamente de la derecha, cuando la gente le estorba a la economía y al gobierno que se subordina a esa economía de las ganancias fáciles, lejos del desarrollo humano, lo que hay que hacer es imponer la fuerza que equivale al "Estado de Derecho", de los inversionistas anónimos por supuesto, nunca jamás de los desposeídos, éstos carecen de derecho, estorban al avance tecnológico y económico, son el problema que no requiere de políticas de desarrollo humano y social sino de mano dura.

Pero el investigador del ITAM, Jeffrey Weldon, asegura "que a pesar del clima que enfrenta Calderón las cosas cambiarán, "creo que los perredistas van a querer perseguirlo, pero no creo que eso tenga posibilidades de sobrevivir por mucho tiempo porque al final de cuentas el PRD sabe que tiene que actuar con mucho más responsabilidad institucional para lograr objetivos y otras cosas, el Partido de la Revolución Democrática no termina con la elección del 2006" (El Universal/18/sep/06).

Weldon considera que Calderón será un presidente negociador, "a él le gusta mucho negociar, le gusta hacer todas las negociaciones y lo veo como algo positivo, y no como para ocultarse de las negociaciones, incluso no lo veo como una mala palabra, como muchos lo ven como algo que no se debe hacer" (El Universal 18/sep/06).

¿Qué es lo que negociaría Calderón después del fraude electoral? ¿Qué negociaría con un país donde más de la mitad no tienen esperanzas de una vida digna?

A estos del ITAM ya se les ocurrió que debe desaparecer la UNAM, pues representa un gasto innecesario (Jenaro Villamil APRO, 14/sept/06), además aseguran "cuenta con universidades privadas para administrar las políticas neoliberales y la fuerza del Estado para quien se oponga". No hay que olvidar que la Universidad en la que Reyes Tamez, actual secretario de Educación Pública de Fox, fue rector, cerró las facultades y escuelas de Ciencias Sociales pues. El humanismo y la sensibilidad social no se venden en el mercado o, como asegura Patricio Patrón Lavida, "a la iniciativa privada no le interesa la investigación científica".

Este es el parteaguas de la historia: no se puede continuar con las políticas neoliberales y, más que negociar, FECAL debe renunciar al fraude y la imposición para dar lugar a una convención constitucionalista que pueda replantear la convivencia de los mexicanos con justicia y dignidad, de otra manera el pueblo acudirá a su legítima defensa, construyendo con su propias capacidades una cultura distinta, recuperando la nación para todos los mexicanos.